Regresan los Tiempos de la Tortura Educativa

Terrorismo educativo ahora contra profesores

El curso de “Consideraciones y medidas sanitarias para un regreso seguro a clases en las escuelas de la SEDUC”, de la Subsecretaría de Educación Básica del EdoMéx, es una aterradora imposición, similar a los castigos que se imponían antaño a los alumnos, en los tiempos cuando se hizo célebre aquel refrán de “la letra con sangre entra”

 Por Luis Zamora Calzada (*)

Especial para Cananea TV

Estimado lector, seguramente usted recuerda el famoso dicho popular de “la letra con sangre entra”, quizá le tocó aprender a leer y escribir en esos tiempos. Si así fue, por favor evoque sus reacciones en primer grado de primaria, por ejemplo, cuando lo pasaban al escritorio para que le tomaran la lectura y sabía que cada error, significaba un varazo, un jalón de oreja o de patilla, el golpe a la palma de la mano con el borrador, entre otras prácticas de tortura que dolían físicamente y daban mucho miedo, complementado bastantes veces con la actitud amenazante y mal encarada del entonces maestro.

No faltará quien aún recuerde ese temblor de piernas al acercarse a ese temido escritorio y seguramente asegurará que para fortuna de las generaciones de hoy, la tortura ya no ocurre más en las aulas, fue de tiempos pasados o al menos eso pensábamos, al parecer el uso del miedo en educación sigue presente, ahora aplicado por la autoridad en contra de los maestros, que no reaccionan ante los incongruentes autoritarios que les aplican, el más reciente, el del curso “Consideraciones y medidas sanitarias para un regreso seguro a clases en las escuelas de la SEDUC”, impuesta por la Subsecretaría de Educación Básica estatal.

En comunicado SEB 11/08/2020, de la fecha señalada, en su párrafo cuatro, establece: “Se les solicita que, a través de la estructura educativa a su digno cargo, comuniquen a las figuras educativas mencionadas que esta actividad es de carácter obligatorio, verifiquen que ingresen al portal del Instituto de Profesionalización de los Servidores Públicos del Poder Ejecutivo del Estado de México, se registren y concluyan el curso, a más tardar el 31 de agosto de 2020. Al finalizarlo, la propia plataforma emitirá la constancia, la cual cada servidor público deberá enviar a su jefe inmediato superior por centro de trabajo, para fines de control interno.”.

No se omite señalar que el citado oficio fue para subdirectoras y subdirectores regionales, así mismo, las figuran educativas refieren a docentes frente a grupo o con funciones administrativas, directores, supervisores escolares, coordinadores de área y de centros de maestros; así como otros servidores públicos adscritos a escuelas o supervisiones, determina el documento y por vez primera les informan que tienen un jefe que les controla, sinónimo de capataz o señor feudal, que implican un retraso conceptual y cultural de los emisores en tiempos de un supuesto estado democrático, que no pude ocurrir ni aceptarse en el magisterio.

La constancia, ahora medio de control y no de mérito, se obtendrá únicamente si pasan el examen de opción múltiple establecido, con preguntas de canevá por sus respuestas, ya no tan útiles en las escuelas, para detectar lo que rimbombantemente llaman valoración de saberes de los tres módulos que integra el dichoso curso y una final, como es obligatorio, no importa cómo lo hagan, debe estar cubierto en la fatídica fecha establecida.

Muchos maestros se preguntan respecto a qué pasará si no hacen el dichoso curso y no presentan la constancia, algunos se responden que vendrá la represión a través de una sanción, de esas que acostumbran los “jefes”, afirmación que causa temor y miedo en un número muy amplio de profesores, que quizá les quedó en las venas el gen de la tortura educativa que vivieron en su infancia, con todo y temblores en el cuerpo.

La obligatoriedad impuesta, no hubiera sido tan criticada, de no ser por las apariciones del gobernador al inicio de cada módulo,  “disertando” respecto al color de los semáforos de la pandemia, sin toque pedagógico por cierto y el nada espectacular cierre final del inquilino en turno de la Secretaría de Educación estatal, que incomodo silenciosamente al profesorado, equiparando la acción con una promocional política innecesaria, que produjo reacciones contrarias a las esperadas por quienes proyectaron lo contrario, los intelectuales orgánicos enquistados en las instancias educativas fallaron a su jefe, olvidan que todo acto gubernativo no debe ofender, ni agraviar a los trabajadores docentes, que cada día se encuentran más informados para cuestionar las acciones ilegales en su contra.

Perifoneo comunitario

 “Para informar sobre la continuación del aprendizaje en casa, se sugiere el perifoneo con recorridos por la comunidad con horarios definidos, mensajes en radiodifusoras locales, así como en redes sociales, entre otros.”, ordena la Subsecretaría de Educación Básica, en su comunicado SEB 11/08/2020 para el Consejo Técnico Escolar, sesión extraordinaria desarrollada del 17 al 21 agosto, documento por separado de la anteriormente comentada.

La indicación dada por el “jefe”, supuestamente para fortalecer la comunicación, es contradictoria del curso de consideraciones y medidas sanitarias impuesta a los docentes, claro, el funcionario educativo, tiene la creencia de que los maestros de a pie, viven como ellos que no salen de sus escritorios, no se ensucian los zapatos con polvo de terracería, mucho menos con lodo, propio de escuelas ubicadas en poblaciones rurales que no tienen pavimento o en barrios populares con escasa infraestructura.

Tanto se extralimita esta subsecretaría en su mandato, que en ninguna parte de su escrito señala con qué recursos económicos va a contar el maestro para las actividades que enumera, quizá piensen que será financiado del sueldo del maestro, quienes seguramente no tienen un perífono a la mano y mucho menos los gastos para los recorridos que se señalan, sin considerar los riesgos en que colocan a los docentes, en perjuicio de su salud y probable contagio del COVID-19.

La ganancia del magisterio

 El SUMAEM está a la espera de las sanciones que pretendan aplicar a los maestros que no entreguen la constancia del curso: “Consideraciones y medidas sanitarias para un regreso seguro a clases en las escuelas de la SEDUC”, que seguramente estará ya preparando el “jefe” de la burocracia sancionadora del magisterio.

Para la defensa magisterial, el instrumento legal con el marco jurídico para revertirlo, está listo y a disposición del profesorado, cada vez más molesto por las decisiones contrarias a derecho que pretenden aplicarles, la autoridad sigue considerando a un magisterio indefenso y desinformado, vulnerable a los actos de ilegalidad que aplican en su perjuicio, imagen que poco a poco se va desvaneciendo.

(*) Secretario General del SUMAEM

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