SUTGCDMX: Los Estropicios del Directorio “Florero”

 El Diván de la Utopía

 Por I. León Montesinos

Especial de Cananea TV

A Claudia Sheinbaum no le funcionó el impuesto Directorio de FSTSE

Mientras Joel Ayala y los integrantes del Directorio abandonaron a su suerte a los 110 mil agremiados del Único en lo más crítico de la pandemia, funcionarios de organismos como la CAPTRALIR aprovecharon la falta de representación para hacer cambios a las pensiones y créditos de vivienda, afectando a más de 50 mil trabajadores; no conformes con ello, insisten en impedir que las bases ejerzan la democracia interna y elijan a sus líderes a través del voto libre, directo y secreto, poniéndose a las órdenes de funcionarios como Sergio Antonio López Montecino, Director de Administración de Personal

El pasado miércoles 17 de junio se publicaron en la Gaceta Oficial de la Ciudad de México las reformas al Reglamento de Prestaciones de la Caja de Previsión para los Trabajadores de Lista de Raya del Gobierno capitalino (CAPTRALIR), firmadas por el Director General del organismo, Jorge Franco Ambrocio y que pasaron de noche al Directorio encabezado desde enero por el dirigente de la FSTSE, Joel Ayala Almeida.

Franco Ambrocio, titular de CAPTRALIR

La Caja cuenta con más de 50 mil miembros del Sindicato Único de Trabajadores del Gobierno de la CDMX (SUTGCDMX) –en el ISSSTE hay registrados unos 30 mil–, lo que habla de la importancia del organismo para brindarles beneficios sociales como una pensión y vivienda dignas.

De acuerdo al informe contenido en la Gaceta Oficial, el pasado 11 de marzo se realizó la Sesión Ordinaria de su H. Consejo Directivo donde se aprobaron las modificaciones a más de 30 artículos del anterior reglamento. Y hasta donde se tiene conocimiento,  ninguno de los miembros del Directorio notificó en su momento de la puñalada trapera a sus representados y tampoco hicieron acto de presencia o levantaron un dedo para inconformarse ante el atropello.

Puñalada trapera a las bases

De no haberse publicado en el órgano oficial del GCDMX, seguramente que los miles de probables afectados seguirían ignorando los cambios realizados de manera unilateral por las autoridades y que amenazan con reducir el monto de sus pensiones y colocarlos a las puertas de las hipotecas bancarias en el renglón de la vivienda, entre otros retrocesos.

Ante esta nueva y silenciosa injusticia, los trabajadores se preguntan: ¿Dónde estaban Joel Ayala y los integrantes del Directorio?

No les será fácil escabullirse de su responsabilidad esgrimiendo el Decreto Presidencial que paró las actividades en el país ante la emergencia sanitaria. El ordenamiento se dio el 30 de marzo; semanas después de cometida la tropelía.

De acuerdo a sus normas internas, CAPTRALIR opera con cinco representantes del gobierno citadino y dos de la parte sindical, con lo que los trabajadores prácticamente están atados de pies y manos para cuidar y proponer mejoras en el manejo de sus propios ahorros. Los funcionarios tienen mayoría para hacer lo que les venga en gana, como ya sucedió.

Durante el gobierno de Miguel Ángel Mancera, el destituido líder Juan Ayala Rivero hizo acuerdos bajo la mesa que dejaron a la representación sindical en mera figura decorativa en este asunto, permitiendo que el organismo se convirtiera en la “Caja Chica” de corruptos funcionarios manceristas. Imposible que los integrantes del Directorio desconocieran tal situación.

Lo menos que debía esperarse de la administración  de la doctora Claudia Sheinbaum, en el rubro de transparencia de la Nueva Reforma Laboral,  era que los miembros del Consejo Directivo de la Caja, corrieran la atención al Único, en este caso al Directorio reconocido como interlocutor válido por la propia Jefa de Gobierno, para tratar los asuntos laborales de los más de cien mil sindicalizados, pero no fue así.

Joel Ayala encabeza Florero

Habrá quien diga que la apatía de Jorge Franco por el bienestar de los trabajadores afiliados a la Caja de Previsión, le viene de su origen político; en la administración pasada éste reciclado perredista ocupó cargos administrativos en la Dirección de Educación Media Superior del entonces Gobierno del Distrito Federal, donde se vio inmerso en asuntos de transparencia indagados por el INFODF; más tarde fue nombrado Director de Administración y Finanzas de otra Caja, la de Previsión de la Policía Preventiva del D.F (CAPREPOL).

Pero indagar sobre los antecedentes del verdugo de los ahorros de los trabajadores del Único y su extralimitado proceder no es tema prioritario para la gente del Directorio y su anacrónico Gurú.

EL DIRECTORIO “FLORERO”

Las modificaciones al reglamento de la CAPTRALIR engrosan el cartapacio de atropellos contra los sindicalizados y hacen evidente la falta absoluta de representación de un Directorio, del que ni uno solo de sus miembros a alzado la voz para defender a sus bases a pesar de que las recurrentes fallas administrativas tanto en los hospitales como en las diversas áreas de la administración capitalina,  han ocasionado  la muerte de decenas y decenas de trabajadores, contagiados de Covid-19 y no atendidos a tiempo. La estadística negra, por desgracia, va en aumento, mientras Joel y su Directorio son meros “floreros”.

El criminal desinterés de funcionarios como el Director General de Administración de Personal, Sergio Antonio López Montecino, se ha dado con total exención porque de la parte sindical no existen los contrapesos para pelear los derechos de los empleados de base del GCMDX. Y por el contrario, de los miembros del Directorio se da un abierto servilismo hacia este personaje, porque en sus manos está la entrega de recursos, comisiones y cuotas sindicales a las secciones, a través del Directorio Florero, controlado por Joel Ayala.

López Montecino, candidato al panel laboral del T-MEC

Nos comentan que algunos ex líderes menores, sumados a la lista de alabarderos del ex senador priísta, han terminado siendo “maiceados” por el chileno Montecino, haciéndolos creer que  de ellos saldrá el nuevo ungido, una vez que la nueva normalidad se concrete en la CDMX. En alcaldías como Venustiano Carranza, delegados de trabajo de las diversas secciones  se quejan de que algunos de estos personajes los amenazan a diestra y siniestra, dándose el lujo de vender comisiones que, obvio, son firmadas con la pluma de Montecino.

Este vasallaje,  desprovisto del menor compromiso sindical,  se ha convertido en criminal maridaje que tarde o temprano deberá asumir los costos políticos de no atender temas como el de CAPTRALIR y el desabasto de insumos suficientes y de buena calidad para miles de trabajadores que han sucumbido al Covid-19, o tendrán secuelas en su estado de salud.

Trabajadores claman justicia por sus muertos

LAS ANACRÓNICAS RECETAS DE JOEL

Pero si ya resulta vergonzoso este rol de marionetas oficiales para los integrantes del Directorio, es más censurable que vayan a permitir otro exceso más de Joel Ayala quien lejos de sentir el menor cargo de conciencia por los sindicalizados fallecidos ante la pandemia, ya intenta vender otra estrategia a Montecino y a la Jefa de Gobierno para deshacer el nudo gordiano en que se ha convertido la falta de una representación legítima en el SUTGCDMX.

La emergencia sanitaria dio al traste con los tiempos establecidos para que el “salvador” del Único concretara los compromisos asumidos con la Jefa de Gobierno, cuando protestó el cargo junto con los integrantes del Directorio, en enero pasado. De acuerdo a lo pactado, el directorio debería lanzar una nueva convocatoria para reponer la elección del 9 de enero, invalidada de manera sospechosa por el Tribunal Federal de Conciliación y Arbitraje (TFCA), en un lapso no mayor a 90 días, contables a partir del 21 de enero.

En el terreno jurídico, el Directorio ya no está vigente pues su “toma de nota” feneció el pasado 21 de abril y el asunto se complica porque están en espera de resolverse media docena de amparos cuyos fallos podrían echar abajo todo el tinglado de Plácido Morales y Joel Ayala.

Pero lejos de buscar acuerdos políticos que permitan a los 110 mil agremiados del Único tener un legítimo liderazgo avalado con el voto libre, directo y secreto de las mayorías, el eternizado líder de la Federación de Sindicatos de Trabajadores al Servicio del Estado (FSTSE), intenta vender a las autoridades capitalinas la peregrina idea de imponer otros “directorios” en secciones como la 39 y 23, cuyos periodos terminarán en las próximas semanas.

TOZUDEZ POR DINAMITAR LA REFORMA LABORAL

¿Por qué tal intención? Porque Joel busca dinamitar la Reforma Laboral en el SUTGCDMX ante la falta de acuerdos y legitimidad del Directorio que él mismo encabeza. Con este modelo que –nos dicen– ya tiene el visto bueno de Montecino, se trata de frenar al líder de la Uno y ex candidato de la planilla azul en la elección de enero pasado, Hugo Alonso Ortíz, cuya sección deberá renovarse en noviembre próximo.

Como se recordará, Hugo Alonso le propinó una paliza en las urnas al candidato de la planilla Roja, Armando Bautista, que se bajó de la contienda ante su anticipado fracaso. El favorito de Montecino,  funcionarios del gobierno central como Bertha Gómez y sus socios (léase, José Medel Ibarra), apenas sumó 4 mil 292 votos contra 27 mil 284 de su oponente.

Armando Bautista, el candidato oficial vapuleado en las urnas

El objetivo de “institucionalizar” estos directorios lleva toda la dedicatoria de minar a Alonso Ortíz, pero no mide las consecuencias ni el costo político a la imagen a futuro de la Jefa de Gobierno, al insistir en boicotear la verdadera democracia sindical establecida como una de las prioridades en la Reforma Laboral y el capítulo en la materia del T-MEC.

Joel y Montecino deben recordar que una de las condiciones exigidas por los congresistas norteamericanos para aprobar el tratado, fue permitir el funcionamiento en México de un panel de observadores que vigilaran el puntual cumplimiento de la Reforma Laboral y de los convenios de la OIT firmados con nuestro país y ratificados por el Senado. Esto es, que el capítulo laboral se cumpla no solo de la parte empresarial sino también de la oficial.

De hecho, una vez que el TFCA y su patiño con ínfulas de presidente, Plácido Morales, violentaron la democracia interna del Único, los asesores legales del candidato de la planilla azul presentaron una queja ante la Organización Internacional del Trabajo (OIT), por la intromisión de funcionarios como Montecino en el proceso de elección de enero. Un análisis por parte del panel laboral del T-MEC, pondría en claro que detrás de esta violación a la autonomía sindical no solo se encuentra el interés de unos cuantos mercenarios de la política, sino el marcado temor de volver a perder nuevamente en las urnas ante un candidato que no se pliegue a sus dictados. De esto ya tienen conocimiento en la OIT.

EL LÍDER DE FSTSE, SIN VOCACIÓN DEMOCRÁTICA

En este complicado escenario, no puede pasarse por alto que Joel Ayala ha sido varias veces senador y diputado, pero siempre por la vía plurinominal. Y si acaso ganó su primera diputación por mayoría, allá en los 70s, fue porque entonces el PRI era el partido aplanadora. Si de algo carece el sempiterno líder de la burocracia nacional es de vocación y experiencia democráticas.

Antes de seguir pensando en los agremiados del Único como instrumentos de su ajedrez económico, los responsables de haber enredado este asunto al no respetar la elección interna de enero, deberían sopesar el tremendo costo de vidas que su ambición ha dejado tras la pandemia. No es asunto menor el contemplar a la organización sindical más numerosa de la CDMX reducida a un Directorio de membrete, por el capricho de unos cuántos y sometida a las directrices de funcionarios imprudentes.

El sindicato mayoritario de la CDMX, pelea por su autonomía y democracia internas

La paciencia de los sindicalizados está al límite como para seguir tolerando a esquiroles como el líder de la FSTSE; el derecho a demandar a quiénes desde el gobierno central no cumplieron con su responsabilidad de entregarles los equipos necesarios para ser no contagiarse de Covid, les asiste, como también el dar la espalda a aquellos que rehuyeron asumir su papel de verdaderos líderes y se obstinan en impedir que los trabajadores elijan libremente a sus dirigentes.

En el 2021, año de elecciones federales intermedias, en el Único deberán renovarse 23 secciones –amén de las contempladas este año–, y será catastrófico para la imagen pública de Claudia Sheinbaum tener paralizada la democracia  en el sindicato mayoritario de su administración, o mantenerlo acéfalo por tiempo indefinido.

En agosto entrante, por ejemplo, deberá entregarse el Fondo de Ahorro Capitalizable (FONAC), a los miles de trabajadores del Único. ¿Quién será el encargado de firmar el convenio respectivo con el GCDMX? ¿Acaso Joel Ayala o algunos de los integrantes del directorio “florero”? ¡Dios ampare a los sindicalizados¡

Ante el escenario que aparecerá tras los efectos de la pandemia, debemos preguntar: ¿Quiénes se harán responsables de los muertos del Único y los retrocesos en la CAPTRALIR? ¿Quiénes de colocar en un brete político-sindical a la Jefa de Gobierno?

Estas y otras preguntas más, demandan respuestas tangibles, por lo que urge  un cambio de timón y de operadores en el GCDMX para solucionar un asunto que puede impactar al capítulo laboral del T-MEC. Quiénes han tenido el asunto en sus manos demostraron ya una notoria incapacidad y una desbordada ambición. Es hora de darles las gracias, no sin antes sentarlos en el banquillo de los acusados por los muertos y estropicios que han dejado a su paso.

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