Alza en la tortilla no beneficia a campesinos
Mientras a los campesinos se les pagan a precio castigado sus cosechas, los empresarios no bajan el precio de la harina de maíz ni la tortilla, por lo cual el Movimiento Campesino Indígena y Afromexicano Plan de Ayala Siglo XXI (MCIAPASXXI), planteó al Presidente hacer una revisión a fondo de la política de compras de Segalmex a los pequeños productores
La Carta Robada
Por Emilio López Gámez (*)
Especial para Cananea TV
Pablo Ramírez Moreno, en su artículo, “Macroeconomía y política pública agrícola y rural”, publicado por la Universidad Autónoma Chapingo en: Análisis de Políticas Públicas para el Desarrollo Agrícola y Rural, cuyos editores de la obra fueron: Julio Baca del Moral y Elba Pérez Villalba, define con claridad el concepto de políticas públicas, así como el concepto de política agrícola. Ramírez Moreno fue un extraordinario y querido profesor Investigador del CIESTAAM, de la Universidad Autónoma Chapingo.
Cabe destacar aquí, para propósitos de esta Carta Robada que la política agrícola tiene, de acuerdo a Ramírez, varios objetivos (de corto, mediano y largo plazo) como la estabilización de precios de los alimentos, defensa y mejoramiento de los ingresos rurales, protección de ciertas producciones y determinadas regiones, racionalización de la comercialización, estímulo a la producción y disminución de la dependencia alimentaria. Este último objetivo es de gran importancia como se verá. Para ello hace uso de algunos instrumentos entre ellos, política de precios, política de comercialización, precios de los insumos y política de gasto público.
Este marco teórico lo podemos observar en el último comunicado del año 2022, del Movimiento Campesino Indígena y Afromexicano Plan de Ayala Siglo XXI (MCIAPASXXI). Precisamente el comunicado del Movimiento dirigido al Presidente de la República, dado el contexto de los últimos años y sobre todo en lo relativo a la política agrícola en el año 2022, insiste en la necesidad de definir la política agrícola, en el actual sexenio, defendiendo algunos de sus principales objetivos, como los señalados, así como hace énfasis en el mejor manejo de algunos de sus instrumentos, teniendo en el centro la soberanía alimentaria.
JUSTICIA A INGRESOS DE PEQUEÑOS PRODUCTORES
En relación a la política de ingresos, política de precios e insumos, el MCIAPASXXI señaló que, “…el programa de precios de garantía del actual gobierno, es un programa paradigmático y significativo del gobierno de la 4T para asegurar ingresos justos a los productores más afectados por décadas de políticas neoliberales, y es necesario defenderlo a pesar de la mala operación y decisiones que ha padecido desde su origen hasta el día de hoy, donde tienen una gran fuerza las grandes empresas agroalimentarias”.
Particularmente en torno al tema de los insumos, el movimiento propone que Segalmex “…requiere de una revisión profunda pues el control de la inflación no debe recaer sobre en el precio de venta de las cosechas de los pequeños y medianos productores que han sido afectados por el alza exponencial en el costo de sus insumos (…) ya que vivimos en persona los efectos de esta en nuestros costos de producción.
Estamos de acuerdo en que es necesaria una política que contribuya a minimizar estos efectos inflacionarios en nuestro país, y por ello le hacemos un llamado para que los instrumentos de la política permitan amortiguar este efecto tanto en productores y consumidores…”.
Esta política contribuye además a desplomar y especular sobre los precios del producto más importante en la alimentación de las y los mexicanos en beneficio de las empresas agroalimentarias al adquirir el maíz a precio bajo y a la vez manteniendo los mismos precios altos en el precio de la harina y de la tortilla”.
En cuanto a la política alimentaria, por su parte, Juquila Araceli González-Nolasco y Jorge Martín Cordero Torres, de la Universidad del Istmo. Campus Ixtepec. Oaxaca, México, en su artículo, “Políticas alimentarias y derechos humanos en México”, publicado en Estudios sociales. Revista de Alimentación Contemporánea y Desarrollo Regional. vol.29 no.53 Hermosillo ene./jun. 2019, citando al CEDRSSA, de la Cámara de Diputados, comentan que este Centro de Investigación refieren, en cuanto a la política alimentaria “…que la política alimentaria es el conjunto de acciones e iniciativas del Estado desarrolladas para resolver el problema de la inseguridad alimentaria y nutricional mediante leyes, planes, programas, presupuestos e instituciones, relacionadas con el hambre, la desnutrición, la pobreza y la malnutrición”.
Podríamos observar que el enfoque de soberanía alimentaria es de gran relevancia para los grupos organizados articulados con el movimiento campesino cuyas voces están asociadas a las batallas por una política agrícola y alimentaria que vaya más allá del modelo neoliberal; sin embargo, esto no es así en el caso de algunos estudios académicos.
SIN MAÍZ NO HAY PAÍS
Cabe destacar que en el párrafo anterior la idea es identificar el concepto de política alimentaria, lo cual es de gran ayuda ya que El 15 de diciembre de 2022 La Campaña Nacional en Defensa de la Soberanía y la reactivación del campo mexicano Sin Maíz no hay país dio a conocer un posicionamiento: En relación con la campaña desinformativa que pone en duda la viabilidad del cumplimiento del decreto presidencial de eliminación progresiva del uso del glifosato y del maíz transgénico para el 2024, manifestaron lo siguiente:
“Es evidente que hay un enfrentamiento entre dos visiones sobre el rumbo que debe tomar la política alimentaria de México: una retrógrada que en la práctica está defendiendo los intereses de la élite agroempresarial unida a los de las transnacionales que controlan las semillas (híbridas y transgénicas), así como los plaguicidas; y otra visión progresista que busca ejercer la soberanía alimentaria y profundizar la transformación del sistema alimentario para garantizar los derechos a una alimentación sana, a consumir alimentos producidos en el país sin maíz transgénico e ir eliminando de manera gradual el uso de plaguicidas…”.
Con base en la definición de política agrícola y política alimentaria, podemos observar una articulación en donde estos dos campos están contribuyendo de manera decisiva en la 4T. Estos esfuerzos colectivos, como se puede ver, están dando una batalla que resulta complementaria y los avances y complementariedad de estas dos políticas, no se pueden explicar por sí solas.
(*) Doctor en Economía por la Universidad de Chapingo y experto en temas agrarios.
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