Cotero Establece en los Estatutos de SIMESA Perpetuidad y Herencia de su Cargo Sindical

De nueva opción, Cotero pasa a ser el Bufón del Sector Salud

De manera incongruente y anacrónica con los postulados de democracia sindical en la Reforma Laboral de la 4T, el dirigente de la incipiente organización los hace añicos al imponer artículos donde su liderazgo será de por vida, con el derecho a heredarlo a su primogénito como si se tratara del derecho divino ejercido por reyes de la edad media y borrado en la Revolución Francesa; funcionarios de la 4T y hasta Plácido Morales, Presidente del TFCA, comienzan a deslindarse de Cotero y su “hamponazo”, Héctor Carreón, en eso de su fantasiosa versión de que SIMESA es el sindicato que tiene exclusividad para afiliar trabajadores del IMSS-Bienestar

El Diván de la Utopía

Por I. León Montesinos
Especial de Cananea TV

Hace unos meses en una de las transmisiones del Diván de la Utopía, mostramos ante las cámaras un documento extraído de los estatutos del Sindicato Mexicano de Salud (SIMESA), donde se establecía en el Capítulo VIII, de forma particular su artículo 40, sobre las facultades del Presidente de su Comité Ejecutivo General, que el plazo del encargo para este puesto sería de forma “at vitam” (de por vida).

En nuestro chat, algunas personas han cuestionado la validez del documento y se han atrevido a decir que nuestro medio lo alteró. Suponemos que quienes han hecho tal descalificación a priori es porque no conocen el contenido de los estatutos de la incipiente organización sindical, pero conjeturamos que más bien forman parte de los escasos seguidores de Ricardo Cruz Cotero, el Presidente “at vitam” de SIMESA, e instruidos para evitar que el desprestigio de su líder siga en aumento.

Los estatutos con su derecho a la perpetuidad y a heredar el cargo a su primogénito

El documento existe y está registrado en el Tribunal Federal de Conciliación y Arbitraje (TFCA), lo que representa un hecho insólito en la historia del sindicalismo en México, tanto del apartado “A” como del “B”, pues que se tenga memoria, nunca ningún dirigente había plasmado en sus estatutos un disparate de tal magnitud.

Para que los trabajadores de buena fe no caigan en el engaño de Cotero y los líderes sindicales valoren lo que puede considerarse una megalomanía fuera de todo contexto histórico y jurídico, transcribimos de manera textual los siguientes incisos del citado artículo 40 de SIMESA:

Inciso e).- El plazo de encargo del Presidente Nacional será de forma at vitam y así continuará con la responsabilidad al frente de la Organización Sindical.

No se necesita mayor interpretación para entender que Cruz Cotero abandonará el cargo de SIMESA solo “con los pies por delante”, pues según su reglamento interno, será su líder “por los siglos de los siglos” (secula seculorum).

Pero lea con atención lo que dice el inciso f).- En el caso de que el Presidente del Comité Ejecutivo Nacional perezca o se encuentre imposibilitado para continuar con el cargo, quien lo sustituirá será su primogénito, siempre y cuando sea mayor de edad, en caso de que no lo sea, el Comité Ejecutivo Nacional designará a un Presidente Interino quien irá preparando administrativamente, políticamente y sindicalmente en todas las funciones al digno sucesor de este encargo.

Los dirigentes y abogados laboralistas consultados al respecto por este columnista antes de escribir el presente material, coincidieron en señalar de manera casi uniforme: “¿Es broma?”.

Que se tenga memoria, ni en los tiempos de dorados del corporativismo sindical del PRI, ningún líder se atrevió a tanto, pero sucede que ahora en el entorno de la Nueva Reforma Laboral de la 4T que alienta el fortalecimiento de la democracia interna en los sindicatos, un dirigente anodino intenta revivir en pleno siglo XXI algo así como el derecho divino del que gozaron y abusaron los Reyes de la Edad Media hasta que en 1793 fue aniquilado en la guillotina con la muerte de Luis XVI y su esposa María Antonieta, tras el estallamiento de la Revolución Francesa.

¿Qué mente anquilosada y retardataria puede albergar la idea de que los cargos sindicales son hereditarios?

Algunos líderes seccionales de SIMESA consultados por el que esto escribe, aseguran que Cruz Cotero tuvo bien ocultos estos estatutos que por peticiones de transparencia vieron la luz pública, de otra forma, ni dirigentes estatales ni los escasos agremiados se hubieran enterado de su papel de “súbditos del Rey Cotero”, que al validar su liderazgo acatarían su voluntad absoluta. Y casi por “mandato divino” aceptarían su perpetuidad en el cargo o la llegada de su primogénito en los años por venir.

Otro de los desvaríos del “monarca” de SIMESA, es imponer la firma de acuerdos de confidencialidad con su comité y los menguados liderazgos del país, para evitar que sus prácticas antidemocráticas salgan a la luz pública.

Contratos de confidencialidad que impone el anacrónico dirigente

No sabemos si Cotero tiene hijos menores de edad pero por el estilo monárquico de los estatutos de SIMESA, debemos inferir que así es.

En el trasfondo de esta oculta megalomanía hay un hecho lamentable que debe analizarse a fondo: muchos personajes están haciendo un uso incorrecto de las nuevas leyes laborales en el país para crear estructuras de beneficio personal, disfrazadas de nuevos sindicatos.

Cotero ha dado ya pruebas de ello al desconocer y desplazar se forma ilegal y autoritaria a dirigentes de diversos Estados del país, por el solo hecho de pedirle rendición de cuentas. Una obligación insalvable en la Reforma Laboral de la 4T.

De la 4T se brincaron con Taboada

Algunos de estos líderes, electos por vía democrática y con toma de nota, han sido sustituidos por personas con antecedentes de corrupción y violencia. Uno de los casos ya paradigmáticos que ha acrecentado el rechazo a Cotero, fue la llegada al comité de SIMESA en la CDMX, del ex dirigente de la Sección 12 del SUTGCDMX, Héctor Carreón Garcés, con averiguaciones pendientes en la Fiscalía capitalina por venta de plazas y comisiones sindicales, entre otros delitos.

Cruz Cotero desplazó del cargo a dos mujeres en un ejercicio de evidente violencia política en razón de género, para dar cabida al que él mismo ha llamado “nuestro hamponazo”, según consta en una grabación que circula en redes y de la cual tenemos el audio para compartirlo con quien guste.

Más que un anacrónico monarca, Ricardo Cruz Cotero ha terminado recategorizándose, ya no digamos como despótico reyezuelo, sino como un bufón que ha perdido credibilidad ante el gremio de los trabajadores de la salud y de los líderes del mundo sindical, al carecer de la mínima congruencia y seriedad.

Su megalomanía, aderezada con una enfermiza mitomanía, ha orillado al propio presidente del TFCA, Plácido Morales, ha desmentir su fantasiosa versión de que SIMESA es el único sindicato facultado para afiliar a trabajadores del IMSS-Bienestar.

En SIMESA se desplaza a líderes honestos para imponer a hamponazos como Héctor Carreón

Y su proclividad a la traición política al declararse primero fiel devoto de Morena y la 4T, para después aparecer junto con su “hamponazo”, Héctor Carreón, al lado del candidato de la derecha a la CDMX, Santiago Taboada, le está ganando el bien merecido mote del “bufón del sector salud”.

Lamentamos informarles a los escasos seguidores de este líder, que al decir de sus ex secretarios no suma ni 500 agremiados en todo el país, que las verdaderas organizaciones gremiales del sector salud como el SNTSA, SNTISSSTE o el SNTSS –con miles de agremiados en los 32 estados de la República, lo mismo que la Sección 12 del SUTGCDMX–, ni por asomo contemplan en sus estatutos la chifladura de establecer los periodos de sus dirigentes de manera “at vitam”, y muchos menos dictan que sus primogénitos heredarán los liderazgos.

¿Dónde queda ante esta torcida idea del sindicalismo, la libre voluntad de los trabajadores para fortalecer la democracia interna a través de su voto libre, directo y secreto? Nacientes organizaciones están surgiendo y que bueno que así sea, pero que se acompañen del verdadero objetivo de velar por el bien de la clase trabajadora y no con el fin de incubar desvaríos privados.

A Luis XVI una enardecida muchedumbre de franceses, lo llevó a la guillotina en Paris; al bufón de Cotero, no será necesario esto, porque solito se está cortando la cabeza, lo mismo que a su “hamponazo”, Héctor Carreón, que se dice líder de SIMESA en la CDMX, pero sin toma de nota.

Al deslinde de Plácido Morales, se están sumando muchos funcionarios y legisladores de la 4T, que ya se percataron de los extravíos mentales de Cruz Cotero, que ahora hace sonar sus cascabeles de arlequín en los actos de campaña del panista, Santiago Taboada.

 

 

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