Slim Casi Borra la Jubilación de los Telefonistas Ante un Inerte STRM

Hernández Juárez y el cuestionable acuerdo

Mientras gobierno, empresa y dirigencia celebraron el acuerdo mediante el cual Francisco Hernández Juárez, aceptó el retroceso histórico y golpe al Contrato Colectivo y a los derechos de jubilación de miles de trabajadores a cambio de abrir mil 942 nuevas plazas, al interior de la organización hay malestar por una inmensa mayoría que se abstuvo de apoyar tal regresión laboral

 Por Rafael Trujano (*)
Especial para Cananea TV

 Y ahí estaban los tres: Héctor Slim Seade, director de Teléfonos de México (Telmex), Luisa María Alcalde, Secretaria del Trabajo y Francisco Hernández Juárez (FHJ), Secretario General del Sindicato de Telefonistas de la República Mexicana (STRM), firmando el lunes 16 de enero de 2023, el Convenio que casi logra borrar el derecho de jubilación del Contrato Colectivo de Trabajo (CCT) de los telefonistas.

Las palabras del director de Telmex en el evento, retratan su (¿forzado?) regocijo: “que mejor manera de empezar el año con el pie derecho como estamos empezando” expresaría y luego, sonrientes, se tomarían la foto obligada para, darse a la tarea de presentar cada uno por su lado, como un beneficio lo que en realidad, es el más agresivo golpe a los trabajadores telefonistas.

De esta manera, se da carpetazo a los dos emplazamientos de huelga que llevaron al STRM a estallar la misma el pasado 21 de julio de 2022.

El primer emplazamiento databa de febrero de 2017 interpuesto por violaciones al CCT para supuestamente, detener la ordenada Separación Funcional de la empresa que dio origen a la empresa Red Nacional de Última Milla (RENUM) y que se dijo oficialmente, ordenó el Instituto Federal de Telecomunicaciones (IFeTel) pero se sabría después, era en realidad una iniciativa de Telmex.

Este tema, quedó fuera totalmente del Convenio suscrito y ni siquiera se tocó luego del 22 de julio en las mencionadas mesas de negociación que, presume la Secretaria del Trabajo y Previsión Social (STPS), se celebraron para lograr, un “acuerdo exitoso… que es darle una solución a Teléfonos de México a través de la participación del Sindicato y la empresa”.

El STRM fue por vacantes… y terminó entregando nuevamente los derechos de jubilación

El otro emplazamiento, interpuesto en mayo del 2021, intentaba llamar la atención de la autoridad del Trabajo para obligar a Telmex a cumplir con la contratación de mil 942 vacantes acordadas en negociaciones previas y que retadoramente, Telmex se negaba a contratar para luego, condicionarlas hasta que finalmente, consiguió doblar casi totalmente al Sindicato y salir triunfante como lo expresan las palabras del propio director y la misma Secretaria del Trabajo.

Y para que no quedara duda del apoyo que la Presidencia de la República brinda a los términos del Convenio firmado, en la mañanera del jueves 19 de enero, el Presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO), requirió de su Secretaria del Trabajo platicar a los presentes, como se resolvió el problema de Teléfonos de México que en sus palabras, fue a través de un método democrático y afirmando “vamos al cambio… para atrás nada… pero por el camino de la concordia, de la conciliación, del convencimiento, de persuadir, no de imponer, absolutamente nada”

Y Luisa María Alcalde con una gran seguridad, afirmó que “el sistema de jubilación actual” (sic), “venía con los años, generando un pasivo laboral muy grande que estaba, digamos, poniendo en cierta (sic) situación de riesgo a Teléfonos de México…”, luego, refiriéndose a los actores negociantes, dejó asentado que “ambos tenían que flexibilizar sus posiciones porque de no hacerlo, pues… , simplemente iba a acabar esto en la quiebra muy probablemente de Teléfonos de México”.

Convencida de su buen trabajo, Luisa María Alcalde afirmó: “…me parece que ello fue permitiendo finalmente encontrar una salida, una salida que permite pensiones dignas para los futuros trabajadores pero también la viabilidad de la empresa y la posibilidad de tener finanzas sanas…”

Así, mientras los futuros telefonistas son atropellados en sus derechos de jubilación y el CCT sufre un agresivo nuevo recorte, la más alta autoridad del país se ufana de ir para adelante, al cambio.

¿Cuáles son los cambios que ellos celebran?

La siguiente tabla, permite ver las diferentes mutilaciones a la Cláusula 149 del CCT en los años de 2009, 2015 y ahora:

Así, lo que para la Secretaria del Trabajo son pensiones dignas, se traduce para el trabajador telefonista en una pérdida acumulada de 12 años en la edad de los hombres y 17 años en la de las mujeres para poder ejercer el derecho a jubilarse pues ahora se precisa de un mínimo de 65 años de edad.

En cuanto al porcentaje de jubilación pensionaria, en el recién Convenio firmado, se cerceno un 20% del mismo pues ahora, el máximo porcentaje posible de obtener del Salario Pensional Integrado es de 60%.

Por otro lado, aunque la Cláusula 150 que determina la conformación del Salario Pensional integrado, no sufrió modificación en esta ocasión, presenta la siguiente condición de deterioro:

Pero, la empresa que está en riesgo de quiebra al decir de Luisa María Alcalde, tiene motivos ciertos para afirmar que comienza con el pie derecho el 2023 y es que, no solamente nadie habla ya de la Separación Funcional de la empresa sino que, además de conseguir mutilar nuevamente los términos de jubilación, en el Convenio suscrito, Telmex consiguió recortar también lo relacionado con la prestación “gastos educacionales” reduciendo el pago de estos de 36 a 10 días.

Los nuevos mil 942 telefonistas pierden entonces, 26 días anuales aunque hagan trabajo igual a quien cobre 36 días y sean parte del mismo CCT pero para la autoridad laboral, esto es cosa menor.

En lo que al número de pago de días por finiquito al concluir la vida laboral, Telmex logró reducirlo de 20 a 10 días de salario integrado y todo, gracias a que la dirigencia sindical decidió no utilizar cuando debía hacerlo, toda la fuerza gremial para confrontar a la empresa.

Grave también, el recorte al porcentaje de utilidad del fondo de ahorro. En este caso, Telmex se quedará con un 105% de la utilidad que el ahorro del trabajador genera y que en derecho le pertenecerá a cada uno de estos nuevos mil 942 empleados.

La siguiente tabla muestra esto último:

En este último caso, debe llamarnos la atención lo que aparentemente es un error pero, del que los signatarios, no se percataron.

El porcentaje de utilidad al ahorro del trabajador, se entrega al finalizar cada año tanto a los telefonistas activos como a los jubilados.

La pretensión conseguida por Telmex de reducir el porcentaje de utilidad se entiende, es con la intención de que los nuevos mil 942 telefonistas, cobren desde el inicio de su vida laboral activa, un 105 % menos y no hasta que tengan estatus de jubilado pues así quedó asentado en el Convenio firmado y que se observa marcado en rojo en la tabla anterior.

Su prisa por amputar el CCT les obligará ahora, a armonizar el texto correspondiente.

Simulación de consulta para sancionar el golpe a la jubilación

La resistencia levantada por la oposición telefonista a lo largo de más de cinco años, no logró impedir la imposición de la separación funcional de Telmex ni la creación de la empresa RENUM, tampoco logró impedir el tercer cercenamiento a las cláusulas de jubilación y otras pero, si logró impedir que Telmex se saliera por ahora con la suya, de borrar en definitiva los derechos jubilatorios como lo ansiaba Héctor Slim Seade.

Tanto en la Presidencia de la República como Luisa María Alcalde, dicen que los telefonistas activos fueron consultados y tomados en cuenta para los cambios en retroceso del CCT pero, lo que califican como método democrático, en realidad fue un desaseado ejercicio de simulación de consulta por parte de la dirigencia sindical y de la autoridad laboral que aceptó los resultados presentados por el Sindicato.

De parte de la STPS no hubo supervisores vigilando que la votación levantada fuese limpia, tampoco se cubrió el requisito marcado por la ley de distribuir por parte de la empresa un ejemplar del CCT con los términos en que quedarían las cláusulas afectadas de resultar mayoritaria la votación aceptando los cambios.

Por supuesto, tampoco hubo notarios que dieran fe de limpieza y transparencia del ejercicio y lo que es peor, en la boleta de votación sólo se votó si se aceptaba o no la propuesta “respecto a la jubilación para los trabajadores de nuevo ingreso” pero, la patronal, con la complicidad de la dirigencia sindical y la vista gorda de la STPS, se sirvió con la cuchara grande incluyendo en la CLÁUSULA OCTAVA.- Punto de convenio, lo siguiente “…una vez que se cuente con la información y documentación necesaria, iniciarán durante el 2023 las acciones para acordar la implementación del “Programa de intercambio de pasivo laboral por acciones”, con la finalidad de llegar a un acuerdo integral que otorgue viabilidad a la Empresa, comprometiéndose a informar y presentar a los trabajadores el referido Programa, mismo, que es de aplicación voluntaria para las y los trabajadores activos y jubilados.”

El arte de presentar como un avance lo que es una derrota sindical

Aunque autoridades y representación sindical se han dado a la tarea de vender la idea de que el acuerdo firmado, es un logro para los telefonistas y hacen esfuerzos por demostrar que cuenta con la aprobación de la inmensa mayoría de sindicalizados, las cifras oficiales reconocidas, dicen algo diferente.

Por supuesto, es innegable que una mayoría votó a favor del SÍ pero también es innegable que el desaseado proceso da lugar a amplias dudas sobre estas cifras en particular. Aun así, la dirigencia sindical debe preocuparse del rechazo que soterradamente, se viene expresando cuando de votaciones se trata y por ello, suspendieron las Asambleas Generales presenciales que libremente, discutieran lo que se iba a votar. También por ello, ejecutaron el clásico rondín a los mismos puestos de trabajo con urnas errantes y levantando la votación en presencia de la misma representación sindical.

Con todo y eso, nuevamente la dirigencia se ha visto forzada de reconocer que un número importante de trabajadores votó NO y, aunque se cuidan de mantener oculto el porcentaje de abstención, este se abre paso para mostrar lo falso de la manipulada afirmación de Luisa María Alcalde en Palacio Nacional al decir “…el Sindicato, consultó a todas y todos los trabajadores si estaban de acuerdo con esta negociación y es así que el 85 % de los trabajadores decidieron ir adelante…”

Sólo el 43.33 % del total del padrón sindicalizado votó SI y todo indica que dicha cifra, es producto del desaseado proceso y por tanto, dudosamente creíble.

Más preocupante debería ser para los triunfalistas, que la abstención total llegó al 49.20 % cuando tradicionalmente en el STRM, se manifiesta una férrea disciplina a los llamados de la dirigencia atendiendo votaciones como esta última ampliamente.

El conflicto no ha terminado

Ante la opinión pública, los tres firmantes se esmeran por aparentar que por fin, se encontró una solución al conflicto y ahora, todo será concordia entre los Slim y FHJ pero sucede que el Convenio firmado, reza en su CLÁUSULA TERCERA.- Punto de convenio “…Empresa y Sindicato acuerdan que en los 30 días siguientes a la firma del presente, iniciarán el proceso de contratación de mil 942 plazas conforme a la Cláusula 149 Quater del Contrato Colectivo de Trabajo”

¿Qué pasará si el STRM pretende una plaza más allá de las mil 942? No se requiere mucho esfuerzo de análisis para saberlo. Telmex no contratará ni una plaza más si no logra que la jubilación sea borrada del CCT poniendo de rodillas a FHJ.

Por lo demás, es más que obvio que se requieren recuperar decenas de miles de plazas para atender el número de quejas, reparaciones, instalaciones y nuevos crecimientos telefónicos que hoy día, es un reclamo de la ciudadanía que exige y con razón, un servicio de calidad acorde con lo que paga por él.

A la par de recuperar nuevas plazas, la siguiente gran batalla para las huestes sindicalizadas, es impedir el canje de hasta el 40 % de la pensión jubilatoria por Acciones bursátiles de una empresa que no reparte utilidades y ha convencido al gobierno de que transita en peligro de quiebra.

El asunto no es cualquier cosa, el que un solo telefonista acepte este tipo de transacción, implica romper el CCT cuyo clausulado, ampara a todas y todos los miembros agremiados en su calidad de asalariados y no de accionistas bursátiles de la propia empresa como ahora, la Secretaria del Trabajo también pregona y quien frente al Presidente y con su beneplácito, afirmara refiriéndose a los trabajadores, “y van a poder ser accionistas como cualquier otro en Teléfonos de México”.

El conflicto está lejos de haber concluido y sin duda, que desde la Presidencia se forzó por el tipo de solución “negociada” al que se llegó contando por supuesto, con el acuerdo persuadido de Carlos Slim. Así parece demostrarlo el gesto expresado por el Presidente cuando, haciendo un reconocimiento a los trabajadores, a la empresa, a FHJ dirigente, se oye una voz femenina (¿Luisa María?), diciendo “y Héctor Slim” (el director de Telmex)… AMLO de su lado y haciendo una pausa silenciosa, sonríe y expresa “Carlos Slim” para que al mismo tiempo, también el auditorio presente, con él se ría.

(*) Jubilado telefonista

 

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