Trasnacionales controlan el poder global
Las cartas que expertos hicieron llegar al presidente de México, la primera en
noviembre y otra en diciembre, pidiendo la renuncia del titular de la SADER, Víctor Villalobos, contienen elementos relativos a los cambios que se generaron con el arribo de las elites neoliberales al gobierno desde principios de los años 80, que modificaron la frontera entre lo nacional y lo global
LA CARTA ROBADA
Por Emilio López Gámez (*)
Especial para Cananea TV
En el ensayo de Alejandra Salas –Porras, “Las Elites neoliberales en México: ¿Cómo se construye un campo de poder que Transforma las prácticas sociales de las élites políticas?”, (Revista Mexicana de Ciencias Políticas y Sociales. UNAM. Nueva Época. Año LIX. Numero 222), analiza varios temas asociados a las élites de poder y políticas en México.
En uno de esos temas, aborda la dinámica de los campos de poder ubicados en la frontera entre lo nacional y lo global, lo que pensamos está muy relacionado con el tema que han expuesto organismos de la sociedad civil, expertos en los temas de la problemática rural, ambiental y agropecuaria; científicos, movimientos campesinos e indígenas y afromexicanos, que, en varias cartas dirigidas al Presidente de la República, piden la renuncia del Secretario de la Sader, Dr. Víctor Villalobos.
Evidentemente el tema es muy delicado porque desde principios de los años 80 México ingresó en un proceso de recomposición de las elites del poder, lo que dio mayor poder a las élites con una inclinación neoliberal, donde el Estado del modelo anterior de desarrollo, pasaba a ser sustituido por el mercado, con fuertes intereses transnacionales que señala Salas- Porras, “…no sólo cambiaron la frontera entre lo nacional y lo global, sino también la frontera entre lo público y lo privado”. Mercado autorregulado (en apariencia incontaminado de intereses) “…como el árbitro que define y subordina según su lógica a las mismas instituciones del Estado…”.
Elementos centrales de la recomposición de aquellas élites se empezaron a desarrollar a partir, sobre todo, de los años 80, por ejemplo, los grupos de profesionistas, expertos que tuvieron acceso al tipo de conocimiento que venían con las recetas neoliberales, capaces de normalizar visiones –escribe Salas-, donde el conocimiento como recurso de “…poder no es neutral y es utilizado como uno de los insumos más importantes para la producción de la sociedad misma”.
Obviamente estos expertos se organizaban y organizan, al parecer también hoy, en redes globales intergubernamentales, construidas- siguiendo a la autora- con el fin de regular ámbitos de la sociedad global. Estos procesos llevan al concepto de soberanía desagregada que podría expresarse, por un lado, como la defensa de los intereses del país de origen, en el espacio global y por otro, como el derecho “… de actuar sin rendir cuentas…” al país de origen.
Precisamente este último punto destaca en esas cartas enviadas al presidente, cuando se señala que el funcionario de la Secretaría se toma atribuciones que no le corresponden y compromete al país en proyectos globales, o cuando se dice que, sus definiciones en el ámbito internacional son una expresión más del desempeño orientado exclusivamente al privilegio de los agronegocios privados y empresas transnacionales. Solicitamos- escriben- “no comprometer el apoyo de México a la iniciativa AIMAC4”, y que Víctor Villalobos no forme ya parte de su gobierno.
TRASNACIONALES CONTROLAN GOBIERNOS
La globalización entonces más allá de las transformaciones tecnológicas y técnicas, transforma las relaciones entre países y desde luego la toma de decisiones situándose en “configuraciones espaciales que trascienden las fronteras nacionales”, generando campos de poder ubicados entre lo nacional y lo global, con estructuras de autoridad de múltiples niveles, donde los actores relevantes en estos niveles son, entre otros, las empresas transnacionales y sus representantes, que partiendo del poder que tienen en los espacios públicos de sus gobiernos, en el ámbito global toman decisiones de acuerdo a intereses privados o de interés transnacional, actuando con una gran discrecionalidad en la toma de decisiones.
Las cartas que le hicieron llegar al presidente de México, una en noviembre y otra en diciembre, contienen esos elementos mencionados, es decir, los relativos a los cambios que se generaron con el arribo de las elites neoliberales al gobierno desde principios de los años 80, que modificaron la frontera entre lo nacional y lo global.
TITULAR DE SADER PRIVILEGIA AGRONEGOCIOS
Los grupos ciudadanos, entre ellos organizaciones, asociaciones, personalidades, científicos, escribieron así su descontento al presidente: “Nos dirigimos a usted para expresarle nuestro desacuerdo ante las recientes afirmaciones, en la COP26, de Víctor Villalobos Arámbula, Secretario de Agricultura, y de Sol Ortiz, Directora de Atención al Cambio Climático y de la Estrategia Nacional de Polinizadores de esa misma secretaría. Ambos funcionarios, tomando atribuciones que creemos no les corresponden, comprometieron el apoyo de nuestro país a la Misión de Innovación Agrícola para el Clima (AIMAC4 por sus siglas en inglés).” Actúan en lo global, a expensas de la democracia nacional.
En el caso del movimiento campesino Plan de Ayala (MCIAPASXXI) en su carta señala: “Dichas declaraciones( de los funcionarios) son una expresión más del desempeño orientado exclusivamente al privilegio de los agronegocios privados, tanto de integrantes del Consejo Nacional Agropecuario como de corporaciones trasnacionales, orientación que ha desarrollado el mencionado titular de la SADER, llegando —por poner otro ejemplo—a desviar el objeto social de SEGALMEX, originalmente enfocado a viabilizar la realización de las cosechas de los pequeños y medianos productores aprovechando los precios de garantía…”.
El MCIAPASXXI, argumenta y propone: Su postura- la del funcionario- no ha sido ahora, ni en otras numerosas ocasiones, acorde con las políticas que Usted impulsa y que permitirían lograr una agricultura sustentable y una alimentación sana en nuestro país. Ese cambio puede representar un paso decisivo para la transformación de la política agropecuaria industrial que destruye el ambiente y la salud de los seres que pueblan el planeta y sustituir ese paradigma por otro modelo de desarrollo alternativo que incluya una relación hombre naturaleza a través, por ejemplo, de la agroecología.
(*) Doctor en Economía por la Universidad de Chapingo y experto en temas agrarios.