Los Factores de Poder en la Importación de Maíz Amarillo a EU, 2019-2024

Millones de toneladas del grano se importan de EU

En marzo del 2024 el Servicio de Información Agropecuaria y Pesquera (SIAP) informó que “México presenta insuficiencia en la producción de maíz amarillo; alrededor del 71% de la oferta nacional se cubre con importaciones, el destino es básicamente el consumo pecuario. Se estima que en el ciclo de mercado de oct 2023/sep24, las cosechas nacionales del grano sean de 3.2 millones de toneladas, 5.4% menor, comparado con el mismo periodo anterior, mientras que las importaciones podrían ser de 18.4 millones de toneladas, nivel 0.4% menor al del periodo anterior

La Carta Robada

Por Emilio López Gámez (*)
Especial para Cananea TV

En los últimos meses se han dado varias aproximaciones sobre importaciones de maíz a México para el año 2024. Algunas de esas opiniones señalan que se importarán 18.4 millones de toneladas y otra dice que se importarán 16 millones de toneladas de maíz amarillo; una tercera, comentan, que se importarán casi 24 millones de toneladas. El tema de las importaciones ha servido para que desde el exterior los EUA argumenten catástrofes alimentarias y para que en el interior del país los creadores de la dependencia se señalen salvadores.

En marzo del 2024 el Servicio de Información Agropecuaria y Pesquera (SIAP) informó que “México presenta insuficiencia en la producción de maíz amarillo, alrededor del 71% de la oferta nacional se cubre con importaciones, el destino es básicamente el consumo pecuario. Se estima que en el ciclo de mercado de oct 2023/sep24 las cosechas nacionales del grano sean de 3.2 millones de toneladas, 5.4% menor, comparado con el mismo periodo anterior, mientras que las importaciones podrían ser de 18.4 millones de toneladas, nivel 0.4% menor al del periodo anterior.

No decrece nuestra dependencia alimentaria

El precio nacional del grano se ve influenciado por el comportamiento del precio internacional, en marzo de 2024 se pagaron seis mil 560 pesos por tonelada al productor, 13.1% más que lo registrado en el mismo mes del año previo.” (página 38 del documento: “expectativas agroalimentarias 2024”. Este documento del SIAP contiene información hasta marzo del 2024).

De acuerdo a la opinión SADER (en voz del Secretario Víctor Villalobos) en febrero del 2024 (@Expansión Mx) comentó que: “México prevé importar hasta 16 millones de toneladas de maíz amarillo para 2024. El país es autosuficiente en producción de maíz blanco, pero importa grandes cantidades de amarillo, casi en su totalidad de Estados Unidos. También comentó que “México prevé importar entre 14 y 16 millones de toneladas maíz amarillo en 2024, una cantidad que está dentro del promedio anual, dijo…”

Para el Grupo Consultor de Mercados Agropecuarios (GCMA) las importaciones de maíz amarillo podrían ser superiores, ya que: “Como consecuencia de la sequía que impactó el inicio de siembras de maíz del ciclo PV 2024, el pronóstico de importaciones es de una cifra récord de 23.8 millones de toneladas”. “Destacó que la producción en 2023 fue de 27.55 millones de toneladas, mientras que las importaciones sumaron 19.74 millones de toneladas; pero para 2024 la producción disminuirá a 23.42 millones de toneladas, por lo que se proyecta una mayor importación de grano (El Economista. 20 de agosto 2024).

Entre los argumentos del GCMA en sus análisis incluyen el tema de la sequía, los precios etc. pero a lo largo del sexenio han cuestionado el manejo del presupuesto y cuestionado los programas del sexenio actual.

Insuficiente la producción nacional

Aquí es importante observar que el gobierno federal había proyectado una importación de 17.6 millones de toneladas de maíz para el año 2023, con datos hasta junio de ese año (anexo 5to. Informe de gobierno), pero el GCMA señala que las importaciones sumaron 19.7 millones de toneladas. Hay que observar por otro lado, que en los últimos 12 años no se observa que en ningún año las importaciones de maíz hayan crecido tan abrumadoramente, excepto en el periodo de EPN (periodo durante el cual los grupos privados no cuestionaron al modelo neoliberal para el campo). Así también, hay que observar que con datos a abril del 2024 el SIAP informó que “En 2023, las importaciones mexicanas de maíz grano amarillo totalizaron 19 millones 142 toneladas…” (Escenario mensual de productos agroalimentarios Dirección de Análisis Estratégico, 15 de abril de 2024). Esta cifra está muy por debajo de la que maneja el GCMA (La cifra del GCMA es superior en más de 500,000 toneladas).

Otra fuente declara que la “La producción prevista para el ciclo 2022/23 abarca el 54.7% del consumo nacional, menor a el ciclo anterior, lo restante provendría de las importaciones. En relación con lo anterior, se prevé que las importaciones sean de 19.4 millones de toneladas volumen que representa una disminución de 10.2% con relación a 2022/23” (Fideicomisos Instituidos en Relación a la Agriculturas, FIRA, expectativas 2024)

En el tema de las importaciones de maíz, el sector privado, ha buscado incidir en los destinos del gasto público, a pesar de que fueron los que desarrollaron en el modelo neoliberal la dependencia alimentaria

Si consideramos los diferentes análisis sobre las importaciones tenemos que la diferencia entre lo que proyectó el gobierno federal como importaciones de maíz amarillo para el año 2023 en realidad se quedaron cortos, ya esas importaciones resultaron superiores en cerca de 2 millones de toneladas. En el periodo de Enrique Peña, hay registro de que las importaciones de maíz entre el año 2013 al 2014 fueron superiores en más de 3 millones de toneladas.

En el análisis de las proyecciones de las importaciones de maíz participan varios factores de poder: El sector privado del campo que ha sido privilegiado por décadas por el viejo régimen político no se conforma con haber recibido durante la mayor parte del siglo XX y en el siglo XXI, cuantiosos recursos que remataron con una mayor dependencia alimentaria. De donde resulta paradójico el acusar al gobierno (de parte del sector privado) la falta de resultados de los programas gubernamentales que discursivamente estarían destinados a pequeños productores. En el fondo, el sector privado no ha dejado de insistir (en las “cifras record de importaciones”) para inclinar el gasto rural en su favor.

Otro factor de poder, es que desde las entrañas mismas del gobierno estos programas presentaron obstáculos ya conocidos (entre otros una caída del monto presupuestal de esos programas en términos reales y la corrupción), sobre todo, excluyeron al campesinado y sus organizaciones y decidió (el gobierno) llevar a cabo el proyecto del campo solos y esos son sus resultados: La dependencia sigue y sus constructores neoliberales se empeñan en mostrarse los salvadores.

(*) Doctor en Economía por la Universidad de Chapingo y experto en temas agrarios.

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