Apropiarse del Único es cuestión de supervivencia
Este miércoles, Joel Ayala hará todo lo posible para que los delegados al Congreso General Extraordinario aprueben una reforma estatutaria cuyo contenido ni siquiera conocen, pues fue elaborada por los incondicionales del sempiterno líder sin el menor consenso con los secretarios seccionales y las bases, pero que es un traje a la media del líder de la burocracia para asumir el control total del sindicato más importante de la CDMX
El Diván de la Utopía
Por I. León Montesinos
Especial de Cananea TV
Este miércoles 23 de junio, Joel Ayala Almeida tendrá su última oportunidad de apoderarse del SUTGCDMX, durante la instalación y trabajos del Congreso General Extraordinario de esa organización, donde apuesta todo a una reforma estatutaria de la cual no tomó parecer a los 40 secretarios seccionales y menos a los 110 mil sindicalizados que integran su base trabajadora.
Para el eternizado dirigente que ha manipulado a la burocracia nacional por más de dos décadas, controlar el sindicato más numeroso del gobierno capitalino es una cuestión de sobrevivencia a su desgastado cacicazgo, sobre todo porque al interior de su menguada central ya se gesta un soterrado y creciente descontento de muchos líderes de sindicatos de Secretarías y entidades públicas, que están en desacuerdo con la pasividad de Ayala Almeida para alzar la voz oponiéndose a decisiones arbitrarias en contra de los servidores públicos que menos ganan y a los que se les está obligando a presentar su declaración patrimonial, advertidos que de no hacerlo serán sancionados y perderán su empleo.
No pocos están seriamente preocupados porque sus agremiados se cansaron de esperar de sus dirigentes una actitud más responsable contra este atropello, temiendo que sindicatos emergentes que están surgiendo en el marco de la Reforma Laboral, asuman el control de estas banderas de lucha, desfondando en un mediano plazo, sus membresías antes cautivas.
En enero del 2020, unos 26 secretarios seccionales solicitaron al titular de la Federación de Sindicatos al Servicio del Estado (FSTSE), su intervención para asumir el control del Único en ausencia de un presidente, a través de un Directorio –figura no contemplada en sus estatutos para la suplencia de este cargo–, luego de que ciertos funcionarios del GCMX en contubernio con el Tribunal Federal de Conciliación y Arbitraje (TFCA) , declararon nula la elección interna del 9 de enero donde resultó ganador el candidato de la Planilla Azul, Hugo Alonso Ortíz, líder de la Sección Uno de Limpia y Transporte.
A la distancia, estos dirigentes menores están seriamente contrariados y convencidos del error que cometieron al poner su organización en charola de plata a un político que resultó todo un costal de mañas. El ex senador priísta lejos de representarlos y convocar al proceso de elección pendiente, aprovechó la extensión de su cargo por motivos de la pandemia del Covid-19, para apoderarse paulatinamente del control absoluto, a través de los integrantes del Directorio, seleccionados por él mismo en acuerdo con el ex dirigente, José Medel Ibarra.
Personajes que han hecho todo cuanto les ha ordenado Ayala Almeida, como avalar la modificación al Reglamento Interno de la Caja de Previsión de los Trabajadores a Lista de Raya (CAPTRALIR), con la que se pretendía lesionar los derechos a la vivienda y a una pensión digna de más de 55 mil trabajadores. La medida debió desecharse cuando los iracundos afectados ya amenazaban con iniciar un movimiento que hubiera incendiado la pradera política en el GCMDX. Una de las tantas fechorías del Directorio.
El pasado jueves 17, durante el Congreso General Extraordinario celebrado en el Salón Federalismo del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Secretaría de Salud (SNTSA), los delegados del Único dieron un serio revés a la pretensión de Joel Ayala de madrugarlos para que votaran a favor de una Reforma Estatutaria de la que no les tomó parecer alguno.
Es decir: el líder de FSTSE pretendía que dócilmente votarán a ciegas por algo que no conocen a detalle pero que, como ha trascendido, es un traje a la medida de los intereses de Ayala Almeida y su círculo de incondicionales, y ajeno totalmente a las legítimas aspiraciones de los secretarios seccionales y al sentir de las bases. De hecho, es el camino aterciopelado a su propio candidato.
Empero, de nada le valió a Joel Ayala llevar a sus “terrenos” sindicales –el SNTSA es su alma mater política—a los delegados del Único y ni con todos los esfuerzos hechos por su personero, Ernesto Moreno, logró timarlos. La aprobación a su reforma estatutaria no pasó, pero ahora vuelve a la carga para este miércoles 23.
Dos son los puntos básicos de la convocatoria lanzada por la FSTSE: Reforma al estatuto del Único y el Reglamento de Elecciones, así como la aprobación del Órgano Colegiado Electoral. Éste último deberá integrarse por cinco de los delegados presentes en el evento.
A pesar de sus denodados esfuerzos, parece que el sempiterno líder se va quedando solo pues llamó poderosamente la atención que tras la celebración del Consejo General Extraordinario del pasado jueves 17, las autoridades del gobierno central emitieran un comunicado donde se habló del Comité Ejecutivo Nacional (CEN) de la FSTSE, como el responsable de hacer un llamado a la unidad y la congruencia para culminar el proceso de elección pendiente, pero ya no se mencionó en lo absoluto al Directorio mismo que, de hecho, ya no tiene razón de existir, pero al que Joel Ayala porfía en incluir como lo refiere la Convocatoria lanzada para el evento de esta semana que se realizará en la sede del Único, en Antonio Caso.
Este fin de semana corrieron las más variadas versiones y rumores, apuntando a que del dinero de las cuotas que Joel Ayala ha manejado con la más absoluta discrecionalidad en el año y medio que llevó las riendas del Directorio, tomará los recursos para intentar comprar las voluntades de los delegados al Congreso para que aprueben su reforma estatutaria que, insistimos, solo unos cuantos conocen su contenido pues este no fue producto de consulta alguna con los Secretarios Seccionales. Y ni en sueños, consensado con las bases. Todo un acto de antidemocracia con el que se dice, el dirigente de FSTSE se jugará el todo por el todo, en su acostumbrado estilo de sacar la cartera para comprar voluntades.
Si los delegados al trascendente evento se doblegan ante el poder económico de Ayala Almeida, estarán dándose un balazo en el pie y traicionando a las bases, al entregar con todo y escrituras su organización al líder de la burocracia, que la necesita para no caer al ostracismo político al que parece encaminarse irremisiblemente.
Su última responsabilidad debe ser instalar el Congreso y pasarse a retirar, pero no amedrentar ni manipular a los delegados en cuyas manos está decidir el futuro de su sindicato y en cuyos estatutos, por cierto, ya estaba contemplada la elección de su próximo presidente a través del voto libre, directo y secreto.
En los gobiernos posrevolucionarios del siglo pasado se hizo famosa la frase acuñada por Álvaro Obregón en el sentido de que nadie resistía un “cañonazo de 50 mil pesos oro”, para alinearse al nuevo sistema institucional. ¿De cuándo serán los “cañonazos” con los que, se dice, Joel Ayala piensa doblegar a los delegados al Congreso del Único?
Y lo más interesante de todo esto: ¿Estarán dispuestos estos delegados a reeditar esta vergonzosa etapa de nuestra historia?
No deben olvidar que en su calidad de delegados, son ellos y no Joel, Ernesto Moreno o sus personeros del Directorio, los que tiene la sartén por el mango y la capacidad de decidir sobre la forma en que deberán establecerse las reglas de la elección pendiente.
Ignominia o dignidad, será las dos aguas por la que se moverán quienes decidirán el rumbo del sindicato más importante de la CDMX y uno de los más numerosos del país.
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