Insuficientes los Recursos a Campesinos, en 2024 para Enfrentar a Empresas Globales

Necesarios más recursos para enfrentar al poder agroalimentario global

Un comparativo de los fondos asignados del 2015 al 2022, al Programa Especial Concurrente, muestra una reducción de 60 mil millones de pesos por los índices inflacionarios, amén de que varias de las acciones gubernamentales, se orientan a la entrega de apoyos individuales y rechazan el sentido colectivo y la visión de la organización para las actividades rurales en el campo. Tales errores de la burocracia federal actual y la de algunas entidades gobernadas supuestamente por la izquierda, fortalecen peligrosamente a la derecha e impiden enfrentar al poder alimentario global

La Carta Robada

Por Emilio López Gámez (*)
Especial para Cananea TV

En la obra de Karl Popper, La Sociedad Abierta y sus Enemigos, se expone que en la realidad, los fenómenos sociales, deben ser “… siempre considerados resultados, de las acciones, actitudes etc, de los individuos humanos (…) nunca debemos conformarnos con explicaciones elaboradas en función de los colectivos …”. Los colectivos no actúan, no tienen planes, señala Popper.

Aunque el Programa Especial Concurrente (PEC), expresión del gasto rural, ha presentado cambios destacados sobre todo durante el periodo de AMLO, ello no se ha traducido en soluciones contundentes, una razón, entre varias, es que el PEC ha caído en términos reales durante casi 10 años del 2015 a la fecha (considerando el monto proyectado de PEC para 2024).

Multinacionales controlan los campos de producción en el planeta

Otra razón, crucial, para las condiciones de organización y producción en México, lo constituye la orientación al individualismo que se manifiesta en varias acciones gubernamentales, una de ellas, en la entrega de apoyos individuales, que rechaza el sentido colectivo de la visión y decisiones de la organización para las actividades rurales en el campo en México.

Los antecedentes: De acuerdo a los montos aprobados en la cámara de diputados el PEC tuvo un monto en el 2015 de más de 353 mil millones de pesos, pero considerando la inflación desde el 2015 al 2022 se observa que en el año 2022 el monto aprobado en la cámara fue de más de 365 mil millones de pesos. En base a esta la inflación, ese monto en valores reales es de no más de 302 mil millones. En otras palabras, los 365 mil aprobados, considerando la inflación, en realidad son 302 mil millones, es decir aproximadamente 60 mil millones de pesos menos.

Dentro de los antecedentes podemos resumir los elementos más decisivos: 1.-Anteriomente se realizó un análisis del PEC desde el 2003 al 2022. Del 2003 al 2015 se observa que el PEC presentó una tendencia creciente, pero dado que se observa que a partir del 2015 cambia esa tendencia e inicia una fase declinante. Entonces, se realiza un análisis a partir del 2015 y hasta el 2022. con ello se observaron 8 años aproximadamente de una caída del PEC. 2.-A partir del 2015 empieza una línea de tendencia decreciente del PEC, que abarca parte del gobierno de EPN y de AMLO. 3.- Con esos antecedentes incluso se podían tener buenos resultados con un monto del PEC menor, siempre y cuando el PEC se llevara a una mejor distribución de los recursos (por ejemplo, con una mayor participación de las organizaciones del campesinado, los indígenas y los afromexicanos y los estratos más pobres). 4.-Pero el PEC, aunque registró cambios, no ha presentado, hasta la primera mitad del gobierno de AMLO un cambio de fondo que beneficie a los más pobres. 5.- Más bien al contrario, se observa cómo en algunos estados de la república los campesinos e indígenas más pobres ahora se les dan recursos para programas sociales 6.- Han sido excluidos de la producción y se sigue, además, presentando concentración de los recursos en grupos privilegiados.

Permanente el riesgo de transgénicos y glifosato, para incrementar ganancias

Para el proyecto PEC 2024, el monto propuesto de 440.5 mil millones de pesos no recupera el valor real que este tuvo en el año 2015. Por otro lado, negar las visiones colectivas en el campo es abrirles las puertas a enfoques privados, individuales o hacia enfoques corporativos. En el movimiento campesino se sostiene que, “…no compartimos la concepción que deposita en el Estado una función monopolista respecto a la organización social pues no corresponde a la capacidad y a la conciencia de las fuerzas campesinas que en este momento construimos desde abajo en el proceso de transformación.

ERRORES DE LA ACTUAL BUROCRACIA, FORTALECEN A LA DERECHA

Por tanto, nos pronunciamos por el respeto a las formas autónomas de organización social campesina para impulsar la concreción de este proyecto”. Resalta por ello, la necesidad (como lo ha planteado el movimiento campesino) de generar consenso de las masas campesinas en torno a un proyecto político, que continúe trabajando en la perspectiva de la transformación corrigiendo los errores de la burocracia federal actual y la de algunas entidades gobernadas supuestamente por la izquierda, donde el sello distintivo es el trato excluyente e intolerante que peligrosamente fortalece a la derecha.

En torno a la parte cuantitativa del PEC, se requiere detener, en lo inmediato, esa caída señalada, aunque, el manejo del PEC en el proceso de transformación no puede ser entendido solo a través de poner en el centro el monto de recursos, sino la realidad en la que se desenvuelve, sobre todo si consideramos el individualismo de Popper y de F. Hayek, padre del neoliberalismo, que tienen aquí muchos seguidores.

Tenemos que, en el caso del actual sexenio se observan cambios en los programas, en la asignación de recursos, que han impulsado una reorientación, en los montos y en las vertientes en favor del campesinado (como individuos), pero esos cambios no han dado los resultados esperados ya que se enfrentan poderosos obstáculos internos (como el individualismo) y externos (por ejemplo, las crisis alimentarias, procesos inflacionarios, riesgos en la importación de alimentos, procesos de desvalorización de los productos del campo, padrones de beneficiarios construidos con sesgos políticos).

Enfrentamos el poder agroalimentario global, que el neoliberalismo ejerce hoy en día, en las diferentes estructuras parciales, como es el caso del control de los mercados, la comercialización, el financiamiento y el poder político nacional y global de alimentos (por ejemplo, la polémica transgénicos-glifosato) todo lo cual exige la recuperación del PEC, pero, sobre todo, profundos cambios cualitativos (rechazo al individualismo) del gasto.

En ese contexto, dada la fuerte presión por la importación de alimentos (sobre todo granos), solo por señalar una medida, el gobierno federal impulsó el programa contra la carestía y la inflación (programa Pacic); diseñó y desplegó el proyecto señalando que iría al apoyo de la producción para el autoconsumo campesino, en ese estrato; medida que tuvo un éxito relativo.

Pero las causas estructurales están de fondo, por lo que seguimos vulnerables a factores internos- externos y a crisis recurrentes alimentarias-inflacionarias. Lo que exige un rediseño radical del gasto centrado en la reorientación hacia el campesinado y que la burocracia entienda que estamos hablando de un sujeto organizado que reclama eliminación de estructuras institucionales perniciosas de clientela partidista, en el manejo y distribución de los recursos (instrumentos, diseños, manejo y operación-operadores) entre otras.

(*) Doctor en Economía por la Universidad de Chapingo y experto en temas agrarios.

 

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