El voto libre de la clase obrera, antídoto a contratos de protección
Al ex senador y ahora diputado del PRI, se le viene el mundo encima tras la derrota propinada al Sindicato “Miguel Trujillo López”, por los obreros de la armadora en Silao, Guanajuato, que por mayoría dieron el NO al Contrato Colectivo de esa organización; ahora van por la titularidad colectiva a través de un nuevo sindicato que les garantice mejores sueldos y prestaciones. La debacle para la CTM se puede extender a otras armadoras
Especial de Cananea TV
Bastaron 34 horas de votación ininterrumpida para echar abajo el cacicazgo y control que por más de 15 años ejerció en la planta de General Motors de Silao, Guanajuato, el dirigente cetemista Tereso Medina Ramírez, ex senador y ahora diputado federal por el PRI, quien ahora deberá luchar a contracorriente para no perder el control sindical que mantuvo antes de la Reforma Laboral y la firma del T-MEC, en las principales armadoras del país.
La expresión libre y mayoritaria de los trabajadores por el NO al Contrato Colectivo propuesto por el sindicato “Miguel Trujillo López” a la trasnacional, es apenas el primer aviso de lo que espera a las llamadas organizaciones corporativas a las que el sindicalismo independiente ha responsabilizado por la venta de contratos de protección que por décadas condenaron a los trabajadores a bajos salarios y un precario nivel de vida.
Con la presencia de inspectores de la Secretaría del Trabajo, observadores extranjeros y de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), así como el apoyo logístico del Instituto Nacional Electoral (INE), el país y el mundo atestiguaron algo inédito: por primera vez, 6 mil 500 trabajadores tuvieron mediante el ejercicio de su voto libre, directo y secreto, el poder de decidir sobre su futuro laboral y el bienestar de sus familias.
Un 55% de los obreros, 3 mil 214, votaron por el NO al Contrato Colectivo del sindicato cetemista, en tanto 2 mil 623 votaron por el SÍ. Luego de dos días de votación y un conteo atestiguados por las autoridades, no quedó la menor duda de que los trabajadores de la General Motors de Silao, buscan una nueva opción, más justa y representativa.
Y no obstante la transparencia y democracia expresados en el proceso, Tereso Medina respiró por la herida y se atrevió a señalar que la jornada estuvo llena de “irregularidades”, nada menos que “por parte de las autoridades laborales, mismas que no podemos permitir que afecten la voluntad de los trabajadores”.
El ex senador y diputado electo, que en las próximas semanas tomará protesta en San Lázaro, insistió en quemar su pólvora en infiernitos: “La Coordinación Jurídica de la CTM –dijo–, analizará inconsistencias y de ser graves se procederá a interponer recurso de inconformidad”.
El legislador del PRI nada habló ya de las irregularidades registradas en abril pasado por la Secretaría del Trabajo, que debió suspender la votación tras haber encontrado destruidas boletas no usadas, así como la negativa del sindicato cetemista a entregar para su inspección los votos que ya se habían emitido. El asunto recaló ante los congresistas norteamericanos que exigieron al gobierno mexicano respetar las reglas del Capítulo Laboral del T-MEC, por lo que el proceso debió reponerse.
Para los trabajadores de la General Motors de Silao, agrupados en la corriente “Generando Movimiento”, que desde su nacimiento recibió el apoyo de la Federación de Sindicatos Independientes de la Industria Automotriz, Autopartes, Aeroespacial y del Neumático (FESIIAAAN), lo alcanzado en la elección interna, “es un hecho que va a marcar la historia” y sentará un precedente para todos los trabajadores de México.
“Hace décadas que no se daba una noticia como esta para la clase obrera, en especial para los compañeros de Silao”, declararon en videoconferencia los miembros de la Coordinación Nacional de la FESIIAAAN, quienes informaron a los medios a la par de los integrantes de “Generando Movimiento”, como Israel Cervantes y Carlos Ignacio Martínez Márquez.
Tras su victoria, recalcaron que los “contratos de protección eran una burla en todos los sentidos”, pues eran los líderes los que recibían los beneficios económicos por parte de las empresas por “impedir que los trabajadores se organizaran libremente y exigieran mejores condiciones de trabajo y un pago justo por la riqueza que generan”.
Hicieron notar que este es un primer paso, pero falta una segunda votación que valide a los “compañeros de Generando Movimiento para que asuman la titularidad del Contrato Colectivo”, pues según expresaron a los medios, si bien la CTM ya no recibirá las cuotas sindicales ni tendrá más la representación, “en este momento solo existe una relación empresa trabajador y no una relación colectiva”.
Horas antes de cerrarse la votación, corrió el rumor de que los cetemistas buscaban “reventar” la elección, pero tal versión, se dijo, fue un vano intento por desalentar en la medida de lo posible la libre decisión de los trabajadores pues ante tantas miradas de autoridades y observadores el proceso transcurrió en completa calma.
Ahora como señalan los ganadores, viene una segunda etapa donde todavía deberán ganar el derecho a ser el nuevo sindicato que firme con General Motors un nuevo Contrato Colectivo que les traiga más beneficios y mejores salarios, dejando atrás la era cetemista que, a su decir, solo les reportó amenazas, despidos y sueldos muy por debajo a los que se pagan en las armadoras de Estados Unidos y Canadá, los socios comerciales de México en el T-MEC.
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