La derecha manipula con su aparente lucha ambientalista
Además de conciliar el rescate energético con las políticas ambientalistas, se debe retomar e impulsar el desarrollo del país, analizando el cambio climático, pero desde diferentes ópticas; respetar los acuerdos con los inversionistas de la mano con el desarrollo nacional y el respeto a los territorios e intereses de las comunidades indígenas, campesinas y sus organizaciones, esto último muy alejado de la política agraria
La Carta Robada
Por Emilio López Gámez (*)
Especial para Cananea TV
Naomi Klein en su obra, Esto lo Cambia Todo, el capitalismo contra el clima, ubica el caso del cambio climático en una perspectiva que nos invita a reflexionar el tema, tomando en consideración varios procesos que implican a la 4T: la relación con los EU, el multilateralismo renovado ahora con Biden, que le da un giro al localismo de Trump (y por lo tanto al bilateralismo); ello tiene relación con el impacto en el nacionalismo del gobierno mexicano y el enfoque sobre el desarrollo, considerando la política eléctrica, lo que nos lleva al cuestionamiento del viejo régimen, su estructura política, su estructura económica y a sus seguidores.
LA CORTE INVALIDÓ EL DECRETO DE NAHLE
La decisión de la Suprema Corte en el tema eléctrico, nos permite profundizar en el rescate del Estado, narrativa central de la 4T, que se ha centrado contra los procesos privatizadores del neoliberalismo y su relación muy sobresaliente con el tema de la industria de la energía fósil y la renovable. Nos permite analizar los posibles cambios en las definiciones políticas tanto de los simpatizantes (ambientalistas y no ambientalistas) de la 4T, y las controversias con el poder económico de las grandes empresas de la energía.
Que la Suprema Corte invalide el decreto Nahle (véase la relación con la iniciativa de AMLO), es un asunto de gran calado (vertebral para la política económica); hasta ahora el mayor obstáculo al proyecto de la 4T, en el campo legislativo, en cuanto al rescate del Estado, al que tanto se ha referido el presidente de México. Por otro lado, la 4T enfrenta los grandes intereses de los capitales de estos sectores productivos locales e internacionales a los cuales favorece el multilateralismo (por ejemplo la renovación de los acuerdos de París, retomados ahora por Biden) y enfrenta la estructura del poder político( el viejo régimen político) que se ha desarrollado en México alrededor de estos negocios.
EL MERCADO NO DEBE SUSTITUIR AL ESTADO
En el PND se plantea con precisión qué se puede esperar del futuro de las viejas estructuras políticas y económicas: “Tenemos ante el mundo la responsabilidad de construir una propuesta posneoliberal y de convertirla en un modelo viable de desarrollo económico…” En cuanto al debate de que El mercado no sustituye al Estado, en el PND se plantea que: “Durante décadas, la élite neoliberal se empeñó en reducir el Estado a un aparato administrativo al servicio de las grandes corporaciones (…) que bastaba “la mano invisible del mercado” para corregir distorsiones, desequilibrios, injusticias y aberraciones (…)”. Señala centralmente que el “Estado recuperará su fortaleza como garante de la soberanía…”.
Ante las insistentes críticas de los grandes capitales, en cuanto a la relación con el capital extranjero y privado, en el PND se sostiene que: Respeto a los contratos existentes y aliento a la inversión privada, “El gobierno federal respetará los contratos suscritos por administraciones anteriores, salvo que se comprobara que fueron obtenidos mediante prácticas corruptas, en cuyo caso se denunciarán ante las instancias correspondientes.
Y finalmente: “Se alentará la inversión privada, tanto la nacional como la extranjera…” Ese sería el marco fundamental para el Rescate del sector energético, donde se señala que: “ La reforma energética impuesta por el régimen anterior causó un daño gravísimo a Petróleos Mexicanos y la Comisión Federal de Electricidad, empresas productivas del Estado que ya venían sufriendo el embate de los designios privatizadores.” Con ello se remata en el PND: “Un propósito de importancia estratégica para la presente administración es el rescate de Pemex y la CFE para que vuelvan a operar como palancas del desarrollo nacional”
En cuanto a la participación de otros actores que están relacionados con la formación de la 4T, no podemos olvidar que la mayor parte de los simpatizantes ambientalistas son de la idea de que el “planeta se calienta” como consecuencia de la “actividad humana” y habría que ver qué posición asumen ahora al momento de la decisión de la Suprema Corte, porque la posición de la 4T apunta (en el tema eléctrico) hacia un horizonte y el enfoque de estos grupos ambientalistas hacia otro. Por ejemplo, ahí está el debate de las energías fósiles y las renovables.
LA DERECHA SE APROPIA DEL ASUNTO CLIMÁTICO
Incluso no resulta sorprendente que en cuanto al tema del cambio climático-calentamiento, muy aceptado por la “izquierda”, sea también bandera de la derecha, por ejemplo véanse las actuales campañas políticas. Enfocando la gran relevancia que sí tiene el cambio climático, aun con ello, Klein lanza duras críticas a algunas ONG muy reconocidas a nivel internacional y que también actúan en México, las cuales han recibido apoyos de los grandes capitales, contra los cuales lucha ahora la 4T.
¿Qué pasa, desde otro ángulo, si enfocamos no sólo el cambio climático que ahora se usa como pretexto para todo? En el libro Las Guerras por el Ocaso. Las disputas por el clima, la economía y el poder al final de una era (publicado por la Universidad Autónoma Chapingo) los autores Héctor M. Mora y Víctor H. Palacio, señalan que ante los desastres que observamos cotidianamente y que tiene que ver con inundaciones, problemas de pobreza y urbanización, ausencia de obras hidráulicas en regiones prácticamente abandonadas y sin inversiones hay los que quieren ocultar el sol con un dedo, usan la justificación perfecta,“ todo es culpa del cambio climático”. Lanzan una apabullante e irónica crítica: “No es el capitalismo explotador, depredador, y contaminador, sino el consumo de hidrocarburos lo que está matando al planeta”
Mora y Palacio ironizan y plantean la paradoja: “Todo es culpa del cambio climático, los gobiernos nada tienen que ver. El neoliberalismo no tiene la culpa, es el cambio climático”. Enfocar al capitalismo y al neoliberalismo como derrochadores y al servicio de las grandes empresas es poner el dedo en la llaga del sistema( y en ese sentido es muy rescatable parte del contenido del PND) por lo que es el momento de retomar e impulsar el desarrollo del país con el Estado mexicano; analizar el cambio climático pero desde diferentes ópticas; respetar los acuerdos con los inversionistas pero que vayan de la mano con el desarrollo nacional y el respeto a los territorios e intereses de las comunidades campesinas e indígenas y sus organizaciones, esto último muy alejado de la política agraria.
(*) Doctor en Economía por la Universidad de Chapingo y experto en temas agrícolas