La sombra de Emiliano reclama justicia a legisladores federales
La reforma salinista de 1992, impuso en el agro las políticas neoliberales, mediante el engaño, el chantaje y la amenaza a las asambleas campesinas, para aprobar el Programa de Certificación de Derechos Ejidales (PROCEDE), y adoptaran la figura del “Dominio Pleno”, favoreciendo la privatización y la inversión privada, tanto para la renta de sus parcelas y bienes comunales, o aceptando la “venta” o, mejor dicho, despojo de sus tierras, como se ha dado con millones de hectáreas de las mejores tierras de riego, bosques con ríos, playas o zonas mineras. En el presente artículo se exponen las razones por las que debe revertirse este modelo que empobreció a las zonas rurales
La Carta Robada
Por Emilio López Gámez (*)
Especial para Cananea TV
El día 9 de abril de 2024, en el marco del aniversario luctuoso de Emiliano Zapata Salazar, se presentará en la Cámara de Diputados la iniciativa de reforma al artículo 27 Constitucional. Previamente como se recordará aquí en la Carta Robada comentamos que el día 11 de marzo de 2024 se realizó una conferencia de prensa en la Cámara de Diputados donde organizaciones campesinas, pueblos indígenas y afromexicanos y diversas organizaciones de la sociedad civil, del movimiento popular urbano, informaron sobre una iniciativa de reforma al artículo 27 Constitucional de 1992.
Entre las organizaciones que estuvieron presentes podemos incluir a la COCYP, LA CIOAC-JDLD, LA UNORCA, LA UCD, LA UFIC, LA CNPA, LA CCC, LA UPREZ, Abundancia de la tierra, mujeres empresarias, Agrónomos Democráticos, REDOSC, Alianza de los pueblos y barrios de la CDMX. Otras organizaciones campesinas se encaminan a la defensa de sus territorios, base material para establecer políticas públicas rurales diferentes al poder global de los alimentos y del poder global industrial.
La reforma en el año 1992 al artículo 27 constitucional ha favorecido la privatización
Las organizaciones ese 11 de marzo expusieron que: Que a partir de la modificación del Artículo 27 de la Constitución y la publicación de la nueva Ley Agraria, las políticas neoliberales fueron impuestas mediante el engaño, el chantaje y la amenaza a las asambleas campesinas, para que aprobaran el Programa de Certificación de Derechos Ejidales (PROCEDE), y adoptaran la figura del “Dominio Pleno” para favorecer la privatización, y con ello, aceptaran la inversión privada, ya sea para la renta de sus parcelas o bienes comunales, o aceptando la “venta” o mejor dicho, despojo de sus tierras, como ya ha dado con millones de hectáreas de las mejores tierras de riego, de bosques, con ríos, con playas o con minerales.
La reforma en el año 1992 al artículo 27 constitucional atenta contra la biodiversidad
“La reforma del 92 Ha favorecido la libre explotación de las tierras y recursos, colocando el interés económico por encima de los derechos humanos, de la biodiversidad y de la tierra, lo que ha provocado la deforestación de millones de kilómetros del territorio nacional, la producción de alimentos contaminados con glifosato y semillas transgénicas, que ha eliminado las semillas originarias favoreciendo la alteración de los equilibrios naturales, la desertización de los territorios, el calentamiento global, que afectan la existencia de la vida animal, vegetal y humana.”
La reforma en el año 1992 al artículo 27 es la base para la super- explotación de los jornaleros agrícolas
Las modificaciones constitucionales neoliberales de 1992, favorecen el acaparamiento de tierras y con ello el surgimiento de nuevos latifundios. La reforma al artículo 27 de 1992 ha favorecido la concentración de la tierra entre pocos capitalistas, los que se ven obligados a contratar miles de jornaleros y obreros agrícolas que laboran día a día, todo el año para trabajar esas tierras, sumando una clase asalariada rural integrada por obreros, jornaleros, desprovistos de derechos laborales y sociales, sin derechos sindicales al servicio de los nuevos patrones.
La primacía del mercado ha intentado ocultar las formas espirituales de los pueblos indígenas y del campesinado e imponer una visión fundada en el egoísmo individual
Ernst Cassirer en su libro sobre La filosofía de las formas simbólicas se pregunta sobre la forma fundamental del conocimiento y de su ley constitutiva, de ahí que dicha ley fuera buscada en el campo de la “objetividad” fisicomatemática y esa forma del conocimiento coincidía en lo esencial con la forma de la ciencia exacta. La filosofía de las formas simbólicas ha ido más allá, dice Cassirer. Esta filosofía trata de probar que no solo son los auténticos factores y motivos formales los que imperan en la configuración de la imagen científica del mundo, sino también los que ya existen en la configuración de la “imagen natural del mundo”, la imagen de la percepción y la intuición. “La filosofía de las formas simbólicas se vio conducida más allá de estos límites de la imagen natural del mundo (…) de la imagen de la experiencia y la observación”, al haber hallado que el mundo mitológico “…que no es reducible a las leyes del pensamiento empírico, lo que impone la “…exigencia de abarcar la totalidad de las formas espirituales”.
De ello pudiéramos comentar que ir más allá del individualismo egoísta del mercado, de la rentabilidad en el uso de los recursos como lo han pregonado en el pensamiento neoliberal, implica no sólo ver la tierra, el agua, la biodiversidad, que se rescata en esta reforma, desde una perspectiva del negocio.
Ir más allá de esos límites implica una ampliación sobre el tema cultural de los pueblos indígenas y el reconocimiento de que los pueblos indígenas y campesinos de México son los creadores, herederos y guardianes de las culturas milenarias que dan identidad nacional e internacional por sus lenguas maternas, su vestimenta, sus creencias, sus conocimientos, construcciones, monumentos arquitectónicos, herramientas, semillas y especies originarias del territorio nacional, diseños y tejidos de ropa, conocimientos ancestrales, idiomas, escrituras, códices, pinturas, entre otras expresiones.
Querer separar esta perspectiva espiritual, epistemológica, de su relación con la producción sana de alimentos y su vínculo con la naturaleza es un absurdo del capital.
La reforma salinista del artículo 27 constitucional de 1992 ha favorecido el control y explotación del agua por parte de empresas extrajeras
Temas fundamentales entran en el análisis de la reforma, así por ejemplo nos encontramos con el tema del agua: “El neoliberalismo salinista también impulsó una nueva Ley de Aguas Nacionales del primero de diciembre de 1992, iniciando una época en la que los derechos de agua, se hicieron objetos comercializables, provocando una gran concentración de las concesiones del agua a las grandes empresas refresqueras, cerveceras y mineras internacionales.”
(*) Doctor en Economía por la Universidad de Chapingo y experto en temas agrarios.