El Pacto de Zacatecas se reafirmó en las urnas
El Movimiento Campesino Indígena y Afrodescendiente Plan de Ayala Siglo XXI, que refrendó apoyo en las urnas al proyecto de la 4T, plantea un nuevo modelo de desarrollo rural, como una alternativa para desplazar realmente al modelo neoliberal y contribuir a objetivos como la soberanía y autosuficiencia alimentarias
La Carta Robada
Por Emilio López Gámez (*)
Especial para Cananea TV
Las contiendas electorales, en nuestro país, se han desvirtuado en una cadena de promesas, ideologías, estadísticas, popularidad, engaños, verdades a medias y mentiras completas, argumentó el Movimiento Campesino Indígena y Afrodescendiente Plan de Ayala Siglo XXI( MCIAPASXXI), al momento de llamar al campesinado al voto el 6 de junio, considerando que las elecciones son un instrumento para llevar a cabo los cambios que exigen los pueblos del mundo, como se demostró en México en el 2018 y que ahora se confirma con esta votación del 6 de junio del 2021.
En el marco de todos esos procesos el movimiento campesino centra sus luchas en cuatro aspectos, uno, cambio de un modelo de desarrollo alternativo al modelo neoliberal; dos, cambio del régimen político que privilegia el control y dominio de una elite política y económica y tres, que el campesinado es actor central ahora en la construcción de la 4T y cuatro, el campesino actor central en la reformulación de las políticas para el medio rural y el campo.
DISYUNTIVA POSELECTORAL
Las organizaciones y el movimiento campesino e indígena se encuentran en una gran disyuntiva, el mantenerse volteando al pasado y sostener un régimen de las elites políticas y del poder económico o impulsar otro proyecto nacional y para el medio rural, concretamente un nuevo modelo de desarrollo alternativo al modelo neoliberal y erradicar al régimen político dominado por un pequeño grupo de privilegiados. Las organizaciones campesinas, indígenas y afromexicanas aglutinadas en el “Plan de Ayala Siglo XXI”, expresaron su interés rumbo a las votaciones del 6 de junio, sobre las bases que defendieron el 10 abril del 2018, cuando sostuvieron que: estamos comprometidos en la construcción de la 4T, tal como lo pactamos con el presidente Andrés Manuel López Obrador, cuando nos reunimos en Jerez, Zacatecas, para iniciar una nueva etapa para México.
Igualmente se manifestaron como fuerzas promotoras del Proyecto Alternativo de Nación y que, señalaron: enarbolando la lucha pacífica, aspiramos al triunfo en las elecciones y al cambio de régimen político. En ese contexto, ¿Qué sigue? Mencionemos dos aspectos, uno, es el cambio de modelo de desarrollo y dos, es el cambio de régimen político y del poder.
En el caso del tema del modelo, los pronunciamiento del movimiento destacan que, impulsan la puesta en marcha de un nuevo Modelo de Desarrollo Rural que se señala tenga los siguientes ejes: la Soberanía Alimentaria; la política de Estado; la reorientación del gasto público hacia las pequeñas unidades de producción; el comercio con una agenda de desarrollo; la Agroecología; la defensa del Territorio, el Ejido, las Comunidades; las Aguas y la Biodiversidad; el Derecho a la Agroalimentación Nutricional y a la vida libre de violencia.
Dos, en el caso del régimen político, tenemos que, ante la disyuntiva de seguir alimentando al viejo régimen político o el desarrollo de una nueva estructura política, es esto último lo que motiva la participación del movimiento y recordaron que ya en el 2018 eso quedó muy preciso al llevar a cabo un Pacto con el actual presidente, Pacto de organizaciones campesinas y Andrés Manuel López Obrador
Hoy, en el Movimiento Campesino, Indígena, Afromexicano “Plan de Ayala Siglo XXI” con su voto del 6 de junio refrendaron su posición al sentirse dignos y orgullosos del Pacto que se firmó el 2018. Señalaron que: Sabíamos que no sería fácil, que nos enfrentábamos a más de 30 años de inercia neoliberal, que las estructuras de gobierno se encontraban podridas hasta los cimientos y que emprenderíamos una lucha incansable por recuperar la soberanía vendida durante el periodo neoliberal (…) y que ahora se impulsa el Estado de Bienestar; que hay un compromiso con los pobres, y que pone énfasis en la separación del poder político con el poder económico.
ESPACIOS EN LA NUEVA ESTRUCTURA POLÍTICA
Hay un tercer elemento central de la política campesina; elemento clave y gran demanda del movimiento: pone en el centro de este nuevo modelo de desarrollo para el medio rural y para el campo, que el campesinado sea la base de la soberanía alimentaria y la autosuficiencia alimentaria, sin excluir a otros actores. Ello implica que se desarrollen los mecanismos adecuados para la participación del movimiento campesino y su reconocimiento en la nueva estructura política nacional, en el nuevo régimen político, que se está construyendo. Procesos en los cuales el movimiento, no ha dejado lugar a dudas, ha estado peleando en las últimas décadas. En tanto este tercer aspecto siga oculto, y no se reconozca, el neoliberalismo no sufrirá daños, y la estructura agraria seguirá bajo el control de las grandes empresas, con la racionalidad instrumental que ello implica.
En cuanto al elemento cuatro, reformulación de políticas agropecuarias: Este último objetivo de la política campesina arrancó como ya se señaló en la etapa de la 4T, el 10 de abril del 2018 y se refrendó el 6 de junio pasado. En el fondo contiene la lucha por la construcción de la 4T en varios subcampos, hoy comentamos uno, la crítica a la razón instrumental (idea central de la Escuela de Fráncfort, Habermas, por ejemplo). Idea a la que se hace referencia cuando grupos de la sociedad persiguen por encima de todo, la utilidad, y no se piensa en las consecuencias que trae aparejado; cuando el hombre aparece no como un fin, sino como medio y cuando las cosas no tienen sentido; cuando se accede al poder, que se impone en términos autoritarios; cuando todo se reduce al cientifismo, cuando todo lo reducimos a la “ciencia”( y quedan fuera de lo “medible” por ejemplo, la moral, la ética etc.) y la racionalidad del hombre se reduce a la técnica y entonces son los expertos los que conducen a la sociedad, imponen sus valores, gobiernan, adquieren el poder, arrancándoselo al pueblo, desarraigando la democracia, la cual carece ahí de sentido. Esa razón instrumental, en términos de política agropecuaria, hoy bajo el dominio de las grandes empresas, imponen al cientifismo, es la conducción de la agricultura bajo el sesgo de la agricultura industrial y la producción no sana de alimentos, a lo cual se opone el campesinado, buscando alternativas como la agroecología.
(*) Doctor en Economía por la Universidad de Chapingo y experto en temas agrarios.
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