Regreso a Clases y la Sobreexplotación que pretende la SEP a Miles de Maestros

Labor magisterial, costoso empeño

Las autoridades educativas buscan que los mentores adopten medidas sanitarias y otras cuestiones educativas cuyo costo se pretende, se endose al magro salario que perciben los profesores

 Por Luis Zamora Calzada (*)

Especial para Cananea TV

“A través de letreros y/o medios digitales (YouTube, grupos de Whatsapp etc) dar a conocer las medidas necesarias que deben observar los usuarios (Sin niños, sin personas vulnerables, uso obligatorio de cubrebocas, bolígrafo personal) para asistir a recibir los libros de texto, precisarles a los usuarios la dinámica a desarrollarse a fin de que estén familiarizados previamente.”, dice la flamante medida de precaución sugeridas derivado de la pandemia por COVID-19, en la actividad 3 de siete, que integra una hoja de doble entrada de “ruta crítica” para la entrega de libros, supuestamente emitida por la Secretaría de Educación estatal y distribuida al parecer únicamente a supervisores escolares.

La actividad tres refiere la integración de paquetes de libros de texto y/o útiles escolares, señalando como responsables de la actividad a los directores y maestros frente a grupo, así como la elaboración de señalizaciones de entrada y salida, marcas en el piso para respetar la sana distancia en espacios abiertos.

Es notorio que, entre la actividad y la medida de precaución, no se observa ninguna congruencia interna, de donde se puede intuir, que tampoco tiene nexo alguno con la terca realidad que se resiste a un diseño burocrático de escritorio, al parecer de elaboración acelerada y de libre inspiración de viernes, a minutos del termino de la jornada laboral, con las prisas y preocupaciones inherentes a dicha ocasión.

Vea usted si no, otra medida propone lo siguiente:

“Se sanitiza la escuela y salones previo a la recepción de padres de familia.

1) Se instala un tapete sanitizante con cloro en la entrada de la escuela.

2) Señalización de mediante flechas marcadas en el piso del flujo de entrada y salida de los padres de familia.

3) Colocación de gel antibacterial por parte del Comité a todos los asistentes.

4) Auxilio del Comité de higiene y seguridad provisional, para el desarrollo de las actividades al interior de la escuela.

5) Todo Servidor Público deberá usar cubrebocas, careta y guantes durante la entrega de materiales a la comunidad escolar.”.

Seguramente ya se está preguntando, quién va sanitizar la escuela y los salones, la compra de tapetes sanitizantes, cloro, gel antibacterial, cubrebocas, careta y guantes, tiene un costo considerable, incluso los materiales para la señalización que ordenan no son tan baratas que digamos.

Al respecto, como es natural, surgen preguntas: ¿quién o quiénes van a solventar los gastos?, ¿acaso saldrá el recurso del bolsillo de los maestros?, ¿es posible que le alcance su sueldo para cubrir estos nuevos gastos?, recuerde que ya paga internet, WhatsApp, planes de conectividad, incluso presta su casa sin costo alguno, lo que ya puede tipificarse en un verdadero abuso al profesorado que no reacciona para su defensa patrimonial.

¡Encuéntrame!, ¡Identifícame!

 Las cosas no paran, ahora salen con la novedad, de que la Secretaría de Educación irá por los que llaman desertores hasta su casa, sus programas de encuéntrame e identifícame los plantean como las grandes soluciones del supuesto abandono escolar por causas de la pandemia, que según sus datos ascienden a diez mil estudiantes.

Al respecto, a partir del diez de agosto se escucha a muchos supervisores escolares, sugerir, requerir, pedir, ordenar o el verbo que usted decida utilizar desde su experiencia, aplicado en esta ocasión a directores escolares, para operar en los maestros frente a grupo esta difícil y cara tarea.

De lo anterior, se han visto escenas en donde le piden al maestro frente a grupo que localicen y vayan a la casa del alumno, que atraviesen con gusto las praderas, los llanos, que crucen los ríos, que viajen a las colonias alejadas, a los lugares de difícil acceso, todo sea para identificar que le hace falta a ese alumno que no tuvo más clases en el escolar concluido en casa por causa de la pandemia.

Claro, los gastos de traslado, comida entre otros correrán a cargo nuevamente del maestro, incluso cuando el profesor tiene carro, el pondrá para la gasolina, todo sea para la estadística  de los programas, que ya están generando inconformidades diversas en diferentes escuelas.

La ganancia del magisterio

 Al parecer, cada vez son más los maestros que ya no están aceptando tan fácilmente la sobreexplotación de que son objetos por parte de la llamada estructura educativa, según se cuenta, lo maravilloso es el uso de argumentos legales en sus inconformidades, por ejemplo, algunos ya no quieren ser choferes del supervisor, al respecto, un docente, venciendo sus miedos, señala: “…le dije que mi carro ya no podía meterlo en terracería, mientras el de él se quedaba en su supervisión, es más, a veces hasta exigía que fuera por él a su casa, cansado de  ese abuso, le pedí que me enseñara un papel en donde yo estaba obligado a trasladarlo, porque había buscado en la ley y no hay nada que me obligue…”, comentó entre un claro nerviosismo y temor, por lo algunos consideran un atrevimiento.

La docencia social del SUMAEM en el rubro de legalidad, va permeando poco a poco, ojalá pronto exijan viáticos y gastos diversos, en las tareas que contrario a derecho les imponen sin fundamento jurídico alguno.

(*) Secretario General del SUMAEM.

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