Rector de Chapingo Intimida a Alumnos y Niega Aumento a los Sindicalizados

José Solís unificó en su contra a toda la comunidad universitaria

El manejo irregular de los recursos de la UACH por parte de José Solís Ramírez y su rechazo a negociar el aumento que por ley les corresponde a los trabajadores conduce a una crisis directa, tras haber amenazado a la comunidad estudiantil con demandarla por supuestos daños a las instalaciones chapingueras; el rector dice no tener dinero para afrontar los compromisos de la universidad pero gasta miles de pesos en alquilar salones en el World Trade Center y no rinde cuentas de recursos no aplicados por razones de la pandemia

 Por Staff de Cananea TV

 La postura antilaboral agravada por la opacidad en el manejo de los recursos de la Universidad Autónoma de Chapingo (UACH) y el autoritarismo del rector José Solís Ramírez en contra de la comunidad estudiantil, tienen al borde del colapso y en una crisis sin precedentes a esa casa de estudios, luego de que el pasado 22 de febrero en que se celebró el Día del Agrónomo, trabajadores administrativos y académicos, lo mismo que enardecidos alumnos, realizaron al unísono diversas acciones para manifestar su rechazo a Solís.

Desde hace semanas, el funcionario universitario se ha negado a negociar con los dirigentes del Sindicato de Trabajadores de la Universidad Autónoma de Chapingo (STUACH), delegando la negociación en la Directora de Administración, Hilda Flores Brito, cuya persistente negativa a otorgar un aumento del 3,5 por ciento al salario y un 1,8 a las prestaciones contempladas en el Contrato Colectivo de Trabajo, ha puesto en la mesa la posibilidad de un emplazamiento a huelga.

Al líder del STUACH no le dejan otra opcióin que emplazar a huelga

Según la postura de la rectoría de Chapingo, no se cuentan con recursos suficientes para solventar los compromisos contractuales, pero los derroches de Solís Ramírez para tejer sus alianzas políticas no conocen de estrechez presupuestal alguna: tan solo en el apartado del Salón del World Trade Center, donde celebraba el pasado 22 una comida exclusiva con motivo del Día del Agrónomo, con su cercano equipo de colaboradores y los titulares de las Secretarías de Agricultura y Desarrollo Rural (SADER), Víctor Villalobos y de la SEMARNAT, María Luisa Albores, el rector gasto más de 350 mil pesos, sin contar con la comida, música y pago de meseros.

Ante tal derroche, indignados trabajadores administrativos cerraron los puntos de acceso al inmueble y en su momento irrumpieron en el lujoso espacio, echándole a perder el festejo privado al rector y exhibiéndolo ante Villalobos, como un funcionario que no sabe negociar.

En el WTC, Víctor Villalobos y María Luisa Albores, dejaron hablando solo al anfitrión

Videos subidos a las redes dieron cuenta de cómo José Solís se negó a dialogar con el Secretario General del STUACH, José Feliciano Gómez. Colocados en medio de la discusión y realmente contrariados, los Secretarios Villalobos y Albores optaron por abandonar el evento como se observa en los videos; sus invitados de lujo ni siquiera tuvieron tiempo para despedirse del iracundo anfitrión al que se le cayó su fastuoso evento. En vano, el rector repetía que “este es un evento institucional, no personal”. La paciencia de los sindicalizados había llegado al límite.

A la par, los trabajadores académicos realizaron un acto de protesta a las afueras de la SADER en tanto la comunidad universitaria hizo lo propio marchando del centro de Texcoco a las instalaciones de su Casa de Estudios donde ante la cerrazón de las autoridades, dieron el acostumbrado portazo.

Memes ganados a pulso

Al rector no le quedó de otra que trasladarse a Chapingo a tratar de calmar los ánimos, pero ante su actitud de prepotencia al negarse a firmar los acuerdos alcanzados, los estudiantes estuvieron a punto de agredirlo. Pero a pesar de que el asunto no pasó a mayores, Solís amenazó con iniciar denuncias en su contra pues a su decir, “se trataba de antorchistas y porros” y no alumnos que le vienen exigiendo el retorno a las clases presenciales, pues los 15 mil pesos que les dio para tener conectividad durante la pandemia y tomar clases en línea, fueron insuficientes lo mismo que los apoyos en tal sentido a los académicos.

Tras conocer la postura amenazante y autoritaria de Solís, la dirigencia del STUACH se solidarizó con la comunidad estudiantil y les ofreció a los alumnos apoyo jurídico en caso de enfrentar denuncias penales. Con su actitud amenazante, el rector parece, se colocó él mismo la soga al cuello, porque apelando al reglamento que rige a la Universidad de Chapingo, los estudiantes están exigiendo la realización de un plebiscito para que de obtenerse el voto del 50 por ciento de los 10 mil 500 alumnos, más uno, se proceda a su destitución.

Solís Ramírez llegó en el 2019 a la rectoría de la UACH, pero solo se dedicó en los dos años que ha permanecido cerrada la Universidad, a justificar recursos que en los hechos no gastó. Por ejemplo, indica a Cananea TV, Adrián Ortega, Secretario de Prensa del sindicato de los administrativos, que “hay un estimado de gastos diarios por medio millón de pesos en la alimentación de los estudiantes, incluidos el desayuno, la comida y la cena”. Esto es, unos 15 millones al mes y 180 millones al año.

La agredida comunidad estudiantil exige plebiscito

Desde marzo del 2020, por motivos de la pandemia, la UACH cerró sus puertas por lo que este mes en marzo de este 2022, serán dos años que tales erogaciones no se aplicaron sumando un total de 360 millones de pesos, sin contar el llamado paquete pre higiénico que se compra semestralmente y que contempla la adquisición desde cepillos de diente, jabones y hasta toallas sanitarias para las alumnas, gasto que oscila ronda los 300 mil pesos. En tal sentido, a cuatro años, las autoridades tampoco gastaron otro millón 200 mil pesos.

La dirigencia de los administrativos sindicalizados también ha denunciado que el SAT detectó que la UACH no le reportó el descuento por concepto de impuestos de los cheques de los trabajadores, por lo que cobra fuerza el solicitar una auditoría a la gestión de José Solís que con sus desplantes a  sus obligaciones contractuales y sus autoritarismos contra el alumnado, ha terminado por crear la tormenta perfecta a su periodo que concluye el próximo año, pero que se ve difícil llegue a su término, ante el descontento generalizado de toda la comunidad que como nunca, ha unificado a académicos, administrativos y estudiantes en contra de un rector de gustos sibaritas, cuyas cuentas no cuadran con su supuesta astringencia presupuestal.

Si el médico zootecnista no rectifica, la UACH corre el riesgo de entrar en una de las peores crisis de su historia. Su mayor problema es que ya nadie cree en su palabra y ante este contexto de caos, al rector solo tiene dos opciones: O rectifica, o renuncia.

En tanto, el grito que retumba en el alma mater chapinguera es uno: ¡plebiscito y se va¡ ¡plebiscito y se va¡…

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