Solo unas cuantas empresas se benefician con las agroexportaciones
Los acuerdos comerciales de México con sus socios del norte, ha ofrecido los recursos del campo, la soberanía, y la autosuficiencia en su producción de alimentos a cambio de que un pequeñísimo grupo de élite de unidades de producción y las trasnacionales, el 0.3% de un total de cinco millones de unidades de producción, se beneficien del comercio exterior
La Carta Robada
Por Emilio López Gámez (*)
Especial para Cananea TV
Comercio agropecuario entre los EUA y México. Características generales
Para México, Estados Unidos históricamente ha sido el principal proveedor y mercado en el comercio de productos agroalimentarios, este es el principal argumento del gobierno mexicano y norteamericano para argumentar que el T-MEC es un tratado que favorece a ambos países. México argumenta que las agro-exportaciones son todo un éxito, sin embargo, lo que no se ve es lo devastador de ese comercio para los consumidores mexicanos y productores que no son productores de exportación, los cuales son la mayoría de las unidades de producción nacional y sólo un pequeño grupo de unidades de producción del país se ven beneficiadas de la agro-exportación.
Por ejemplo, ese contraste entre agro-exportaciones e importaciones los podemos observar en el caso del aguacate y el caso del maíz en México. “Uno de los principales productos agroalimentarios exportados a Estados Unidos es el aguacate, del cual México es el principal proveedor de ese país”.
Por otra parte, Estados Unidos vendió a México aproximadamente 15 millones 518 mil toneladas de maíz amarillo en 2021, que fue el equivalente a 4 mil 351 millones de dólares. (“El T-MEC y el sector agroalimentario mexicano”, Dr. Tomás Zurita Cabrales. Cámara de Diputados. Agosto 2022). En el 2023 las compras de maíz tuvieron un monto de 5 mil 800 millones de dólares. Para el periodo Oct2023/Sept2024 la estimación de las importaciones es de 17,886 millones de toneladas (“Expectativas agroalimentarias 2024”)
Tanto en el TLCAN como el T-MEC México ha ofrecido los recursos del campo, la soberanía y la autosuficiencia en su producción de alimentos a cambio de que transnacionales y un pequeñísimo grupo de élite de unidades de producción en México (0.3% de un total de 5 millones de unidades de producción) se beneficien del comercio exterior.
Evolución de la balanza comercial agropecuaria y agroalimentaria en el periodo de Enrique Peña Nieto de Manuel López Obrador
La balanza comercial a principios del gobierno de Enrique Peña Nieto, presentaba un saldo desfavorable de 2 mil 500 millones de dólares y al terminar el sexenio de Peña Nieto, ese saldo de la balanza era de 6 mil 927 millones de dólares. Considerando el 2019 como primer año efectivo de AMLO, el saldo de la balanza comercial agropecuaria y agroalimentaria fue de 9 mil 313 millones de dólares y el último registro preliminar para el año de 2023 es que se tuvo un saldo a favor por un monto de 5 mil 627 millones de dólares.
El gasto rural concentrado en las unidades de exportación
Como ya lo señalamos lo que se oculta o no se quiere ver es que los gobiernos neoliberales sexenio tras sexenio han concentrado los recursos del país en las zonas de exportación, favoreciendo a un puñado de unidades de producción con el comercio exterior. Lo que se oculta es la tremenda dependencia a la que han llevado a México, que tanto afecta las unidades de producción de la pequeña agricultura, que son los productores de alimentos para México, con los impactos como desempleo, migración, violencia, inflación de los productos alimentarios y otros.
Los gobiernos neoliberales argumentan que las agro-exportaciones son todo un éxito, sin embargo, lo que no se ve es lo devastador de ese comercio para la mayoría de las unidades de producción nacional ya que sólo un pequeño grupo de unidades de producción del país se ven beneficiadas de la agro-exportación. En México, los factores de poder combinan intereses, en el campo del comercio, del poder global de los alimentos, básicamente de las grandes empresas transnacionales, con intereses de gobiernos e los intereses de los grupos nacionales.
Un pequeño grupo de empresas se ven beneficiadas por el comercio exterior
De acuerdo al programa especial concurrente 2014-2018, que informa sobre la estructura de las unidades de producción de México nos muestra que “Cerca del 80% de quienes producen en el campo poseen predios menores a cinco hectáreas. Esto implica que no cuentan con escala productiva y que además presenten problemas de organización que limitan en gran medida su productividad y competitividad.
Todos esos son lastres que los pequeños y medianos agricultores han venido arrastrando en las últimas décadas por falta de políticas orientadas a liberar su potencial productivo, ya que son cerca de 2.5 millones de unidades las que tienen ese potencial, pero que los gobiernos liberales han ignorado, favoreciendo a los grandes exportadores.
En nuestro país existen más de 5.3 millones de unidades económicas rurales, de las cuales, 3.9 millones (que representan el 72.6% del total) se caracterizan por tener una limitada vinculación al mercado. En el otro extremo 448 mil unidades, 8.4% del total, desarrollan una actividad empresarial pujante. Solamente menos de 18 mil unidades (0.3% del total) pertenecen a un estrato empresarial dinámico, digamos este último dato nos muestra la elite de la agro-exportación.
Lo que ocultan los gobiernos del T-MEC: detrás del “éxito” de la balanza superavitaria de México se ve el rostro del agotamiento del modelo agro-exportador neoliberal
La evolución del saldo de la balanza comercial agropecuaria (sólo agropecuaria) muestra un crecimiento desde 2015 hasta 2020, pero, cae en el 2021, en el 2022 se observa una caída estrepitosa mostrando un saldo negativo de -357 millones de dólares y de mil 316 millones de dólares en 2023, mostrando una tendencia negativa ya que en 2020 había tenido un saldo de 5 mil 499 millones de dólares.
Aquí el modelo neoliberal muestra que, a pesar de que el gobierno mexicano (básicamente SADER) se ha esmerado en presentar el superávit como un éxito, en realidad el superávit ha caído en la mayor parte del sexenio actual.
Se oculta la dependencia alimentaria y una vulnerabilidad ante choques externos: La otra cara es un campo devastado ya que la gran mayoría de las unidades de producción de la pequeña y mediana agricultura, que son los productores de alimentos para México, presentan impactos como desempleo, migración, éxodo, destrucción del territorio, robo del agua, de la biodiversidad, producción de alimentos nocivos a la salud (con el uso de productos agroquímicos, semillas transgénicas) pobreza, violencia e inflación en los productos agropecuarios y otros.
(*) Doctor en Economía por la Universidad de Chapingo y experto en temas agrarios.