Pese a Trasnacionales, una Nueva Agricultura se Abre Paso en México

En su momento, Trump presionó al agro nacional con el T-MEC

En el caso de las presiones de los EU hay un mensaje de las resistencias a un cambio en el agro nacional cuando el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, celebró a través de Twitter, que dentro del acuerdo con México en el T-MEC, se comprometía a comprar de inmediato grandes cantidades de productos agrícolas, a productores del vecino país del norte, cuando Trump se refería a los granos que México importa de aquel país; estos grupos afines a intereses extranjeros están inconformes pues desean manejar los presupuestos como ocurría en sexenios anteriores

 La Carta Robada

Por Emilio López Gámez (*)
Especial para Cananea TV

 Estamos en un proceso en el cual se debate en México un cambio profundo en la agricultura. Estamos en el principio del fin de una agricultura que por lo menos tiene un poco más de 70 años desarrollándose.  Es un cambio que cuestiona de raíz la forma de producir y de consumir alimentos.

Ese cambio expresado en sus líneas más generales por el actual gobierno enfrenta posiciones que no están de acuerdo, por ejemplo, en el caso de los transgénicos y en el uso del glifosato. En la coyuntura las presiones de empresas transnacionales, los intereses de los Estados Unidos, y grupos privados en el país, como el CNA, el GCMA y algunos medios de comunicación (Reforma, El Norte) se han estado oponiendo o cuestionan ángulos específicos en sus respectivas áreas.

Las empresas transnacionales así lo dejaron sentir, por ejemplo, cuando enviaron   un comunicado, que se dio a conocer el día 22 de marzo del 2021. a Thomas Vilsack, Secretario del Departamento de Agricultura de los EE.UU. donde esencialmente mostraron desacuerdo con la política agrícola de México. En ese comunicado tratan varios temas, el primero es el relativo al glifosato. Sin embargo, se puede observar en ese punto, que su argumentación va más al tema de la comercialización de granos y en el fondo se objetivo es continuar con el poder global en la producción y el control comercial de alimentos.

LAS PRESIONES DE EU Y EL T-MEC

En el caso de las presiones de los EU podemos ejemplificarlo con una noticia, de gran trascendencia, que se divulgó en el año 2019, en el contexto de la aplicación de aranceles al acero mexicano por parte de EUA, temática que iba en paralelo con las negociaciones del hoy T- MEC  y migración.

Ese mensaje es más que ilustrativo porque plantea un contexto y nos remite a la coyuntura actual: en esa ocasión el entonces presidente de los EU dio a conocer una opinión : “El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, celebró a través de Twitter, que dentro del acuerdo alcanzado el día de ayer, México se comprometió a comprar de inmediato grandes cantidades de productos agrícolas, a productores del vecino país del norte.”(Poder informativo, 8 de junio de 2019). Como después se comentó, en la Mañanera del presidente de México, Trump se refería a los granos que México importa de aquel país.

En el caso de grupos privados y algunos medios, su posición contraria a la política agrícola del gobierno de la 4T, como lo hemos comentado en varias ocasiones, se ha expresado a lo largo del actual sexenio. Los críticos de las compras de alimentos pretenden hacer creer que las importaciones son resultado de un presupuesto  y programas rurales mal manejados; con ello, buscan ocultar que el neoliberalismo creó la dependencia alimentaria, financiera, industrial, científica, siendo esta perspectiva y sus defensores los creadores del fenómeno que ahora aparentemente están cuestionando, cuando lo que buscan en el fondo es parar la debacle de la  agricultura del siglo XX ya  que es muy claro que el mundo se orienta hacia un nuevo paradigma en la producción de alimentos sanos y nutritivos, sin plaguicidas y transgénicos y, por otro lado, estos grupos muestran su inconformidad porque no  pueden continuar manejando el presupuesto rural como en los sexenios anteriores.

Modelo agrícola neoliberal favoreció a productores americanos

El gobierno mexicano obviamente enfrenta al mismo adversario, en diferentes facetas, ya que esa estructura alimentaria de los últimos 70 años está siendo rechazada en el mundo por ser muy nociva a la salud. En los últimos 30 años, del TLCAN a la fecha cuyos contenidos se exacerban con el T-MEC, hay cambios notables a los que llevó el neoliberalismo, como es el tema de la dependencia alimentaria y a la cabeza de este proceso estaban los hoy inconformes con la política agrícola de la 4T, que el gobierno de México tiene que atender, como las contraposiciones en el legislativo, con la industria, en la investigación, la modificación de instituciones; o sea, se tiene una tarea para rato.

LOS ESPANTAPÁJAROS MEDIÁTICOS CONTRA LA 4T

A pesar de todos los espantapájaros mediáticos, que los adversarios de la política agrícola, que defiende el presidente, difunden, no los contextualizan, ni  mucho menos analizan los antecedentes y, tampoco analizan las causas de los fenómenos que advierten, como es lo relativo a las “cifras record en la importación de maíz”, “prohibición de maíz transgénico borraría 42% del PIB agro”, “crisis alimentaria”, “incumplimientos con el T-MEC”, adjudicando a la 4T las causas de los fenómenos que ellos crearon( la dependencia alimentaria).  

A pesar de todo, y aunque sabemos que algunos de esos fenómenos vienen derivados de la aplicación de políticas agrícolas moribundas, de sexenios anteriores, de las cuales los adversarios de la 4T son creadores (o guardaron silencio) y en tanto sabemos que todos esos aspectos tienen otras explicaciones y respuestas, lo que no puede hacer el gobierno mexicano es ignorar esas estrategias de los adversarios.

Hay problemas técnicos que no podrán resolverse en un sexenio, pero el principal obstáculo para el cambio está en el campo político, en los intereses de grupos de productores norteamericanos, las transnacionales, el gobierno norteamericano y sus seguidores locales. Sin duda, en la coyuntura, algunos de los comentarios del presidente en la mañanera (en esta semana de noviembre) van mostrando el camino que sigue: “La propuesta que nosotros estamos impulsando es que se vaya eliminando este herbicida (se refiere al glifosato) porque, en efecto, está demostrado que daña a la salud”.

En relación al problema técnico señala: “…el Conacyt desarrollará un proyecto de investigación (…) el presupuesto del Conacyt se usaba para apoyar a las grandes empresas transnacionales en investigaciones, muchas de ellas dañinas a la salud. (…) Era increíble que se usara dinero público para favorecer empresas que producían chatarras, productos chatarra, empresas trasnacionales (…).

Y en el campo político señaló: “…sí hay presiones de las empresas extranjeras, de los gobiernos extranjeros, lo vemos con el maíz transgénico, que quisieran que se permitiera la entrada del maíz amarillo con posibilidades de que sea maíz transgénico para el consumo humano (…) lo planteé con mucha claridad en Estados Unidos, al Secretario de Agricultura y al embajador de Estados Unidos en México (…) con todo respeto, las políticas de México las decidimos en México…”

(*) Doctor en Economía por la Universidad de Chapingo y experto en temas agrarios.

 

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