Habrá qué investigar quién dio la autoritaria orden
Algo que nunca se pensó podría verse en México, era el que miembros de las fuerzas armadas se atrevieran a violentar la autonomía sindical y el derecho de los trabajadores a pelear su negociación colectiva como lo establece claramente la Reforma Laboral de la 4T; el asunto debe ser aclarado por los altos mandos castrenses porque representa una clara intimidación a la lucha pacífica y legítima de los sindicatos en el país
Por Carlos Guillén (*)
Especial para Cananea TV
En una acción por completo irregular cuyo origen no está claro, elementos del ejército a cargo de la seguridad del Instituto Nacional de Investigaciones Nucleares (ININ) retiraron de las instalaciones del Centro Nuclear de México, una serie de lonas en las que se plasmaban las demandas del Sindicato Único de Trabajadores de la Industria Nuclear (SUTIN) en su revisión contractual, así como la solidaridad de otros sindicatos.
El hecho ocurrió al término de la asamblea que el SUTIN realizó el 26 de marzo en la que sometió a la consideración de sus afiliados, la propuesta de incremento salarial de 3.8% que hizo el ININ, la que fue rechazada por una amplia mayoría, no solo por ser insuficiente a la luz de la pérdida del poder adquisitivo del salario de los trabajadores nucleares, sino por ser contraria a la política salarial del gobierno federal, que señala que los incrementos salariales no deben ser menores a la inflación.
Así, el retiro de las lonas no solo está por completo fuera de las funciones del ejército, sino que es un factor que enrarece las ya difíciles condiciones en las que se realiza la mencionada revisión del contrato colectivo. A mes y medio de pláticas conciliatorias, la administración del ININ hasta los últimos días de marzo hizo la propuesta de incremento salarial, además de rechazar prácticamente todas las peticiones sindicales, aun las que no implican erogación alguna para la institución, sino que buscan mejorar, desde el punto de vista de los trabajadores nucleares, las condiciones para realizar el trabajo de investigación y desarrollo en ciencias y tecnologías nucleares.
Esta acción tampoco contribuye al respeto a la legislación laboral que demanda el SUTIN, que pide una nivelación salarial para el personal cuyo salario cuota diaria quedó por abajo del salario mínimo general, como consecuencia del incremento a éste y la virtual congelación de sus salarios contractuales, que durante 3 años recibieron incrementos de apenas 2%. Tampoco ayuda a cumplir con el pago de la prima vacacional para los días adicionales de descanso acordados en la reforma a la ley de 2022, otra de las peticiones sindicales.
Lo peor de todo es que tal acción constituye un grave precedente para la lucha por mejores condiciones de vida y trabajo, pues introduce a ésta un actor cuyas funciones no tienen nada que ver con las relaciones entre obreros y patrones, cuyos derechos, obligaciones y procedimientos están definidos en la legislación laboral. Esto afecta no solo a un proceso laboral, sino la libertad sindical y la libertad de expresión, protegidas por la Constitución y por Convenios internacionales signados por México y pone en riesgo a cualquier grupo de trabajadores que luchen por sus derechos.
La revisión contractual entre el ININ y el SUTIN debe realizarse con pleno respeto a la legislación, mediante el diálogo entre las partes y dar como resultado mejores condiciones de vida y trabajo y el fortalecimiento de la propia institución, para beneficio no solo de las partes, sino de la nación. Usar a las fuerzas armadas en la vida laboral, sería como retroceder décadas y desnaturalizar sus funciones, algo que ni los trabajadores mexicanos ni las instituciones, merecen.
(*) Secretario del Exterior del Sindicato Único de Trabajadores de la Industria Nuclear (SUTIN).