Los orígenes de la crisis en el Metro

Desde su primera gestión como titular del organismo, Florencia Serranía, dio luz verde a empresas como Bombardier, CAF, Alstom y Mitsubishi, para desplazar a los trabajadores;  hoy se pagan contratos a las trasnacionales en perjuicio de los sindicalizados y las finanzas públicas

 Por: J. Tonatiuh Pérez Cisneros

Especial para Cananea TV

¿Cuándo inició la crisis del Sistema de Transporte Colectivo Metro? ¿Qué Regente o Jefe de Gobierno empezó a olvidar al sistema de transporte más importante de México y de América Latina?

Desde el punto de vista de los trabajadores del Metro la crisis que hoy vive el organismo se agravó con la administración del hoy Presidente de México, Andrés Manuel López Obrador.

Muchas son las voces que señalan al tabasqueño como la mano que le cerró los recursos necesarios al tren naranja para su adecuado mantenimiento y como ejecutora y administradora la actual directora del STC, Florencia Serranía.

En su periodo de Jefe de Gobierno, AMLO, observó al Metro como principal órgano para cumplir sus múltiples promesas de campaña, ya que es y era uno de los departamentos que más presupuesto recibía para su funcionamiento; inició pidiendo que le devolvieran el presupuesto que no utilizaran, situación que denunció ante los medios el sindicato de Fernando Espino y que obligara al director del organismo, Javier González Garza, a denunciar los hechos en la Asamblea Legislativa situación que le molestó a Obrador e inmediatamente lo despidió del cargo, colocando en su lugar a Florencia Serranía Soto.

Florencia Serranía, pasado recurrente

Florencia se encargó de triangular los recursos y dárselos a la jefatura de gobierno, para cumplir con la obra de los primeros y segundos pisos como se denunció en diferentes medios de comunicación en su momento, las áreas de mantenimiento mayor y menor fueron los más afectados ya que los recursos que se tenían que destinar para compra de refacciones y herramienta no fueron los adecuados y se empezó a tomar piezas de otros trenes para mantener funcionando el Metro, así lo comentan trabajadores de talleres Zaragoza y Ticomán. Situación que se está volviendo a repetir, como se diría esa película ya la vi.

Pero la persecución y desconfianza en contra de los trabajadores del Metro apenas iniciaba, Serranía en un recorrido por el estacionamiento de Delicias 67 se asombró de ver los coches que traían los trabajadores y ordenó que se investigara a cada uno de ellos ya que consideraba que los sueldos en el Metro no eran equivalentes, nunca consideró que muchos de ellos trabajaban tiempo extra y más de uno tenía otro trabajo.

Servicio colapsado

Uno de las decisiones drásticas fue el recorte de tiempo extra en diferentes áreas del Metro considerando que no era necesario; un ejemplo; antes se trabajaba alrededor de 35 horas a la semana y Florencia lo redujo a 9 horas a la semana, perjudicando áreas operativas y permitiendo que entraran empresas Outsourcing en talleres de mantenimiento mayor y menor, desplazando a trabajadores con más de 30 años de experiencia.

Y permitiendo que empresas como Bombardier, CAF, Alstom y Mitsubishi desplazaran a los trabajadores. Por lo que hoy día el STC-Metro paga contratos a las empresas antes mencionadas y a los trabajadores del Metro, resultando los más perjudicados los últimos mencionados.

Efectivamente Serranía tiene razón y las fallas del STC-Metro se deben a la corrupción, pero esa corrupción inició desde que Obrador fue Jefe de Gobierno, o como diría el señor Presidente en múltiples ocasiones, “la culpa es de la administración pasada” pero en el Metro la culpa es de Andrés Manuel López Obrador, Alejandro Encinas, Marcelo Ebrard, Miguel Ángel Mancera y  Claudia Sheinbaum, casi todos miembros distinguidos del partido que hoy gobierna el país y a la Ciudad de México.

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