Las Tareas Pendientes de la Democracia Participativa en el Gobierno de la 4T

La democracia participativa no solo en revocación de mandato

Este procedimiento elevado a rango constitucional, implica no solo la revocación de mandato sino la participación ciudadana contra la corrupción, al incidir en los ámbitos sociales, económicos, políticos e institucionales, como un contralor capaz de vigilar, auditar y exigir cuentas a sus gobernantes. En América Latina hay  ejemplos significativos de democracia participativa, como los casos de Venezuela en los gobiernos de Hugo Chávez y Nicolás Maduro y Evo Morales, en Bolivia, pero el mejor ejemplo fue, sin duda, en el gobierno Luiz Inácio Lula en Brasil, donde la población decidió el presupuesto participativo

 Por Carlos Franco Rivera (*)
Especial para Cananea TV                

 “Si no hay comida cuando se tiene hambre, medicamentos cuando se está enfermo,
si hay ignorancia y no se respetan los derechos elementales de las personas,
la democracia es una cáscara vacía, aunque los ciudadanos voten y
tengan parlamento”
Nelson Mandela

A principios de abril del 2024 se celebrará la consulta ciudadana de revocación de mandato en nuestro país; este acto es un hecho histórico porque por primera vez un presidente le va preguntar a su pueblo si quiere que continúe en la presidencia o que renuncie. Este procedimiento de democracia participativa elevado a rango constitucional es una reforma más de la cuarta transformación en el sentido de darle poder al pueblo soberano de quitar a su gobernante si está haciendo un mal gobierno.

Pero, ¿qué es la revocación de mandato? El Artículo 1, de la ley de Revocación de Mandato nos dice: La revocación de mandato es el mecanismo de democracia participativa por medio del cual los ciudadanos ejercen su soberanía para revocar o retirar de un cargo de elección popular, al candidato que resultara electo en la última elección en su distrito o circunscripción electoral, ya sea del poder ejecutivo o poder legislativo federal, mediante el cumplimiento de los requisitos y formalidades establecidos en la presente Ley.

Actualmente se habla que la mayoría de los países tienen una democracia representativa y no una democracia participativa, para tener esta última implica, que la participación ciudadana incida en los ámbitos sociales, económicos, políticos e institucionales, como un contralor ciudadano capaz de vigilar, auditar y exigir cuentas a sus gobernantes.

PAÍSES CON DEMOCRACIA PARTICIPATIVA

En América Latina hay ejemplos significativos de democracia  participativa ciudadana véase los casos de Venezuela en el gobierno de Hugo Chávez y Nicolás Maduro y Evo Morales en Bolivia, pero el mejor ejemplo de participación ciudadana, sin duda fue en el gobierno Luiz Inácio Lula en Brasil, ya que gracias a la participación de la población en el presupuesto participativo; el cual consistía en que la ciudadanía por medio de asambleas ciudadanas con voto directo eligiera en que quería que el gobierno gastara en su región en rubros como: alumbrado público, seguridad pública, drenaje de agua, pavimentación etc.

En Brasil, el ex presidente Lula sumó a la sociedad en la asignación de presupuestos

Este programa tuvo un gran éxito por la organización y participación de la ciudadanía gracias a esto Brasil pudo abatir la pobreza extrema en gran parte de su población.

En el caso de México se han hecho intentos para que la ciudadanía participe y se involucre más en los problemas  de su colonia, barrio, pueblo, comunidad etc. En las legislaciones de diversas entidades del país se establecen distintos mecanismos de participación ciudadana.

La nueva constitución política de la CDMX es de las más avanzadas en el país y en América Latina ya que en sus artículos 25, 26, y 27 nos habla de tres clases de democracia: democracia directa, participativa y representativa. La democracia directa donde los ciudadanos tienen el derecho y el deber de participar en la resolución de problemas y temas de interés general para el mejoramiento de las normas que regulan las relaciones en la comunidad.

Norberto Bobbio, la democracia no se agota en el voto

A través de los siguientes mecanismos de democracia directa: INICIATIVA CIUDADANA, REFERENDUN, PLEBICITO, CONSULTA CIUDADANA, CONSULTA POPULAR Y REVOCACION DE MANDATO. La democracia participativa ya sea territorial, sectorial, temática, pueblos y barrios y comunidades indígenas.

De acuerdo con la nueva Constitución las autoridades de la CDMX y las alcaldías establecerán procedimientos y formas de gobierno abierto que garanticen la participación social, amplia, directa, equitativa, democrática y accesible en el proceso de planeación, elaboración, aprobación, gestión, evaluación y control de planes, programas, políticas presupuestos públicos.

También los ciudadanos tienen derecho a decidir sobre el uso administración y destino de los proyectos y recursos asignados al presupuesto participativo de los servicios públicos de su comunidad. La democracia representativa se basa en dos figuras las candidaturas sin partido y la tradicional la de las candidaturas de los partidos políticos existentes.

LA ARDUA RUTA DE LA APERTURA DEMOCRÁTICA

Esta apertura democrática en nuestro país no ha sido fácil. La ciudadanía ha luchado por más libertad y democracia. Desde el movimiento estudiantil de 1968. Otro movimiento importante de participación ciudadana fue el cismo de 1985. Ante la tardía reacción del gobierno, la ciudadanía se organizó de una manera solidaria para ayudar a la gente caída en desgracia, este lamentable suceso marcó a los capitalinos y la gente empezó a tomar conciencia de la importancia de la participación ciudadana en las políticas públicas del gobierno, fue así que se crearon en la ciudad diferentes movimientos urbanos como: CONAMUP, UCP, ASAMBLEA DE BARRIOS, NUEVA TENOCHTITLAN, etc.

En la actualidad con la llegada del gobierno de la Cuarta Transformación representado por AMLO y un partido de izquierda como lo es Morena. Un gobierno con una legitimidad democrática de más de 30 millones de votos, su reto va ser quitarles a la minoría rapas de derecha sus privilegios como es el no pagar  impuestos y los que se paguen se vayan a programas sociales al sector más empobrecido por los gobiernos neoliberales, no a  construcción de infraestructura en beneficio de sus negocios de la oligarquía nacional y extranjera (como el aeropuerto de Texcoco). Para eso nos sirve las consultas ciudadanas y la democracia participativa, para darle el poder del pueblo en decisiones importantes de gobierno.

PARTICIPACIÓN CIUDADANA CONTRA LA CORRUPCIÓN

El gobierno de la 4T debe ser un gobierno democrático, transparente y sin corrupción  en la conducción de los recursos públicos, pero esto solamente puede ser posible con la participación ciudadana; con ciudadanos activos, responsables, preparados con conciencia política y social. Que sepan que la participación es un derecho cuyo objeto fundamental es la democratización del espacio público. Que se comprometa a ser ciudadano de tiempo completo no solo en la coyuntura electoral.

El mecanismo también puede combatir la corrupción

Ya es tiempo que la participación ciudadana, sea un pilar importante en la Ciudad de México y en el país. Con  asambleas ciudadanas, saber lo que piensa el ciudadano común, el de a pie, el que vive día con día los problemas de esta gran urbe como los es: La inseguridad pública, la contaminación, el problema de transporte, la falta del agua, el no encontrar un trabajo digno. Por eso es importante la participación ciudadana, la democracia participativa, para que la gente se sienta parte de la historia, parte del gobierno de la 4T.

Para que el poder ciudadano sea realidad es necesario concretar herramientas como  la Consulta ciudadana, (que se pregunte a la ciudadanía de los proyectos del gobierno que va hacer en su comunidad); el Referéndum Ciudadano (que se consulte a la ciudadanía para aprobar las reformas del gobierno):  y la Revocación de mandato (que a la mitad de su mandato el gobernante en turno sea examinado por la ciudadanía y en las urnas apruebe o repruebe su gestión).

Tal como lo dice Norberto Bobbio: “la democracia no se agota en el voto y en una sociedad bien ordenada, sino que implica una administración eficiente de los recursos sociales, con el objeto de maximizar la satisfacción de los ciudadanos. Para hablar de democracia se requiere que aquellos que tienen el derecho de participar en la toma de decisiones, sean a su vez la mayoría de las personas que constituyen un pueblo”.

(*) Politicólogo UAM-Iztapalapa.

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