Imprescindible texto que los trabajadores de la cultura deben leer.
“En el corazón de las industrias culturales y creativas hay personas.
Artistas y creadores que innovan, cuestionan normas, inspiran y divierten. Sus obras generan nueva energía social, infunden confianza y suscitan la implicación de las personas y la mejora de su vida cotidiana.Sus innovaciones y expresiones creativas impulsan
procesos de desarrollo que pueden ampliar las opciones de las personas e inspirarlas para imaginar otros futuros. Como tales, las industrias culturales y creativas pueden contribuir a la promoción de la paz, la democracia, los derechos humanos, las libertades fundamentales, la igualdad de género y el Estado de derecho…”
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