La autosuficiencia alimentaria no debe aceptar imposiciones
En la mañanera del 22 de octubre, el Dr. Berdegué, titular de la SADER, citó que “la soberanía alimentaria es un proceso que no termina nunca”, pero antes debe pensarse la necesidad de que México, en el caso del maíz amarillo, establezca metas a mediados y al final del sexenio, pues aunque la soberanía alimentaria “no termine nunca”, no pueden dejar que esas metas se dicten desde el exterior, porque eso sí no tiene que ver con la soberanía
La Carta Robada
Por Emilio López Gámez (*)
Especial para Cananea TV
Sin duda, en la coyuntura actual en donde los procesos de la transformación mantienen una gran velocidad, se requiere mucha precisión en el proyecto 2024-2030 en la producción agropecuaria. Sobre todo, considerando varios factores de poder que están presentes en estas grandes definiciones, unos muy visibles y otros que se están procesando en un plano no muy visible.
En la plaza de la Constitución, la Dra. Claudia Sheinbaum, en la lectura de los cien puntos, en el número 62 comentó: “La soberanía alimentaria seguirá siendo el eje rector de nuestra política para el campo. Garantizaremos la autosuficiencia del maíz blanco libre de transgénicos, desde la producción hasta el consumo.
Aseguraremos el abasto de maíz para el consumo humano…” (Versión estenográfica. Mensaje de la Presidenta de los Estados Unidos Mexicanos, Claudia Sheinbaum Pardo, desde la Plaza de la Constitución, Ciudad de México. Presidencia de la Republica | 01 de octubre de 2024).
Cuando en la mañanera del 22 de octubre pasado le preguntaron a la Presidenta: ¿Doctora, con este plan en la búsqueda de la soberanía alimentaria, ¿en cuánto tiempo estiman que los mexicanos puedan palpar estos resultados de este plan en búsqueda de soberanía alimentaria, doctora?
El Dr. Julio Berdegué, titular del ramo, dijo al respecto:” La soberanía alimentaria es un proceso que no termina nunca. Si cada día cuidamos más nuestros suelos, somos más soberanos; si cada día tenemos más ciencia y tecnología para producir buenos alimentos saludables, somos más soberanos. Lo que queremos es que, a lo largo de este sexenio, lo que ya dije, las personas que viven y trabajan en el campo, que nos dan de comer, vivan mejor.” (Versión estenográfica. Conferencia de prensa de la Presidenta Claudia Sheinbaum Pardo del 22 de octubre de 2024)
Trump y las presiones de los agricultores de maíz amarillo de los EU a México en el caso de las importaciones de maíz transgénico
En los primeros tres años del sexenio de AMLO, EUA presionó con fuerza a México en el caso de las importaciones de maíz amarillo transgénico, presiones que actualmente persisten y tienen un gran poder, no visible a simple vista, en la definición de las políticas agropecuarias y alimentarias: Las presiones para que México siga comprando maíz (amarillo transgénico) tiene muchos antecedentes, uno de ellos es cuando el entonces presidente de Estados Unidos, Donald Trump, celebró a través de Twitter, que dentro del acuerdo con México en el T-MEC, se comprometía a comprar de inmediato grandes cantidades de productos agrícolas, a productores del vecino país del norte; Trump se refería a los granos que México importa de aquel país.
Aquí se retoma aquella declaración: “El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, celebró a través de Twitter, que dentro del acuerdo alcanzado el día de ayer, México se comprometió a comprar de inmediato grandes cantidades de productos agrícolas, a productores del vecino país del norte” (Poder informativo, 8 de junio de 2019). Las empresas transnacionales así lo dejaron sentir también, por ejemplo, cuando enviaron un comunicado, que se dio a conocer el día 22 de marzo del 2021 a Thomas Vilsack, Secretario del Departamento de Agricultura de los EE.UU. donde esencialmente mostraron desacuerdo con la política agrícola de México, sobre todo en relación a la posición de México ante el glifosato y los transgénicos.
En el mercado interno el maíz amarillo importado gana terreno en el consumo para alimentos
La gráfica muestra que la participación de la producción interna de maíz blanco básicamente (color azul) representó en el consumo en el año de 1990 antes del TLCAN el 80 % del consumo y las importaciones representaban el 20%. Ya para el 2023 la producción interna de maíz (blanco básicamente y algo de maíz amarillo) representa algo menos del 60% y el maíz importado (amarillo transgénico (color de la gráfica rojo) representa algo más de 40%. El maíz amarillo desde la firma del TLCAN y ahora con el T-MEC ha ganado terreno. Este maíz se usa para producir alimentos para humanos (por ejemplo, pollo).
El campo de México es el campo del futuro y ¿siempre lo será?
Retomemos la mañanera del 22 de octubre cuando le preguntaron a la Presidenta: ¿Doctora, con este plan en la búsqueda de la soberanía alimentaria, ¿en cuánto tiempo estiman que los mexicanos puedan palpar estos resultados de este plan en búsqueda de soberanía alimentaria, doctora?
El Dr. Julio Berdegué comentó:” La soberanía alimentaria es un proceso que no termina nunca. Si cada día cuidamos más nuestros suelos, somos más soberanos; si cada día tenemos más ciencia y tecnología para producir buenos alimentos saludables, somos más soberanos. Lo que queremos es que, a lo largo de este sexenio, lo que ya dije, las personas que viven y trabajan en el campo, que nos dan de comer, vivan mejor.” (Versión estenográfica. Conferencia de prensa de la Presidenta Claudia Sheinbaum Pardo del 22 de octubre de 2024).
Ante el comentario del Dr. Julio Berdegué de que “La soberanía alimentaria es un proceso que no termina nunca” es necesario, no perder de vista que, a los EUA, un producto que les interesa primordialmente, es el maíz amarillo que ellos venden a México y que en ese comercio ha centrado sus presiones, ya que integra poderosos factores de poder de grandes empresas asociadas al glifosato, los transgénicos y de sus exportaciones de maíz.
De acuerdo a la gráfica, la evolución de las importaciones de maíz amarillo, muestran que la estrategia de los EUA es avasalladora. Ante ello, pensamos que, es necesario México cuente con un proyecto en maíz amarillo, establezca metas para mediados y al final del sexenio, porque no podemos dejar que esas metas se dicten desde el exterior (queden en manos de las multinacionales). ¡Eso sí que no tiene que ver con la soberanía!
(*) Doctor en Economía por la Universidad de Chapingo y experto en temas agrarios.