Persiste la pobreza extrema en el campo guerrerense
Estudiosos del agro estiman que si bien algunos apoyos llegan a campesinos e indígenas minifundistas, históricamente excluidos de las políticas públicas rurales, en la práctica, los programas de la 4T, operan con vicios de corrupción, opacidad, burocratismo y sin participación social, tal y como sucedía en anteriores gobiernos neoliberales
La Carta Robada
Por Emilio López Gámez (*)
Especial para Cananea TV
De acuerdo a Carlos García Jiménez en el libro: El fertilizante en tiempos de la 4T. Experiencias y desafíos de la contraloría campesina de Guerrero, comenta que mientras AMLO impulsa la 4T a nivel nacional, en Guerrero- una de las entidades más rezagadas del país- “…ese propósito avanza a pasos de elefante reumático”.
Esta opinión no difiere mucho de las opiniones que hemos expuesto aquí en otras Cartas Robadas. Para Julio Moguel, que hace la presentación del libro de García Jiménez “El estudio que tenemos en las manos pudiera parecer “excesivamente” critico para algunos de los programas emblemáticos de “la cuatro T”.
Pero no se trata de una valoración que solo se ubique en ese tenor (…) se descubren las “rémoras”, “vicios o problemas heredados del pasado (…). Pero, por otro lado, “Establece líneas de definición de políticas públicas que pueden resultar convergentes con el movimiento social y que pueden contribuir a desarmar las políticas neoliberales que “vienen del pasado” y que cotidianamente reproduce el “elefante reumático”
Como lo señala García Jiménez en su libro y lo subraya Moguel en la presentación, en el caso de los “gobernados” se “Deben marcar –o ayudar a marcar en alianza con las áreas de gobierno responsables de las políticas públicas que entran en juego- las rutas básicas a seguir para instaurar políticas públicas que fortalezcan “la defensa de los intereses del sector social rural.”
En cuanto a este tema muy preciso Moguel señala que: “si bien están llegando a campesinos e indígenas minifundistas, históricamente excluidos de las políticas públicas rurales, en la práctica opera con vicios de corrupción, opacidad, burocratismo y sin participación social, tal y como sucedía en anteriores gobiernos”.
DEBE INSTITUCIONALIZARSE UN NUEVO AGRARISMO
Otro elemento implicado en el modelo de desarrollo campesino, es que “…una alianza basada en el dialogo horizontal entre gobernantes y “gobernados”, puede producir frutos imperecederos que efectivamente remonten al “elefante reumático” neoliberal, e institucionalice el Nuevo Agrarismo como política pública que transforme de maíz el rezago que sigue padeciendo el campo mexicano.”
En varias ocasiones, aquí en La Carta Robada, nos hemos preguntado ¿por qué los resultados del gasto rural, visto a partir del Programa Especial Concurrente (PEC), no ha sido capaz de mover a ese reumatismo crónico del sistema capitalista en el campo?
Veamos parte de la evolución de ese gasto público en la 4T: En el Programa Especial Concurrente 2019 los principales programas de la vertiente de competitividad tuvieron los siguientes montos: Crédito Ganadero a la Palabra con un monto de 4,000.0 millones de pesos; Fertilizantes 1,500.0 millones de pesos; Precios de Garantía a Productos Alimentarios Básicos 6,000.0 millones de pesos; Producción para el Bienestar 9,000.0 millones de pesos; Desarrollo Rural 5,375.4 millones de pesos y el Programa de Fomento a la Agricultura 2,741.7 millones de pesos.
Estos programas en el Programa Especial Concurrente de 2024 se estiman los siguientes montos: Fertilizantes con un monto de 17,489.2 millones de pesos; Precios de Garantía a Productos Alimentarios Básicos 12,534.2 millones de pesos; Producción para el Bienestar 16,256.2 millones de pesos; Programa de Fomento a la Agricultura, Ganadería, Pesca y Acuicultura 1,725.7 millones de pesos; Programa de Sanidad e Inocuidad Agroalimentaria 3,505.5 millones de pesos. En el caso de Crédito ganadero a la palabra que aparecía en el 2019 (primer año de AMLO) como se ve ya no aparece años después. Igual sucedió con Desarrollo Rural el cual ya no apareció los años siguientes.
Con excepción del programa de fomento a la agricultura, el cual fue disminuido como se puede ver en lo que va del sexenio, además de la desaparición de los programas ya señalados, el resto de los programas han aumentado sus montos. Pero entonces ¿por qué ese gasto rural no ha tenido los efectos que se podrían esperar?
REFUNDAR EL PAPEL DEL ESTADO EN EL CAMPO
Una primera respuesta es la que podríamos desprender del contenido del libro de García Jiménez. Saber, una burocracia con orientación neoliberal persistente. En otra perspectiva, compatible con la de García Jiménez y lo que comenta Moguel en la presentación de ese libro, es la que hemos sostenido aquí en La Carta Robada, a saber, esta perspectiva tiene varios grandes componentes:
1.-El papel del Estado como promotor del desarrollo agropecuario y forestal debe refundarse sobre nuevas bases de política pública. 2.-La política agropecuaria no debe estar subordinada al mercado internacional puesto que este se ha convertido en el causante de la exclusión económica y social 3.- Los programas y el presupuesto actuales deben sufrir modificaciones de gran profundidad y alcance. 4.- El principal rubro del gasto público actual son los subsidios individuales lo que se sostiene como uno de las principales posiciones ideológicas del modelo neoliberal.
5.-Consecuentemente se deben ampliar a subsidios colectivos que conlleva a un reconocimiento a las comunidades organizadas, grupos, organizaciones campesinas.6.- Es necesario impulsar en una visión única desde todo el aparato burocrático la óptica de producción con proceso de transición hacia sistemas agroecológicos 7.- La relación entre el Estado y la clase campesina se basará en el reconocimiento pleno de las formas de propiedad social y sus mecanismos de representación 8.- No compartimos la concepción que deposita en el Estado una función monopolista respecto a la organización social 9.-El elemento determinante que envuelve toda la política pública rural y urbana es que las fracciones del capital controlan todos los mercados (de trabajo, financiero, comercial, industrial y otros) y en ese mar de intereses toda medida (gasto, definiciones legislativas, planes sectoriales, son absorbidos para su beneficio por esas estructuras, las minimizan o nulifican.
(*) Doctor en Economía por la Universidad de Chapingo y experto en temas agrarios.
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