Sindicalizados tendrán en sus manos sacudirse un corrupto cacicazgo de 35 años
Al reponerse la elección del pasado año, los agremiados del SINEIF, tendrán con el poder de su voto libre, directo y secreto, la decisión de expulsar a un reducido grupo que se adueñó de su sindicato por más de 35 años; en un intento desesperado por no perder el poder, pusieron toda serie de obstáculos y trampas a la Planilla Roja, pero pese a las irregularidades, una nueva opción estará en las boletas tras décadas de corrupción y manejo irregular de cientos de millones de pesos de cuotas y recursos sindicales
Por Staff de Cananea TV
En un intento desesperado por mantenerse en el poder, la pandilla del jubilado Antonio Reyes hizo toda serie de trampas y alteraciones al estatuto, como también a lo dispuesto por el Centro Federal de Conciliación y Registro Laboral (CFCRL), en el sentido de garantizar la equidad y el respeto al voto libre, directo y secreto de los trabajadores afiliados al Sindicato Nacional de Empleados del Instituto del Fondo Nacional para el Consumo de los Trabajadores (SINEIF).
Las violaciones cometidas por el Presidente de la Comisión Autónoma de Vigilancia, José Armando Vázquez Luna y el de la Comisión Autónoma de Honor y Justicia, Marco Antonio Rojas Zamora, así como de los miembros de la Comisión Electoral, son flagrantes pues además de no haber solicitado al Instituto FONACOT, los permisos a los integrantes de la Planilla Roja, para realizar labores de proselitismo para informar a las bases sobre su plan de trabajo, también de manera dolosa se negó a recorrer los calendarios de la convocatoria de elección para impedirle a los opositores, tener más días de campaña, ubicando la campaña interna en pleno periodo vacacional de fin de año, donde descansan el 50 por ciento de los sindicalizados.
Además, la gente del grupo de Antonio Reyes, se negó, como marca la Ley Federal del Trabajo y los ordenamientos del CFCRL para los procesos electorales, a entregar un padrón actualizado de miembros, de acuerdo al último bimestre, con las cédulas de liquidaciones de cuotas obrero-patronales.
Como se recordará, el pasado 17 de noviembre el Centro Federal negó la toma de nota a la mafia de Antonio Reyes, por postularlo como candidato a un periodo más a la Secretaría General, siendo ya jubilado. Pero además, el órgano laboral, estableció con claridad que tanto la Ley Federal del Trabajo (LFT), como la Reforma Laboral, dictan que los dirigentes no deben perpetuarse en el cargo al existir la responsabilidad legal de los sindicatos para garantizar una verdadera democracia interna.
Situación que insisten en dinamitar los incondicionales de Antonio Reyes, quienes pese a tener igual que él, 35 años en el cargo, como es el caso de Gilberto Vargas Terán, y otros más con más de 18 años en la esfera de la dirigencia sindical como son José Oscar García Quintero, María Consuelo Lourdes García Rangel y Berenice Flores Urenda, volvieron a postularse como integrantes de la Planilla Naranja.
Otra irregularidad más cometida en el proceso electoral por los presidente de la Comisión Autónoma de Vigilancia y de Honor y Justicia, fue el imponer de nueva cuenta dos cédulas de votación: una, para el cargo de Secretario General y otra para el resto del comité, señalando a la representación de la Planilla Roja que esta disposición fue ordenada por el CFCRL, pero sin mostrar un documento oficial que avale su dicho.
Además, uno de los miembros de la Comisión Electoral ha difundido una lista de 63 verificadores supuestamente enviados por el CFCRL para vigilar la elección, pero se ha negado a mostrar la petición al órgano laboral y la respuesta del mismo a la representante de la Planilla Roja.
Además, por estatutos, la Comisión Electoral tiene la obligación de convocar a los trabajadores para que sean ellos quienes elijan al Presidente de Debates y al Escrutador, situación que no dio pues todo apunta que serán los delegados, afines a la Planilla Naranja, los que designen con línea de Toño Reyes a los encargados de vigilar la elección y contar los votos. Otra violación flagrante a la democracia interna y que implica sanciones de las leyes laborales, pues los miembros del comité y sus delegados no pueden ser juez y parte.
Pero, ¿por qué recurrir nuevamente a tantas irregularidades?
Porque es marcado el temor de perder en los comicios a celebrarse este 3 de enero, pese a que los delegados de trabajo cometieron otra ilegalidad más al actuar como promotores de la Planilla Naranja, además de haber difundido la falsa versión de que si los agremiados votaban por la Roja, se acabaría el Contrato Colectivo de Trabajo. Tales irregularidades ya han sido motivo de sanciones en otros procesos electorales por parte del CFCRL, pues se anula el principio de equidad y de respeto a la democracia interna.
Con todo y las triquiñuelas de la mafia que se niega a irse, los sindicalizados de FONACOT tendrán en sus manos el poder de cancelar, con su voto libre, directo y secreto, más de tres décadas de abusos, corruptelas y manejo discrecional de cientos de millones de pesos, con que se han enriquecido el jubilado Antonio Reyes, y su grupo de incondicionales.