Pretenden brincarse el semáforo epidemiológico
Llama la atención que dicho regreso no sería obligatorio y continuarían con sus clases a distancia, lo cual traerá consecuencias negativas al profesorado, sobre todo respecto al uso del tiempo laboral; el anuncio despertó un sin número de interpretaciones
Por Luis Zamora Calzada (*)
Especial para Cananea TV
La semana pasada, fue alarmante la postura del presidente de la Asociación Nacional de Escuelas Particulares (ANEP), respecto a su convocatoria de regresar a clases presenciales, lo que ha reiterado una vez más, siendo omiso en atender la postura de la SEP, respecto a un regreso únicamente cuando se dé la autorización de la autoridad sanitaria y la de los gobiernos locales.
Su argumento, se limita en señalar que el cuarenta por ciento de un total de las 46 642 escuelas particulares existentes, dejarían de prestar sus servicios en promedio 18 687, como consecuencia de la inactividad económica que inició hace casi un año por el COVID-19.
Llama la atención su afirmación, de que dicho regreso no sería obligatorio y continuarían con sus clases a distancia, lo cual traerá consecuencias negativas al profesorado, sobre todo respecto al uso del tiempo laboral.
El anuncio despertó un sin número de interpretaciones, sobre todo, que, sin importar el color del semáforo epidemiológico, el regreso sería este 1 de marzo de 2021, lo que no se sabe hasta el momento de la redacción, se abrieron sus puertas dichas escuelas, la intervención de la Secretaría de Educación Pública Federal (SEP), reiteró que el regreso a clases dependerá de las condiciones establecidas por las autoridades sanitarias y cumplir con condiciones diversas, entre otras que los maestros estén vacunados e incluir el COVID-19 en el catálogo de enfermedad de riesgo de trabajo, complicados de requisitar en estos momentos.
Efectivamente, el anuncio del supuesto regreso no estaba autorizado por las autoridades educativas, incurriendo la ANEP en un claro desacato y un reto hacia la SEP, al adelantar que cualquier sanción se combatiría con el uso de recursos legales, como son los amparos, sin manifestar mayor preocupación por las multas, amonestaciones, y otras actuaciones de los gobiernos estatales, a quienes conminaron no frenar el derecho a la educación.
De poco sirvió que anunciaran la implementación de protocolos sugeridos por las instancias educativas y de salud, lo que no frenó muchas reacciones en contrario, hubo voces de docentes que reclamaron garantías de seguridad para evitar los contagios.
No fue suficiente la convocatoria de los dueños de las escuelas, para hacer regresar a los maestros a las aulas, la improvisación y falta de medidas de seguridad, se sumaron al pronunciamiento de la SEP para evitar riesgos innecesarios en alumnos, padres de familia y docentes.
Entre el regreso a clases presenciales y la modalidad a distancia propuesto por el presidente de la ANEP, la figura más vulnerable es la del docente, sería obligado a cubrir una jornada laboral y además atender en línea a los estudiantes que no quisieran acudir a las escuelas, por lógica natural, destinaría más tiempo de trabajo por el mismo salario que perciben, por supuesto los riegos de contagio estarían a la orden del día.
A lo anterior, se agrega la existencia de una clara discriminación en la aplicación de la vacuna contra el COVID-19 a los profesores, que hasta ahora parecen destinadas únicamente para quienes laboran en la escuela pública, que ocurrirá siempre y cuando estén en semáforo verde y de regreso a las aulas, lo cual aún no ocurre.
Es notorio que la convocatoria fue resultado más de una actuación de momento, sin sustento legal alguno y contra toda medida sanitaria, para evitar la propagación del COVID-19 en las escuelas privadas.
La ganancia del magisterio
El Sindicato Unificado de Maestros y Académicos del Estado de México (SUMAEM), da la más grata bienvenida, a la iniciativa de trabajadores de otras instancias gubernativas para constituir un sindicato alterno al SUTEYM.
Venciendo temores, amenazas y todo tipo de actos que el SUMAEM ha pormenorizado en los últimos años, un gran equipo de valientes trabajadores, caminarán la ruta jurídica para ejercer lo que la ley ya permite en el país desde 1999, el ejercicio de la libertad sindical y el fin de la sindicación única.
En hora buena, daremos pormenores del asunto de manera permanente.
(*) Secretario General del SUMAEM.