El organismo permanece secuestrado por el corporativismo
La convocatoria determinó de nuevo que el máximo órgano del instituto estará integrado por: la CTM, con ocho espacios; la Alianza Sindical Mexicana (ASM), dos representantes; la Confederación Regional Obrera Mexicana (CROM), también dos; la Confederación Revolucionaria de Obreros y Campesinos (CROC), con uno; el Sindicato Nacional de Trabajadores del Seguro Social, un representante y los Ferrocarrileros de la República Mexicana, igual con uno; es decir que todo quedó idéntico a lo que firmó el entonces Secretario de Trabajo, Navarrete Prida en el gobierno de Enrique Peña
Por Carlos Guillén (*)
Tomado del www.frecuencialaboral.com
La próxima Asamblea General del Instituto del Fondo Nacional de la Vivienda para los Trabajadores (INFONAVIT), que es, de acuerdo a la Ley del INFONAVIT el máximo órgano de gobierno de este instituto –en su parte laboral- seguirá en manos del sindicalismo corporativo, pese a la Reforma laboral.
Al menos en lo que respecta al organismo encargado de la vivienda de los trabajadores (INFONAVIT), el control quedará en manos de los mismos grupos sindicales corporativos que en los nuevos tiempos debían quedar atrás.
El 28 de agosto de 2020, el Diario Oficial de la Federación publicó las bases para determinar las organizaciones nacionales de trabajadores y patrones que deben intervenir en la designación de quienes integrarán la Asamblea General del INFONAVIT. Días después, el 7 de septiembre, se publicó la convocatoria a organizaciones para designar a sus representantes.
El INFONAVIT, desde su creación en 1972, es el organismo encargado de administrar los recursos del Fondo Nacional de la Vivienda, establecer y operar un sistema de financiamiento que permita a los trabajadores obtener crédito barato y suficiente para vivienda cómoda e higiénica y financiar programas de construcción de vivienda destinada a ser propiedad de los trabajadores. Para ello, los patrones deben aportar el 5% sobre el salario de sus empleados.
Con la creación de este Instituto, se liberó a los dueños de empresas cuyas instalaciones estuvieran a más de 3 kilómetros de las poblaciones o que ocuparan a más de cien trabajadores, de la obligación de proporcionar habitación a sus trabajadores, como obligaba la Ley Federal del Trabajo de 1970.
La asamblea, de acuerdo a la ley, está integrada por 45 personas. De éstas, quince son designadas por el Ejecutivo Federal, quince por los organismos nacionales de patrones y quince por las organizaciones nacionales de trabajadores. Tiene una duración de seis años, por lo que la anterior, designada en 2014, debió cambiar el pasado mes de marzo. La declaratoria de emergencia sanitaria, con la paralización de gran número de actividades, motivó el retraso en el cambio en este organismo.
El mecanismo para integrar este órgano de gobierno del INFONAVIT, consta de la publicación de las bases y la convocatoria a las organizaciones seleccionadas mediante esas bases. Bases y convocatoria son emitidas por la Secretaría de Trabajo y Previsión Social.
LA REFORMA LABORAL DEJÓ INTACTO AL CORPORATIVISMO
Hay que señalar que, no obstante que el 1° de mayo de 2019 entró en vigor el Decreto que reforma, adiciona y deroga diversas disposiciones de la Ley Federal del Trabajo, de la Ley del Instituto del Fondo Nacional de la Vivienda para los Trabajadores y de otras leyes en Materia de Justicia Laboral, Libertad Sindical y Negociación Colectiva, el único cambio que se hizo en lo relativo a la integración de “la autoridad suprema” del INFONAVIT, es la intención de establecer la representación proporcional en razón de género, cambio importante, pero que deja intacta la estructura en lo que respecta a las organizaciones convocadas a participar.
Así, la convocatoria determina que la asamblea general, en cuanto a representantes “de los trabajadores” estará integrada por: la Confederación de Trabajadores de México (CTM), con ocho representantes; la Alianza Sindical Mexicana (ASM), dos representantes; la Confederación Regional Obrera Mexicana (CROM), dos representantes; la Confederación Revolucionaria de Obreros y Campesinos (CROC), un representante; el Sindicato Nacional de Trabajadores del Seguro Social, un representante, y el Sindicato de Trabajadores Ferrocarrileros de la República Mexicana, un representante. Idéntico a lo que firmó el entonces Secretario de Trabajo Jesús Navarrete Prida hace seis años, en el gobierno de Enrique Peña.
Este proceso muestra que la desaparición del sindicalismo corporativo, el que actúa a espaldas y contra los trabajadores, el que se alía con los patrones para evitar el sindicalismo genuino, no solo no ha desaparecido, sino que sigue contando con apoyo en instituciones gubernamentales. El peor tripartismo continúa vivo.
Resulta contradictorio que se apruebe una reforma en materia de justicia laboral, libertad sindical y negociación colectiva, y en materia de gobierno de la institución dedicada a la vivienda para trabajadores persistan las prácticas y mecanismos del pasado.
Entre los requisitos que deben cumplir las organizaciones de trabajadores y sus representantes están, además del número de afiliados, estar registrados ante la STPS y el reconocido prestigio de los propuestos. En cuanto al número de afiliados, según los registros de la STPS, la CTM tiene 104 afiliados, la ASM 4, la CROC 32 y la CROM 221. Algo no coincide. En cuanto al prestigio, habría muchas cosas que decir, al menos de los dirigentes nacionales que seguramente son quienes hacen las propuestas.
Ahora que están en boga las encuestas, se pudo haber acudido a esa forma para que al menos hubiera alguna oportunidad para tomar en cuenta a los trabajadores y probar que quedaron atrás los apoyos al corporativismo. Se prefirió en cambio, sostener en posiciones de importancia a centrales sindicales que han sido expulsadas de organismos sindicales internacionales, por su papel en la existencia del contratismo de protección patronal.
Falta mucho por hacer en materia de respeto a los derechos de los trabajadores y en el sindicalismo mexicano. Difícilmente será suficiente con los cambios legislativos que -no pocas veces- se quedan en el papel.
(*) Colaborador del Programa Radiofónico Frecuencia Laboral y conductor del programa Reloj Checador, de Cananea TV
