Alfonso Cepeda y Carlos Moreira, intereses y definiciones en juego
De los resultados que se obtengan en las secciones magisteriales 5, 35 y 38, de esa entidad, dependerá que el PRI conserve la gubernatura que han usufructuado los Moreira desde hace tres sexenios, pero del otro lado de la moneda, dependerá también el futuro político del actual dirigente, Alfonso Cepeda Salas, que no puede quedarle mal al presidente, sobre todo porque Rubén Moreira, coordinador tricolor en San Lázaro, dinamitó la Reforma Eléctrica de AMLO y ha anunciado que le jugará las contras a la Reforma Electoral
El Diván de la Utopía
Por I. León Montesinos
Especial de Cananea TV
Cuando este seis de diciembre el dirigente nacional del SNTE, Alfonso Cepeda Salas, sople en su pastel las velitas de su sexagésimo quinto cumpleaños, su principal deseo será pedir que los candidatos de los Moreira no ganen en las secciones 5, 38 y 35 del gremio magisterial en Coahuila, pues con ello se garantizaría el triunfo del PRI a la gubernatura que se disputará en el 2023, y la continuidad en el poder de un clan que le ha jugado las contras en San Lázaro a las reformas del Presidente, Andrés Manuel López Obrador, a quien el líder sindical le debe su permanencia en el cargo.
El próximo viernes 9, miles de profesores acudirán a elegir por primera vez a través de su voto libre, directo y secreto a los nuevos dirigentes de las secciones 5 y 38 con sede en Saltillo y 35 de Torreón –en la región de La Laguna–, controladas desde hace 18 años por el llamado líder moral del magisterio coahuilense, Carlos Ariel Moreira Valdez, quien desde la llegada a la gubernatura de su hermano Humberto, en 2005, y más tarde de Rubén, se afianzó como el poder absoluto del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE) en Coahuila, manejando con absoluta discrecionalidad millonarios fondos de ahorro y pensiones, desde los cuales se destinaron cientos de millones de pesos en apoyo a las campañas del Partido Revolucionario Institucional en diversas elecciones locales.
Ejemplo del control absoluto que en su Estado los Moreira han ejercido en el SNTE, fue el hecho de que Carlos fue primero líder de la Sección 5 y casi de inmediato brinco a la Sección 38, aun cuando los estatutos lo prohibían. Tal violación fue consentida en el 2009 por la propia Elba Esther Gordillo.
Para los Moreira Valdez y su incondicional Miguel Riquelme, gobernador en turno, conservar el control del magisterio coahuilense, es fundamental para seguir operando una triangulación de recursos a favor de su partido –sobre todo mediante la Sección 38–, así como asegurar una estructura electoral que por tres sexenios les ha permitido adueñarse no solo de la gubernatura, sino mantener una absoluta hegemonía en el Congreso Local. En esa entidad, Morena aún no ha podido hacerles mella alguna en las urnas.
Por eso, además que un feudo sindical lo que se juega en Coahuila el próximo viernes nueve, es una gubernatura.
UNA HISTORIA DE ALIANZAS E INTERESES
Todavía en el pasado sexenio cuando no pasaba por la mente de muchos la hecatombe política del PRI, y Juan Díaz de la Torre era ubicado en el pináculo de la Presidencia del SNTE tras la caída de la destronada Elba Esther Gordillo, para el oriundo de Arteaga y Secretario General del gremio magisterial, Alfonso Cepeda Salas, el futuro no podía ser más promisorio en su natal Coahuila.
Ligado políticamente a Humberto y Carlos Ariel Moreira en la cuna sindical de la Sección 38, Cepeda no solo gozaba del aprecio de Carlos Moreira sino de sus hermanos, lo que le permitió que siendo Rubén gobernador, no tuviera problema alguno para obtener los permisos de construcción en Saltillo, de sus Clínicas Alheira y Médica Bosco, que forman parte de la Corporación Alheira, empresa con sede en Monterrey y donde aparecen como dueños y accionistas la esposa del líder del SNTE, Iracema Yazmín Garza y sus hijos, Héctor Hiram y Alfonso Cepeda Garza.
Opositores a Carlos Ariel de corrientes como “Fuerza Magisterial”, han denunciado una sociedad entre el líder moral del SNTE en Coahuila y el dirigente nacional del magisterio, de tal suerte que sus empresas aparecen juntas en negocios de proveeduría a las clínicas del magisterio en la entidad.
De hecho, la disidencia crítica la complacencia de Cepeda a no auditar presuntos fraudes de vivienda superiores a los 3 mil millones de pesos, así como el irregular manejo al Fondo de Ayuda Mutua de la Sección 5, que en 40 años–se dice—ha acumulado más de mil millones de pesos, lo mismo que el saqueo al Fondo de Pensiones operado desde la Sección 38, y del que se comenta han salido los fondos para financiar las tres campañas políticas que llevaron al poder a los Moreira y a Riquelme.
La sociedad y sólida amistad entre los Moreira y Cepeda hubiera seguido viento en popa de no haber sido porque en el 2018, Andrés Manuel López Obrador les cambió el esquema, pues lo que quizás este grupo de coahuilenses tampoco tuvo en su radar fue que el hoy presidente decidiera entregar los bártulos del magisterio nacional a Cepeda Salas, con el fin de desplazar a la maestra Elba Esther Gordillo.
La pandemia del Covid-19 marcó un compás de espera en la renovación de las secciones del sindicato de maestros, pero los procesos arrancaron en noviembre del pasado año, anunciando nubarrones de tormenta en las secciones de Coahuila sobre todo tras de que en la primavera pasada, el coordinador de los diputados del PRI en San Lázaro, Rubén Moreira Valdez, encabezó la revuelta legislativa en contra de la Reforma Eléctrica del presidente y ahora jugándole las contras a la Reforma Electoral.
Para Alfonso Cepeda tal circunstancia lo colocó entre la espada y la pared sobre todo porque su natal Coahuila y el Estado de México son los dos últimos bastiones del PRI y Morena ha anunciado que va con todo para quedarse en el año entrante con ambas gubernaturas.
De ahí la trascendencia político-sindical de lo que ocurra este viernes en las tres secciones del SNTE en Coahuila, puesto que dependiendo de los resultados, Cepeda dejará en claro si su fidelidad es hacia el presidente o tratará de maquillar lo que venga para no llegar a un abrupto rompimiento con los Moreira, pero sobre todo con Carlos al que, como aseguran los opositores, lo ligan poderosos intereses económicos más allá de una vieja amistad.
LOS CANDIDATOS DE ALFONSO Y LOS DE CARLOS
Algunos viejos sindicalistas del SNTE en Coahuila, aseguraron al columnista que las candidaturas y planillas registradas en las tres secciones magisteriales permiten suponer que Carlos Moreira irá con todo en la defensa del coto de poder familiar, pero también dejan entrever un posible acuerdo tras bambalinas que permita a Cepeda aparentar un juego democrático que le ayude a salir bien librado ante el presidente.
En cada una de las secciones, los candidatos de Cepeda y de Carlos han quedado bien definidos, al grado que muchos mentores aseguran la inclusión de candidatos de “relleno” para fragmentar el voto, sobre todo ligados al menor de los Moreira.
Sello distintivo de la corriente del líder moral del magisterio coahuilense es que sus tres principales candidatos ostentan el logotipo de la Unidad Institucional.
El esquema es el siguiente:
Por la Sección 38 donde votarán unos 20 mil maestros, aparece como abanderado de Carlos Moreira y de Unidad Institucional, Sergio Antonio Ramírez Morales y del lado del líder nacional, los maestros ubican a Isela Licerio Luévano, de hecho la única mujer que contenderá en el proceso.
Cabe resaltar que de inició eran cuatro los aspirantes –incluida Isela—que alentados desde la CDMX buscarían un frente común y al que estaban sumados todavía hace unas semanas: Ricardo García Urrutia, Jesús Rentería y Francisco Gaytán Rodríguez, éste último optó por ir solo bajo la planilla Ruta 11 38 SNTE, los otros tres conformaron la corriente: Aliados por el Rescate de la Sección 38.
Estimaciones locales aseguran que en la 38, como en las otras dos secciones, Carlos Moreira cuenta con un 60 por ciento de las preferencias, por lo que numéricamente el asunto se le complicará a los opositores, pues muchos maestros no ven a ninguno de los tres candidatos como una opción real de cambio, lo que permite vaticinar que el líder moral podría conservar la sección más importante del SNTE en Coahuila.
Por la Sección 5 aparece encabezando la corriente de los Moreira, Unidad Institucional, Everardo Padrón García, y del lado de Cepeda la juega Luis Alberto Rivas Aguilar con la Planilla Base Magisterial 5; también obtuvo su registro José Gerardo Lira Elizalde, con la Planilla Con Lira, Democracia y Transparencia, éste último es visto por los maestros de la cinco como incondicional a Moreira.
Por la Sección 35 de Torreón, en la Comarca Lagunera, se apuntaron y obtuvieron su registro seis candidatos: Por Unidad Institucional, se inscribió Abel Aguirre Martínez, por el lado de Alfonso Cepeda, estará en la boleta, Mario Ernesto Hernández Pérez, de la planilla Naranja; les siguen como los considerados “candidatos” de relleno de Carlos Moreira y ex Secretarios, Javier Cordero Salazar y Carlos Gerardo Alva Castillo, también inscritos están los profesores José Adán Vaqueiro Adame y Arturo Díaz González.
Si como se estima, los porcentajes están divididos entre 60 por ciento para los abanderados de Carlos Moreira, el 40 para los candidatos de Cepeda y el 20 por ciento para grupos minoritarios, solo una probable alianza de última hora podría equilibrar las cosas e, incluso, mover la balanza a favor de los enlistados por el líder nacional del SNTE.
Hay profesores consultados para quienes la conformación de la planilla de Unidad Institucional en la Sección 5, fue diseñada de tal forma que en lugar de sumar votos, reste apoyos pues en la misma se incluyeron lo mismo compadres que conocidos personajes incondicionales a Carlos Moreira; en importantes carteras como Finanzas o el Fondo de Ayuda Mutua; es decir, que fue diseñada para tener el rechazo de las bases, con lo que se confirmaría una tercera vía de dividirse las dos secciones más importantes entre Cepeda y Carlos Ariel.
De lo que suceda en la cercana elección magisterial de Coahuila no solo dependerá el futuro del PRI en esa entidad y su supervivencia a nivel nacional, sino además el futuro político del propio Alfonso Cepeda Salas que no puede entregarle malas cuentas al Presidente.
Por eso este seis de diciembre y previo a escuchar la consabida: ¡Mordida, mordida¡, el líder nacional del SNTE deberá pedir con todas sus fuerzas un deseo antes de apagar las 65 velitas de su pastel de cumpleaños: Que ocurra un milagro en las tres secciones de Coahuila para no quedar mal con los Moreira, sus entrañables amigos y paisanos, ni con el Presidente Andrés Manuel López Obrador, al que tanto debe.
¿Le cumplirán los maestros de Coahuila su deseo?…
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