Soberanía energética en juego
Fuerzas políticas que han tejido sus acuerdos sobre bases de corrupción, buscan eliminar al proyecto de la 4T, junto con grupos ambientalistas que terminaron alineados a los intereses trasnacionales, cuyos fines podrían ser borrados centralmente en el campo del poder político, en la medida en que la población rural y urbana cierre filas con un proyecto de país que está emergiendo
La Carta Robada
Por Emilio López Gámez (*)
Especial para Cananea TV
La 4T en medio del sexenio se enfrenta a una de sus principales batallas que tendrá como una fecha clave la que arranca este domingo en la Cámara de Diputados, con el tema de la votación por la reforma eléctrica. Seguramente será una fase, de varias, que llevará este proceso, que presentará un desarrollo progresivo en la que todos los aspectos de la realidad se pondrán en juego. No se trata de una votación y nada más, está en juego el proyecto de la 4T. Pero tampoco el proyecto de la 4T se definirá en sola etapa.
Serán etapas o momentos que se opondrán y reconciliarán, originando otras etapas hasta encontrar una solución definitiva, en la cual México esperemos tenga una reforma eléctrica, que modifique el sector energético del país y se establezcan las bases para un nuevo desarrollo. Son varias etapas ya articuladas que sin duda irán definiendo el rostro de la 4T, para darle forma a esas palancas del desarrollo nacional que ha definido el ejecutivo en el Plan Nacional de Desarrollo.
Hay varias de esas etapas ya en juego, una de ellas lo fue la votación de la revocación del mandato, otra será la votación, este año, de algunas gubernaturas y las del 2023; la reforma electoral; todos estos procesos tienen relaciones muy fibrosas.
La situación ahora, por lo menos en el cortísimo plazo, nos muestra, sobre todo, con la intención del voto en favor o en contra de la reforma eléctrica, que el voto en favor no estaba asegurado. Las fuerzas progresistas del centro y de la izquierda(nacionalistas) dentro y fuera del gobierno al parecer no hicieron bien los cálculos (de tal suerte que todo el 2021, habría que analizar más a fondo, las fuerzas contrarias derechas (globalizadoras) internas y externas a la reforma, avanzaron.
La izquierda, aunque convencida de la 4T, no logró descifrar y ponderar, en este proceso de reforma, con algunas excepciones, elementos de peso que venían de viejas alianzas, por ejemplo, relaciones entre ambientalistas y la izquierda o grupos progresistas hermanados en la lucha contra el cambio climático.
AMBIENTALISTAS CONFROTADOS CON LA 4T
Hizo falta ponderar las posiciones muy enfáticas, digamos, de ambientalistas muy confrontados con el proyecto energético de la 4T. Por ejemplo, durante el año 2021 grupos ambientalistas estuvieron golpeando las posiciones de México en cuanto al tema de los compromisos climáticos. Estos grupos de hecho defendían y defienden los intereses del poder global energético muy encumbrado hoy, que nos ven como sus colonias y nos vienen a decir, en tono amenazante, qué nos “conviene” en cuanto a energías.
Otros aspectos se estaban tejiendo, durante ese año, los intereses del poder global enfocados en el sector energético e internacional avanzaron y tienen el efecto, también, de reposicionar al sistema de partidos. Porque no se trata solamente de una votación por una reforma, ya que se está registrando una redefinición de ese sistema, presentando el cuadro que ahora tenemos: partidos defendiendo el interés transnacional del poder global.
En este desenvolvimiento se podrán a la vista, como ya lo estamos viendo, grandes limitaciones que provienen de los obstáculos que está poniendo el poder global transnacional opuestos a la reforma eléctrica. Como obstáculos se expresarán también los estilos del viejo régimen político, en el marco del campo político nacional, que tienen como actores principales a los partidos políticos.
Partidos e instituciones políticas que han tejido acuerdos sobre la base de la corrupción, que eran (y son) comprometidos, en el campo legislativo, por ejemplo, a base de cañonazos, pero que ahora, buscando eliminar al proyecto de la 4T, podrían ser borrados centralmente de ese campo del poder político, en la medida en que la población rural y urbana cierre filas con un proyecto de país que está emergiendo.
Por ejemplo, ¿qué porcentaje de la población, sobre todo joven, verá con buenos ojos que algunos partidos políticos, a estas alturas de la historia de México y de las experiencias políticas en América Latina, se estén vendiendo al mejor postor en los mercados internacionales del sector energético?
EL SECTOR ENERGÉTICO COMO PALANCA DEL DESARROLLO
El globalismo sin freno ataca al sector energético que es fundamental para un cambio radical en el modelo mexicano y ejercen ese mismo poder en otras partes del mundo. En el apartado sobre el “Rescate del sector energético”, en el Plan Nacional de Desarrollo se señala que: “La reforma energética impuesta por el régimen anterior causó un daño gravísimo a Petróleos Mexicanos y la Comisión Federal de Electricidad, empresas productivas del Estado que ya venían sufriendo el embate de los designios privatizadores.” Desde esa perspectiva el Ejecutivo se fijó, el rescate de Pemex y la CFE para transformarlos en palancas del desarrollo nacional.
Sin duda los diferentes sectores de la economía se verían beneficiados con esta reforma, en particular el medio rural podría a avanzar hacia una nueva política agropecuaria, que supere las limitaciones de la agricultura industrial en un futuro no muy lejano así se ha señalado: “Se buscará la rehabilitación de las plantas de producción de fertilizantes para apoyar a productores agrícolas (…) La nueva política energética del Estado mexicano impulsará el desarrollo sostenible…”
En las siguientes etapas de esta lucha por el rescate del sector energético, habrá que poner en perspectiva aspectos muy relevantes como la separación el poder político del poder económico, “Durante décadas, el poder político en México ha sido distorsionado y pervertido por la connivencia entre equipos de gobierno y grupos empresariales…” Ha escrito el ejecutivo.
Ya vimos que el campo político y su control no se garantiza con votar y ganar la presidencia. El campo político involucra varios espacios, el transnacional, por ejemplo, como lo muestra la encrucijada de la reforma eléctrica. Precisamente ahora, esa separación no puede darse solamente entre el poder ejecutivo y el campo del poder económico energético global y los intereses locales, porque involucra necesariamente el campo político del régimen como tal, entre ellos los intereses de los partidos, en el sistema de partidos.
(*) Doctor en Economía por la Universidad de Chapingo y experto en temas agrarios.