Enderezar el tema sindical, entre sus prioridades
Una vez que asuma el cargo, el nuevo Secretario de Gobierno tendrá entre sus prioridades elaborar un diagnóstico objetivo y ajeno a los intereses políticos y económicos de funcionarios que le han mentido a Claudia Sheinbaum sobre la elección pendiente en el Único, al hacerle creer que un “candidato de unidad”, con vínculos al ex líder Juan Ayala y al ex Jefe de Gobierno, Miguel Ángel Mancera, es la mejor opción, llevándola a una trampa política y violando con ello la autonomía sindical y los preceptos del T-MEC
El Diván de la Utopía
Por I. León Montesinos
Especial de Cananea TV
Entre los temas de apremiante solución que encontrará en su escritorio el nuevo Secretario de Gobierno de la administración capitalina, Martí Batres Guadarrama, está la irresuelta elección del SUTGCDMX, que de ser manejada en apego a la Reforma Laboral y a los lineamientos en la materia contemplados en el T-MEC, podrá ser fundamental en la resurrección política de Claudia Sheinbaum, pero también su tumba al 2024, si los desorientados operadores que han metido mano en el asunto insisten en privilegiar los negocios de ciertos funcionarios y marcar línea, en una clara violación a la libre sindicación y la autonomía del organismo gremial.
Batres deberá realizar una valoración a fondo del tema que ha terminado enredado por la serie de intereses económicos, ajenos a las nuevas reglas que deben regir la elección de las dirigencias sindicales.
En enero del 2020, el Tribunal Federal de Conciliación y Arbitraje (TFCA), decidió cancelar la elección celebrada entre dos planillas, no obstante que el proceso se dio a través del voto libre, secreto y directo de los miles de agremiados.
ELECCIÓN DINAMITADA
Más que presuntas irregularidades en la convocatoria, el entonces Director de Administración de Personal, Sergio Antonio López Montecino, por indicaciones de la Subsecretaria de Finanzas, Bertha Gómez, movió a los simpatizantes de la planilla Roja, encabezada por Armando Bautista Ramírez, para reventar la elección porque sus planes para adueñarse del Sindicato Único y las millonarias licitaciones de vestuario, no les funcionaron.
El primero consistía en imponer un “candidato de unidad” que hiciera del proceso electoral una mascarada democrática. Como no lograron su objetivo optaron por lanzar un candidato dócil y a modo que para su desgracia, no levantó en el ánimo de las bases. El candidato de planilla Azul, Hugo Alonso Ortíz obtuvo 25 mil votos por solo unos 5 mil de Bautista, el ungido oficial.
Desde el momento en que los funcionarios menores del GCDMX pasaron por encima de la decisión de las mayorías en el Único, enlodaron no solo a la Reforma Laboral de la 4T, sino colocaron en situación de riesgo político a la Jefa de Gobierno ante los ojos inquisidores de los expertos del Panel Laboral del T-MEC.
Pero porfiaron en sus aviesos fines y tratando de meter presión a los secretarios afines a la planilla Azul, pidieron la intervención del líder de la Federación de Sindicatos de Trabajadores al Servicio del Estado (FSTSE), Joel Ayala Almeida quien en tres meses debería ejercer de manera temporal la representación ante el GCDMX y volver a convocar a elecciones.
Por motivos de la pandemia, su periodo de gestión se prolongó hasta hace unas semanas en que los rojos se dieron cuenta de que habían sido utilizados y manipulados por el líder burocrático, como cabeza de playa para sus fines políticos y negocios personales.
En un Congreso Extraordinario se deslindaron del cacique sindical y ahora están en el mismo punto de partida del 2020 y en espera de que el TFCA les extienda el reconocimiento de su Congreso, para tener luz verde en la reposición del anterior proceso.
TENDENCIOSAS VERSIONES
¿Qué versión de la historia le presentarán a Batres, funcionarios como el Subsecretario Efraín Morales López y el ex Secretario de Gobierno, Alfonso Suárez del Real?
El número 2 de la administración citadina deberá allegarse de información confiable porque los intereses en juego son bastante tentadores para muchos grupos y funcionarios menores que, como lo anotamos líneas atrás, ven al SUTGCDMX como un apetitoso botín político y económico, olvidando incluso los asuntos de lealtad política a la Jefa de Gobierno e ignorando el nuevo contexto laboral donde buena parte de nuestro desarrollo económico del país dependerá de cumplir los acuerdos con nuestros socios comerciales en temas relacionados con los sindicatos.
Batres fue Subsecretario en el segundo trienio de Andrés Manuel López Obrador al frente del gobierno capitalino. Debe recordar muy bien dos hechos que incidieron en los resultados de la elección presidencial del 2006 y donde el Sindicato Único pudo marcar la diferencia.
En febrero del 2004, el entonces Secretario de Gobierno, René Bejarano –ahora fallido operador de Claudia Sheinbaum–, operó junto con su cancerbero en la Dirección de Personal, Miguel Ángel Vázquez –hoy preso en el Reclusorio Norte–, la caída en la dirigencia del sindicato mayoritario de José Medel Ibarra, entonces asambleísta por el PRI.
La idea de Bejarano era cambiar de rumbo a favor del PRD y de la candidatura presidencial de AMLO, el corporativismo priísta que por décadas rigió en el Único. Tener de su lado entonces, como ahora, el apoyo de más de 110 mil trabajadores, en la capital del país era sin duda crucial para la elección del 2006.
Luego del videoescándalo donde apareció René Bejarano recibiendo fajos de dinero del empresario argentino, Carlos Ahumada, todo se le cayó al entonces Secretario de Gobierno y de nada sirvió haber impuesto a Enrique Hanff Vázquez como líder del Único, para comenzar a operar políticamente a favor del PRD.
El médico pediatra solo fue un instrumento para hacer cuanto negoció le ordenó Miguel Ángel Vázquez, pero fue incapaz de articular electoralmente al sindicato mayoritario en apoyo a López Obrador. A la distancia es fácil entender que el objetivo de Bejarano para usar a la organización como parte de la estrategia para allegar apoyos y votos al candidato presidencial del PRD, no era descabellada.
AMLO perdió entonces la elección por no más de 250 mil votos. En una operación de aritmética básica, si cada uno de los 110 mil trabajadores le hubiera allegado cuatro votos más al abanderado del PRD, la historia hubiera sido muy distinta desde entonces.
Martí Batres debe valorar que políticamente la CDMX se encuentran partidas en dos y los alcaldes de la Alianza no dudarán en lanzar el anzuelo de las prestaciones a los sindicalizados para meter presión a la doctora Sheinbaum.
CAMPOS MINADOS Y FUEGO AMIGO
Pero de ninguna manera será imponiendo desde el ámbito público a un candidato de unidad, sobre todo si está ligado a ex dirigentes como Juan Ayala Rivero y al ex Jefe de Gobierno, Miguel Ángel Mancera –tal es el caso de César Piña–, como se evitarán asonadas a futuro.
¡Y cuidado¡ Porque el remedio puede salir peor que la enfermedad.
El senador con licencia debe considerar además que la apertura del juego de la sucesión por parte del propio Presidente, desatará un inevitable fuego amigo contra la Jefa de Gobierno y otros aspirantes de colmillo retorcido que no dudarán en aprovechar cualquier traspié que dé en el tema sindical para enfilar en su contra a los observadores del T-MEC.
Ahí está, por ejemplo, el líder del Senado, Ricardo Monreal, a quien Martí Batres conoce de sobra de su forma gangsteril de operar y que mantiene una alianza al 2024 con el canciller, Marcelo Ebrard, que en su núcleo de asesores cuenta con un personaje que conoce bien cómo funciona el SUTGCMX. Nos referimos a Justo Federico Miramontes.
El propio René Bejarano ya tejía antes del descalabro electoral de junio, su Red Sindicalista de la CDMX con la que pretendía revivir la estrategia de coptar los sindicatos del GCDMX que dejó inconclusa en el 2004. Si los momios hubieran favorecido a Morena, quizá el que llevará mano en la sucesión del Único sería el profesor.
Si como se comenta, desde el “exilio” en la alcaldía de Coyoacán, López Montecino sigue metiendo la mano en la próxima elección del Único y, como otros funcionarios más, le mienten a la Jefa de Gobierno con la impositiva estrategia del “candidato de unidad”, la estarán conduciendo deliberadamente a un campo minado.
Batres es un hombre inteligente y de izquierda, que seguramente le hablará de frente a la doctora Sheinbaum y le expondrá que la situación real del sindicato mayoritario no es precisamente como se la pintaron algunos de sus cercanos colaboradores.
Respetar la voluntad de los trabajadores que habrá de expresarse a través de su voto libre, directo y secreto para elegir a sus nuevos dirigentes, no es un asunto que deba resolverse, como en los caducos gobiernos priístas, desde los escritorios, sino en las urnas. Tal y como lo establece la Reforma Laboral de la 4T.
El nuevo Secretario de Gobierno que despachará a partir de este 15 de julio en el antiguo palacio del ayuntamiento, sabe perfectamente que dando solución a asuntos de atención prioritaria, dependerá en buena medida el futuro político de la doctora Sheinbaum, incluido el suyo.
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