El ejercicio de la prostitución ya no es un delito en la CDMX, por lo que ha crecido de manera exponencial en el corazón de la capital del país; vecinos se han resignado a la toma de sus aceras por sexoservidoras que las utilizan como espacio de trabajo y muestra evidente de la trata de personas
Por Griselda Lozada
Especial de Cananea TV
Tras la reforma a la Ley de Cultura Cívica aprobada el año pasado por el Congreso de la Ciudad de México, para no sancionar ni criminalizar el trabajo sexual, las inmediaciones de la alcaldía Cuauhtémoc se han convertido en un interminable paraíso del placer.
De acuerdo al titular de la demarcación, Néstor Núñez, ejercer la profesión más antigua del mundo dejó de ser una falta administrativa y, por ende, ya no hay delito que perseguir.
LA LÍBIDO TIENE PERMISO
Es por ello que, desde las primeras horas del día, centenas de trabajadoras sexuales se colocan una a una en las calles de las colonias Guerrero y Tabacalera, así como en la salida del metro Hidalgo y Revolución en espera de algún cliente.
Se estima que en la demarcación existen por lo menos cinco mil sexoservidoras distribuidas en 151 zonas, en 29 de las 33 colonias de la alcaldía, cuyas tarifas varían de los 300, 500 y hasta mil pesos la hora.
Algunas jóvenes con pantalones ajustados, blusas con escotes pronunciados, tacones altos, celular y bolsa en mano; otras con faldas o vestidos entallados, buscan en vano pasar desapercibidas entre las mujeres que caminan rápidamente por la zona con miedo a ser confundidas por los clientes.
Contrario al decir de las autoridades de la alcaldía de buscar “una mejor convivencia en los espacios públicos del trabajo sexual con las escuelas, vecinos y transeúntes”, el sentir de los habitantes de la zona, locatarios y dueños de comercios que diariamente lidian con las trabajadoras sexuales, dista mucho de entablar una convivencia y entendimiento.
El clamor es unánime pues desde hace un año sus aceras se convirtieron en el aparador público de infinidad de muchachitas a las que no se les permite hablar con nadie a menos que sea un cliente, solo robar miradas de los transeúntes e incluso del turismo que llega a pernotar en los hoteles de prestigio, como si se tratase del único atractivo que prevalece en la alcaldía.
“Hemos hablado con las autoridades y nada hacen al respecto. Si usted recorre todo este perímetro desde avenida Puente de Alvarado hasta la calle Guerrero va observar a muchas jovencitas que apenas alcanzan la mayoría de edad y que desde las 12 del día ya están ahí paradas y eso si afecta la imagen de nuestro hotel e incluso varios de nuestros clientes se dicen inseguros, sobretodo porque muchos vienen en familia, y se encuentran con esto”, advierte personal de uno de los hostales de prestigio de la zona.
LOS COTIDIANOS DEPÓSITOS EN OXXO
En tanto, encargados de las tiendas de conveniencia observan a diario como las y los sexoservidores entran varias veces al día a realizar depósitos “Llegan, nos dictan un número de cuenta, toman foto al recibo y lo envían por Whatsapp, vaya a saber a quién”, nos revela una joven cajera de estos comercios.
El alcalde de Cuauhtémoc, Néstor Núñez López, reitera que el trabajo sexual en la Ciudad de México ya no es un delito ni una falta administrativa. “Nosotros abordamos el tema en comunicación y en diálogo con muchas de las trabajadoras sexuales, por supuesto en primer lugar para atender la posible problemática de trata”.
Sin embargo, en un pase de estafeta de galimatías con el diputado local de morena, Temístocles Villanueva, durante la conferencia de prensa del arranque de los 33 festivales Culturales en Cuauhtémoc, el alcalde advierte “Yo personalmente no estoy por criminalizar el trabajo sexual pero aquí quisiera pedirle al diputado Temístocles, un poco la responsabilidad que está más en el Congreso si pudiera comentar algo”.
Al respecto, el legislador morenista comenta que hasta el momento no hay una regulación ni a favor ni en contra del trabajo sexual. “Hay un debate importante que tiene que ver con la forma que se tiene que regular, si es a partir de la sanción al cliente, al consumidor del trabajo sexual o si en realidad es a partir de un reconocimiento al trabajo sexual como un trabajo no asalariado”.
CULTURA Y SEXOSERVICIO
A unos días de que arranque uno de los eventos más importantes de la alcaldía, que llevará a 17 colonias 33 festivales culturales y en la que se espera un aforo de 50 mil personas, así como la participación de varias embajadas y entidades federativas vale la pena preguntarnos qué hay detrás del trabajo sexual que se ejerce en esta alcaldía considerada el corazón de la Ciudad de México qué pone tan nerviosos a las autoridades, más allá del concepto de la eliminación del término prostitución.
“No joven, aquí solo le puedo rentar una habitación por dos horas. Aquí no hay hospedaje de toda la noche”, es frecuente escuchar en los hoteles de paso ubicados a solo unos pasos del edificio de gobierno de la alcaldía. Mientras en la acera de enfrente, una fila de jovencitas monta guardia en espera de que caiga la tarde-noche y con ello el arribo de los clientes.
No pasa desapercibida para vecinos y comerciantes, la intermitente presencia de vehículos y motocicletas en la que hacen su ronda diaria sujetos de mala catadura a los que tiene sin cuidado la intención de “empoderar” a las mujeres que se dedican al sexoservicio, como lo manifiesta el diputado Temístocles, y menos su advertencia de identificar a probables víctimas de trata para denunciar el ilícito ante la Fiscalía capitalina.
En la alcaldía de Cuauhtémoc, de manera cotidiana el escaparate del trabajo sexual está a la vista de todos porque sencillamente no hay delito que perseguir ni complicidad que sancionar.
