Trump Aliado con los Aduladores del Neoliberalismo, Para Despojar de sus Recursos a Países como México

El capitalismo salvaje e irracional que busca imponer el presidente norteamericano

Su actitud avasalladora e invasora, que aspira a un mayor control de los recursos de otros países, como México, es la racionalización trumpista, y de otros grupos norteamericanos de corte neoliberal, que lo mismo amenazan con aranceles que con el tema de los migrantes, al pisotear sus derechos y desconocer sus valores culturales, utilizando además su deseo de dominio del Golfo de México como parte de su estrategia de despojos a nivel global

La Carta Robada

Por Emilio López Gámez (*)
Especial de Cananea TV

Cornelius Castoriadis en su obra Figuras de lo Pensable. Las encrucijadas del laberinto VI, comenta el tema de La Racionalidad del Capitalismo. Comenta que para analizar la racionalización es necesaria una caracterización del capitalismo. Para Castoriadis, Marx había captado el núcleo central del asunto: postulaba como determinante la acumulación de fuerzas productivas combinada con la transformación sistemática de los procesos de producción y de trabajo y de lo que él llamó “la aplicación razonada de la ciencia en el proceso productivo”. Esto contiene, asegura Castoriadis “…lo esencial de lo que Max Weber llamará luego la racionalización (…) bajo el capitalismo , aquella tiende a apoderarse de todas las esferas de la vida social (..) ”

Cornelius Castoriadis, la racionalización norteamericana amenaza nuestra soberanía
La racionalización norteamericana invade todas las esferas de la soberanía

La actitud avasalladora, invasora, aspirante a un mayor control de los recursos de otros países, como México, pero también de otros, parte de la racionalización trumpista (y de otros grupos norteamericanos) que un día amenaza con aranceles, dadas “desventajas” en el comercio exterior; luego en otra ocasión se refiere a los migrantes (rurales y urbanos) muchos de América Latina y el Caribe, pero también de México, como homo Sacer, (al desconocer sus valores, pisotear sus derechos y menospreciar sus intereses políticos) y los presenta como responsables criminales de la degeneración en la que se encuentran algunos norteamericanos, sobre todo, los afectados por la droga, y luego, en otro día, al día siguiente, se refiere al deseo del dominio del Golfo de México por parte de su gobierno.

Golfo de México como objetivo trumpista de mayor expansión territorial

Todas esas expresiones muestran la racionalización del capitalismo, hambriento por la dominación, la desposesión y el control de más recursos. De donde resulta que el hombre económico, el de la ciencia económica racional aparece como una ficción. En el fondo, la racionalización del homo eoconomicus oculta esa barbarie disimulada en un ropaje de “ciencia”, que como escribe Weber invade todas las esferas de la sociedad.

Como todas las creaciones históricas, “…esta racionalización es básicamente arbitraria (…) podemos caracterizarla más precisamente relacionándola con “…la tendencia hacia el dominio.” Este empuje hacia el dominio no está solamente orientado hacia la conquista exterior sino que apunta a la totalidad de la sociedad como “(…) la educación, el derecho, la vida política (…) el empuje hacia el dominio se otorga nuevos recursos”. Remata Castoriadis: “…podemos caracterizar la significación imaginaria social nuclear del capitalismo como el empuje hacia la extensión ilimitada del dominio racional

La racionalización capitalista rural

La racionalización que se adjudica al capitalismo necesita ser analizado de alguna manera sobre todo bajo las actuales circunstancias cuando la situación en algunas actividades como las llevadas a cabo en el medio rural parecen no tener salida. La situación agravada en la producción agropecuaria, la expulsión de comunidades indígenas, la desposesión de recursos como la tierra, el suelo y el subsuelo, el robo del agua, la deforestación y el dominio cada vez más evidente del comercio de granos por parte de Estados Unidos contra México, parecen no tener fin.

Aranceles, parte de la estrategia de intimidación

Hay un carácter destructivo del capitalismo, como señala Castoriadis: “El capitalismo es el primer régimen social que produce una ideología según la cual parece racional”. Se pretende que se tenga una legitimación racional, y ese criterio racional está instituido por el capitalismo mismo y podríamos decir, por los aduladores del neoliberalismo.

Dentro de todo ese paquete que caracteriza a la política de Trump hacia América Latina, el Caribe y entre otros especialmente México, mantiene criterios incoherentes: privadas de sentido, “válidas para un mundo ficticio”. Dice Castoriadis “…que, en el plano empírico, el funcionamiento efectivo de la economía capitalista tiene poco que ver con lo que plantea sobre él la teoría” o sea, una supuesta racionalidad científica que en el fondo es violencia y dominio en todos los campos sociales.

Sobre estas bases parten la mayoría de las narrativas, por ejemplo, económicas, rematando en el paquete de sus argumentos, poniendo por delante en los debates, las controversias, los paneles (por ejemplo, los temas de los transgénicos, el uso del glifosato entre Estados Unidos y México donde a decir de los funcionarios, de ambos países), deberá predominar una visión “científica”. Esta racionalidad “científica” establece pocas relaciones con la realidad, resultando inocultable su carácter ideológico.

El argumento teórico medular, su racionalidad, es incomprensible sin el análisis del nacimiento del mismo capitalismo, por ejemplo, a través del análisis de lo que Marx definió como la acumulación originaria del capital, que ahora autores como David Harvey actualiza con el término de desposesión. ¿A qué aluden esos procesos? Aluden, ambos términos, entre otros aspectos, a la capacidad de dominio que algunos países o grupos imponen sobre economías más débiles tanto económica como militarmente, ejemplificados con la conquista del oeste norteamericano con la invasión, despojo y asesinato de las comunidades originarias; en América Latina y México se ejemplifica, en siglos anteriores y en el siglo XXI , con el control territorial, con el dominio sobre sus recursos, aguas, tierras, por ejemplo y el control de territorios de comunidades indígenas, con leyes asociadas a la reforma del artículo 27 constitucional.

Estos procesos están condicionados por factores que no son de ninguna manera económicos (en términos de la racionalidad del Homo oeconomicus) y que no deben nada al mercado, en especial son acciones violentas que se presentan con una ofensiva cientificista y positivista, que como escribe Weber, la racionalización, en el capitalismo “…tiende a apoderarse de todas las esferas de la vida social”.

(*) Doctorado en Ciencias en Economía Agrícola por la Universidad Autónoma de Chapingo y experto en temas agrarios.

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