Mujeres en la defensa del agua y los territorios indígenas y campesinos
No puede haber un campo sin mujeres, ni diálogos por la transformación sin ellas y les asiste la razón al exigir la reforma al art. 27 constitucional, para avanzar en la equidad, porque son ellas quienes mantienen en gran medida la resistencia comunitaria, la soberanía y autosuficiencia alimentarias, así como la defensa del territorio, el cuidado del agua, la tierra, los bosques y la biodiversidad frente a la minería toxica, los agronegocios y el T-MEC
La Carta Robada
Por Emilio López Gámez (*)
Especial para Cananea TV
En la Ciudad de México el 24 de julio de 2024, Yury Zareth Uribe Montero del MST; Claudia Serapio Francisco, de la CNPA; María Candelaria González Galicia, de la CODUC; Karina Gabriela Olvera Flores, de la UNTA; Libertad López Barrios, de la CIOAC- JDLD y Rosa Isela Álvarez Jiménez; de la UFIC, se presentaron en la casa de transición de la Dra. Claudia Sheinbaum, presidenta electa, para invitarle a un Foro a realizarse el próximo 8 de agosto del 2024, en el aniversario del nacimiento de Emiliano Zapata.
Parte de la explicación del por qué las mujeres integrantes de esas organizaciones fueron directamente a invitar a la Dra. Claudia Sheinbaum se debe a que buscan que sus propuestas sean escuchadas y dialogadas lo cual explican en un documento que entregaron, iniciando con un nuevo Pacto Social que incluya a las mujeres. Señalaron lo siguiente:
NUEVO PACTO SOCIAL EN EL CAMPO, QUE INCLUYA A LAS MUJERES
“El Nuevo Pacto Social que proponemos las organizaciones campesinas e indígenas, debe partir de un dialogo que incluya a las mujeres, y con equidad y justicia se atiendan de forma transversal sus demandas y problemáticas. Sin las Mujeres no hay País, no hay Campo, ni tampoco Soberanía Alimentaria. Por último, le reiteramos la Invitación al Foro Campesino e Indígena por la Soberanía Alimentaria que se llevará a cabo el próximo 8 de agosto de 2024 (…) “Anteriormente también se le invitó al Dr. Julio Berdegué a dicho Foro “…quien nos manifestó que por razones de agenda no atenderá nuestra invitación, lo que es una expresión de desdén, considerando las múltiples veces que se ha reunido con los empresarios del Consejo Nacional Agropecuario para diversos temas…” Por lo que, en el documento entregado, en la casa de transición de Sheinbaum, se enfatizó “… queremos pedirle que usted nos acompañe a la inauguración del Foro”. Es claro que para buscar alternativas para el campo se necesita, con base en grandes diálogos, entre las organizaciones y los futuros gobernantes, avanzar en acuerdos políticos y consensos sociales, empezando ahora.
Ese Foro ya ha sido anunciado en diferentes momentos por las organizaciones mencionadas al principio. No es un asunto para encontrarse grupos de campesinos a dialogar la problemática específica de cada organización, se trata de realizar un diagnóstico al final del actual sexenio y sobre todo de proponer cambios para el periodo 2024-2030, ya que los resultados para el medio rural y para la población mexicana no son del todo favorables para la estructura económica ni de la vida de las familias rurales y urbanas del país. Para las organizaciones campesinas el neoliberalismo está más vivo que nunca y sus defensores están librando una fuerte batalla a nivel internacional y nacional para afianzar su poderío tanto en el campo como en la ciudad.
EL FIN DEL NEOLIBERALISMO NO SERÁ POR DECRETO
Las organizaciones son contundentes al señalar que, el fin del neoliberalismo no se puede dar por decreto, y es necesario dar pasos estructurales, con base a grandes diálogos nacionales, acuerdos políticos y consensos sociales para su reversión, por la simple y sencilla razón de que, la vía de desarrollo neoliberal, es un proceso de contrarrevolución agraria, laboral y social.
El neoliberalismo ha hecho del país, sostienen las organizaciones “… un desastre nacional, destruyendo sus bases de futuro, agrietando al extremo nuestras vinculaciones sociales, socavando nuestros entendimientos colectivos, destruyendo las bases materiales, simbólicas, naturales y productivas del Estado nacional mexicano, en fin, se ha venido socavando a la República en su sentido de comunidad…”
“Esta cruda realidad se ha estado viviendo de manera dramática en el mundo campesino, en los pueblos indígenas ya que, seguimos viviendo en el campo mexicano un desplome productivo (…) se sigue prolongando nuestro drama económico y social, por la apertura comercial, por ejemplo, los resultados del T-MEC en el campo (…) Se ha generalizado las crisis en el sector (…) y no se pueden detener los procesos de pauperización…” México se ha convertido en el mayor importador de alimentos de América Latina…”
Esas son las circunstancias que han llevado a que las mujeres de las organizaciones estén muy firmes en realizar ese Foro y exigir que no puede haber un campo sin mujeres, ni diálogos por la transformación si no hay diálogos con las mujeres. Las mujeres en el campo son una realidad de resiliencia ante las circunstancias adversas. Por lo que se requiere avanzar en tener acceso a la Tierra, a los Derechos Agrarios y a participar en las asambleas y los órganos de representación de los ejidos y comunidades.
Por lo cual exigen la reforma al art. 27 constitucional para garantizar equidad. Hay que reconocer que se ha generado una feminización del campo. Por lo que son ellas quienes mantienen en gran medida la resistencia comunitaria y la producción de alimentos, Una de las condiciones más críticas que se enfrentan las jornaleras agrícolas son los bajos salarios y las peores condiciones laborales y sociales; por ello piden que es urgente se implemente el programa de jornaleros y jornaleras que la Presidenta electa anunció en campaña con especial atención para las mujeres y el interés superior a la niñez.
Las mujeres en las comunidades juegan un papel decisivo en la Defensa del Territorio cuidando el agua, la tierra, los bosques y la biodiversidad frente a la minería toxica, los agronegocios, los desarrollos inmobiliarios e industriales. Por lo que exigen es prioridad revertir la privatización de agua, y de diversos bienes naturales, reconociendo los derechos territoriales de los pueblos, dándoles una perspectiva de género. Es necesario, transformar la estructura patriarcal en la que socialmente viven las mujeres, ya que las golpea con mayor fuerza volviéndolas víctimas del crimen organizado, pero también de los cuerpos de seguridad y otros agentes del Estado.
(*) Doctor en Economía por la Universidad de Chapingo y experto en temas agrarios.
