A finales de enero se vence el plazo de 90 días de licencia que solicitó Ricardo Acedo para ausentarse del cargo de Secretario General, tras ser acusado por miembros de su comité de manejos irregulares al patrimonio y recursos de su organización, que ha encabezado por 18 años; el escándalo para el sindicato cetemista apunta a ser mayúsculo y se encuadra en uno de los peores momentos para industrias como la radio
El Diván de la Utopía
Por I. León Montesinos
Especial de Cananea TV
Cuando este 31 de enero concluya la licencia de 90 días, solicitada por Ricardo Acedo Samaniego, Secretario General del Sindicato de Trabajadores de la Industria de la Radiodifusión, Televisión, Telecomunicaciones, Similares y Conexos de la República Mexicana (STIRTT), y de igual forma el interinato de Olga Lydia Mimbela Campos, esta organización adherente desde 1946 a la CTM, se ubicará en la antesala de un inevitable escándalo judicial, iniciado el pasado mes de noviembre cuando cinco de los nueve integrantes de su Comité Nacional presentaron una denuncia ante la Fiscalía General de la República (FGR), contra su dirigente nacional por el presunto delito de fraude genérico.
Apenas en abril del 2022, Acedo Samaniego fue reelecto en el cargo junto con los miembros de su comité, en un ambiente de aparente unidad que ha caracterizado a esta organización surgida allá por los años 30s a la par del nacimiento de la radio en México y que le permitió ser uno de los brazos cetemistas que gozó las simpatías del desaparecido Fidel Velázquez que impulsó a varios de sus líderes a ocupar importantes candidaturas en las épocas de gloria del PRI.
Por ejemplo, Rafael Camacho Guzmán llegó a gobernador de Querétaro, Juan Sigfrido Millán ocupó igual cargo en Sinaloa y el fallecido Nezahualcóyotl de la Vega, arribó al Senado antes de su muerte en 2004.
El gremio siempre se caracterizó por su disciplina y unidad internas, pero algo sucedió en el seno de su cúpula que cambió las cosas, ubicando al STIRTT a las puertas de lo que apunta a ser la peor crisis de su historia y de cuyo costo y desprestigio hará bien en desmarcarse la actual dirigencia cetemista.
Silvino Fernández López, Secretario del Trabajo y una de las cabezas de la disidencia, señaló en noviembre pasado a los medios que tras realizar una revisión a los estados financieros del sindicato, se detectaron movimientos que no son “contablemente aceptables”. De acuerdo a los impulsores del golpe contra Ricardo Acedo, éste se negó a la rendición de cuentas sobre las cuotas y la administración de los bienes de su organización.
Llama la atención que el grupo que apoyó la reelección Acedo Samaniego, se mantuvo fiel a su líder nacional durante los 18 años que ha durado en el cargo, desde el deceso de Nezahualcóyotl de la Vega y de manera repentina decidió revelar públicamente los presuntos malos manejos.
La duda razonable es que por qué en todos esos años no pidieron una rendición de cuentas a sabiendas de que existen desde hace décadas, Fondos de Ahorro y Fideicomisos que nunca se manejaron con transparencia.
A principios de noviembre pasado, el líder intentó destituir a los promotores de la insurrección a través de un Congreso, pero el Centro Federal de Conciliación y Registro Laboral (CFCRL) le negó su petición a realizarlo y validarlo, por lo que no tuvo más opción que pedir su licencia de 90 días al cargo para preparar su defensa.
Nos dicen que detrás de todo el entramado, se ubica de manera especial el Director Jurídico y también a la vez Secretario General Adjunto del STIRTT, Francisco Contreras, como uno de los más interesados en desplazar a Acedo Samaniego y llegar en automático a la dirigencia nacional.
Extraoficialmente corre la versión de que, en efecto, hay suficientes elementos para fincar responsabilidades al aún Secretario General con toma de nota expedida por las autoridades laborales, pero existe el riesgo de que el hilo se rompa por lo más delgado y con este los viejos lazos de amistad y lealtad, no descartándose que Acedo Samaniego recurra al viejo y sabio apotegma de que “tanto peca el que mata la vaca como el que le agarra la pata”, y termine por decidir llevarse como compañeros de su crujía a sus antes apreciados compañeros de comité.
Al interior del STIRTT hay preocupación por los costos que puede acarrear al longevo sindicato la división y lucha de intereses de su fracturado comité, sobre todo porque áreas laborales de su competencia como la industria de la radio, enfrentan una dura crisis que amenaza colapsar aún más tras los brutales recortes presupuestales anunciados a las direcciones de comunicación social de las tres instancias de gobierno.
Y si a eso se le suma la reciente noticia de que uno de sus ex líderes y ex gobernador de Sinaloa, Juan Sigfrido Millán, está en el ojo de las autoridades hacendarias por haber ocultado la existencia de una cuenta por 4,5 millones de dólares en Andorra, el asunto del inevitable descrédito se complica todavía más por el que puede venir en febrero próximo cuando se destape la Caja de Pandora que por décadas se guardó bajo siete llaves por los ex Secretarios Generales y sus comités.
Ahora no hay vuelta atrás y el pleito de barandilla dará mucho de qué hablar si la FGR encuentra los elementos suficientes para fincar responsabilidades a Acedo Samaniego que, insistimos, bien podrá invocar en su defensa y como corresponsables del presunto quebranto a varios de sus hoy acusadores.
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