Plaguicidas Usados por Grandes Agricultores, Letales a la Salud de Millones de Mexicanos

Alimentos contaminados amenazan a la población

Urge cerrarle el paso a la agricultura industrial para buscar un nuevo modelo alimentario que prevenga el uso de sustancias peligrosas como el glifosato, con el fin de proteger el derecho de los consumidores a la salud y mayores apoyos a procesos productivos agroecológicos de los pequeños productores, en aras de la autosuficiencia alimentaria con productos más sanos para la población; el Senado debe ampliar las facultades de la Secretaría de Salud para prohibir el uso de estos plaguicidas

 La Carta Robada

 Por Emilio López Gámez (*)
Especial para Cananea TV

El más reciente pronunciamiento, del día 11 de octubre de 2022, de la Campaña Sin Maíz no hay País: “Por un programa nacional de restricción y prohibición progresiva de plaguicidas altamente peligrosos, junto con la promoción de bioinsumos y sistemas agroecológicos. ¡Avancemos hacia la autosuficiencia y soberanía alimentaria!, es otro paso adelante de la movilización social progresista, que va cerrando el espacio a la agricultura industrial y que abre un nuevo paradigma alimentario, tanto en los procesos productivos como alimentarios para el pueblo de México.

La Campaña pronunció: “Quienes firmamos este documento, expresamos nuestro apoyo a las propuestas de reformas de la Ley General de Salud para fomentar bioinsumos y sistemas agroecológicos…” que plantea el dictamen conjunto de las Comisiones Unidas de Salud y Estudios Legislativos, Segunda, presentado en la Reunión Extraordinaria del Senado, el pasado 29 de septiembre de 2022.

Como es conocido la agricultura industrial, se caracteriza por “…el uso de maquinaria, de elevados volúmenes de agua extraídos del subsuelo mediante bombas que requieren de combustibles fósiles, de agroquímicos como los plaguicidas (herbicidas, insecticidas, fungicidas etc.) y fertilizantes sintéticos, así como por el uso de semillas patentadas…”.

LA PELIGROSA AGRICULTURA DOMINANTE

Esta agricultura es la dominante, sobre todo, en los estratos de productores altamente capitalizados en el medio rural mexicano y contra esta forma de producir los alimentos, diferentes grupos y organizaciones campesinas e indígenas, con sus acciones culturales, grupos ambientalistas, científicos y agrónomos han luchado. Esa lucha contra la agricultura industrial tiene entre otros objetivos: “…la necesidad de prevenir la exposición a sustancias peligrosas, incluidos los plaguicidas para proteger el derecho de las personas a la vida, la salud y una vida digna.”.

Agricultura industrial antepone ganancias a la salud de la gente

 La política agropecuaria de la 4T ha venido avanzando en contra de grandes intereses, lo comentamos el 4 de abril del 2021, aquí en Cananea tv, en la Carta Robada, cuando analizamos que : El 31 de diciembre de 2020 México publicó el decreto por el cual se sustituirá gradualmente el uso del glifosato (herbicida que se emplea en la producción de maíz, cítricos, tomate, café, chile y frijol, entre otros) por alternativas sostenibles y culturalmente adecuadas, que permitan mantener la producción y resulten seguras para la salud humana y la diversidad biocultural y el ambiente.

El decreto se une a otra serie de acciones del gobierno de la 4T que abren el camino para un nuevo modelo de desarrollo rural. En el decreto se sostiene que el incremento de la productividad y la competitividad no tienen sentido como objetivos en sí mismos, sino como medios para lograr un objetivo superior: el bienestar general de la población, así como poner el poder político al servicio del interés público, no a los intereses privados.

También como se recordará comentamos que: En relación a ese decreto los empresarios rurales de los EE.UU. enviaron un comunicado a Thomas Vilsack, Secretario del Departamento de Agricultura de los EE.UU. donde esencialmente mostraron desacuerdo con su contenido. En ese comunicado tratan varios temas, el primero es el relativo al glifosato.

Sin embargo, se puede observar en ese punto, que su argumentación va más al tema de la comercialización de granos y en el fondo se objetivo es continuar con el poder global en la producción de alimentos, según se puede desprender de la crisis alimentaria actual y sus impactos inflacionarios.

Las presiones siguen contra la 4T. En México los grupos de interés, del sector privado de alimentos, cabildean, en estos días, en el Congreso, contra las reformas a la Ley General de salud. Grupos locales y extranjeros tienen un arma de su lado como son los tratados comerciales que subordinan la política agroalimentaria de los países subdesarrollados. No es la “oferta y demanda” lo que está definiendo los precios de los mercados alimentarios, es la guerra y el cúmulo de intereses de la agricultura industrial.

NO SON NECESARIOS LOS TRANSGÉNICOS

Otro ángulo de la lucha es el tema de los transgénicos: Turrent señala que: “El campo mexicano (Antonio Turrent, Maíces Nativos y seguridad Alimentaria, 19 de febrero del 2011, La Jornada del Campo) cuenta con los recursos (incluyendo tecnología pública) por lo que, la tecnología transgénica no es necesaria (…) más bien representa una amenaza (…) es imperativo impedir la penetración de maíces transgénicos en el campo mexicano. No es posible la coexistencia de maíz modificado genéticamente con las razas nativas del grano en México, sin que éstas acumulen irreversiblemente transgenes y se amenace su integridad genética”.

Las autoridades conocen el alto riesgo del glifosato

Lo anterior muestra los diferentes ángulos del poder global de los alimentos, incluye el tema del glifosato, los transgénicos, el control de los mercados de los insumos, la maquinaria etc. Cuando las transnacionales lograron que los países subdesarrollados ingresaran a la firma de tratados comerciales, han conseguido acrecentar su poder en el terreno productivo y comercial al vender los granos y otros productos a precios cada vez más altos a los países que cayeron en sus garras, impactando el crecimiento de los precios de los alimentos.

Son políticas globales que se contraponen a políticas nacionales que buscan elevar el nivel de ingreso de los trabajadores. El gran reto es liberar a México de las ataduras de los tratados comerciales que subsumen la producción alimentaria a los intereses de empresas y países que controlan el comercio mundial. 

Es importante señalar que las Comisiones Unidas de Salud y Estudios Legislativos del Senado coinciden, en el dictamen, que: las reformas “…contribuyen a mejorar en gran medida un problema de salud pública…” También coinciden en “…facultar a la Secretaría de Salud para reducir y prohibir progresivamente los plaguicidas altamente peligrosos…” y Establecer un Plan nacional de reducción y prohibición.

(*) Doctor en Economía por la Universidad de Chapingo y experto en temas agrarios.

 

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