Los compromisos agrarios de campaña que se esfumaron
La decisión de AMLO respecto de las organizaciones agrarias y su apuesta por el individualismo, llevó a un camino que dejó las manos libres a intereses privados, en la gestión de recursos nacionales porque se desataron los más agudos valores de la agenda capitalista en manos de los nuevos funcionarios, algunos de los cuales resultaron más canallas de aquellos a los que llegaron a sustituir; el agro terminó en un campo revuelto de intereses, alentándose los procesos de desposesión que ahora se expresan en varias partes del país y robos a la luz del día, por ejemplo, de Segalmex
La Carta Robada
Por Emilio López Gámez (*)
Especial para Cananea TV
En el ensayo “El derecho de los derechos humanos en la doctrina jurídico-política reconocimiento, justicia y derechos en Axel Honneth” del autor Juan Fernando Segovia, publicadas en Verbo, núm. 513-514 (2013) escribe, “…se entiende que Honneth explique los derechos humanos desde un punto de vista ético-sociológico: los derechos humanos, dice, se originan en «las luchas moralmente motivadas de grupos sociales» y se pueden considerar como cambios sociales orientados normativamente que pretenden obtener «formas ampliadas de reconocimiento recíproco institucional y cultural».

Desde nuestra perspectiva este planteamiento fundamental de Honnet, citado por Fernando Segovia, es un punto clave en el análisis de la organización campesina y sus derechos pendientes en el marco de la 4T, ya que las luchas de las organizaciones campesinas que han bregado a contracorriente durante muchas décadas, aún hoy, no han logrado formas amplias de reconocimiento.
Mandar a las organizaciones campesinas a la irrelevancia (primer piso 4T)
En cuanto inició el gobierno de Andrés Manuel López Obrador (AMLO) una de las primeras decisiones que tomó fue el de cancelar todo trato con las organizaciones campesinas acusándolas de corrupción. A partir de ahí, todo proceso con las dependencias por parte del campesinado tenía que darse en forma individual. Aunque pocos de los funcionarios que acababan de llegar al nuevo gobierno venían de una lucha de décadas en donde en algunos casos habían acompañado a las organizaciones campesinas contra los gobiernos antes de Morena; otros, muy pocos, hasta escribieron sobre esas batallas de las organizaciones; sabían que no todas las organizaciones rurales, eran del PRI pero se estaban jugando ahora su puesto de funcionarios y aceptaron el diagnóstico de AMLO.

Nadie buscó una salida al respecto. Aunque reconocían la relevancia de la organización, unos cuantos dijeron que el diagnóstico de AMLO “era correcto” y se alejaron de las organizaciones; la mayoría de los nuevos funcionarios, no dijeron nada, guardaron silencio. AMLO se había reunido, en Jerez, Zacatecas, con las organizaciones campesinas apenas el 10 de abril del 2018, es decir antes de las votaciones, fecha en la cual la mayoría de estas que habían luchado contra los gobiernos priistas y panistas durante décadas y que siempre buscaron opciones en diferentes partidos, apoyaron a Morena.
Sí, las organizaciones buscaron opciones electorales mucho antes, décadas antes (incluso en momentos de la historia de México cuando se dio la participación del campesinado en procesos electorales, en partidos que no tenían un reconocimiento oficial para ser votados y reconocidos en el viejo régimen) cuando obviamente Morena ni existía.
Ese 10 de abril del 2018, entregaron a AMLO sus propuestas y sus compromisos, estableciendo con claridad lo que definieron como sus derechos, así como la definición de aquello en lo cual se comprometían de llegar AMLO al nuevo gobierno, después de que venían en sus respectivas historias –muchas de estas organizaciones- de luchas que las llevó a la represión, la violencia, desposesiones, agravios de toda índole, asesinatos, cárcel, éxodos etc. días después fueron estigmatizadas con palabras de fuego, apenas llegó al gobierno AMLO y el discurso cambio radicalmente apenas en unas semanas y de la relevancia, en los discursos fueron lanzadas a la irrelevancia.
Las organizaciones campesinas le manifestaron, en el 2018, a AMLO que lo apoyarían con su voto, como se hizo en procesos anteriores electorales para que llegara la presidencia. Las organizaciones sabían que era la oportunidad para acabar con el sistema priista que se caracterizaba por dependencias y burocracia altamente corrompida, que había saqueado al campo, que procesó la desposesión, el despojo de tierras, del agua, los suelos y subsuelos etc., que controló y desvalorizó los productos del campesinado y había profundizado la dependencia alimentaria. Y por eso votaron y acompañaron a AMLO para acabar con el neoliberalismo.

La decisión de AMLO respecto de las organizaciones y su apuesta por el individualismo llevó a un pavoroso camino que dejó las manos libres a intereses privados, en la gestión de recursos nacionales porque se desataron los valores más agudos de la agenda capitalista en manos de los nuevos funcionarios, algunos de los cuales resultaron más canallas de aquellos a los cuales llegaron a sustituir, convirtiéndose, ahí sí, el campo, en un campo revuelto de intereses donde el valor fundamental fue y es , el egoísmo, realizándose procesos de desposesión que ahora se expresan en varias partes del país, maltrato al campesinado, que no se puede ocultar con la escenografía de los actos públicos para aparentar lo contrario y robos a la luz del día, por ejemplo Segalmex.
La organización campesina en algunos países. El reconocimiento
Benno Herzog en su ensayo La Exclusión Discursiva, hacia un nuevo concepto de la exclusión social, sostiene que se reconoce como exclusión “… todo aquello que se aleja gradualmente del estado de relevancia que gozan otros miembros en la sociedad” Resulta obvio que la irrelevancia de grupos enteros de la sociedad puede “…plasmarse en una falta de recursos materiales, en un trato diferenciado, por lo cual, existe de nuevo un vínculo entre exclusión discursiva y sus efectos materiales”.
El gobierno de la 4T no sólo rechazó a la organización campesina, sino que buscó su irrelevancia política que podemos asociar a sus efectos materiales; con el “diagnostico” de “corrupción” negó, a pesar del marco jurídico mexicano, la responsabilidad del fomento a la producción con la organización. Sin duda, es muy relevante tener en cuenta que, en la mayoría de los países de América Latina, Centro América, también en los Estados Unidos de Norteamérica, Europa, las familias rurales, las pequeñas agriculturas tienen un reconocimiento en el marco jurídico, y en el campo político y que habiendo pasado por muchos avatares, antes que descalificarlos y tratarlos como sujetos colectivos aparte de la sociedad, agobiantes, tienen en esos países, canales reconocidos para ejercer sus derechos (tema que analizaremos aquí en La Carta Robada) y se sabe y reconoce su valor en la construcción de la sociedad; valor incalculable en la Institución Imaginaria de la Sociedad.
(*) Doctorado en Ciencias en Economía Agrícola por la Universidad Autónoma de Chapingo y experto en temas agrarios.