Agroexportaciones, Responsables de la Dependencia Alimentaria

Beneficios solo para el gran capital

En lo que resta del sexenio se debe reorientar las inversiones y el gasto rural en su conjunto, sobre todo, mejorando los programas productivos para el campo en el 2023 y en el 2024, con organización campesina, para mejorar la calidad de vida en las zonas rurales y llevar alimentos a precios accesibles a las zonas urbanas

 La Carta Robada

 Por Emilio López Gámez (*)

 EN LA COYUNTURA ACTUAL, ESTAS SON LAS VARIABLES SOBRE LAS CUALES HABRÍA QUE CENTRAR LA ATENCIÓN EN POLÍTICA AGRÍCOLA Y ALIMENTARIA: inversión, producción, importaciones, el gasto rural e inflación y una variable social y política: relación entre el Estado y la organización campesina, tema pendiente hasta hoy.

 Durante los gobiernos del PRI y del PAN, con el gasto rural, las inversiones  financiaron  a las unidades de producción del gran capital del noroeste del país  bajo la tesis de fortalecer las agro-exportaciones, relegando a las pequeñas unidades, tanto en inversiones, como en el gasto rural en su conjunto, lo que provocó una grave  dependencia de alimentos, altos costos en la producción de alimentos, cuyos impactos se resienten ahora con un proceso inflacionario e incremento de las importaciones, lo que tiene fuertes repercusiones en la estructura social en su conjunto de la economía mexicana.

Debe reorientarse la política agropecuaria al final del sexenio

Por ello, es importante en lo que resta del sexenio reorientar las inversiones, el gasto rural en su conjunto, sobre todo mejorando los programas productivos, para el campo en el 2023 y en el 2024, con organización campesina, para mejorar la calidad de vida en las zonas rurales y llevar alimentos a precios accesibles a las zonas urbanas, buscando soluciones a las presiones en las importaciones de alimentos, las presiones de la inflación, el empleo rural, la caída de los ingresos y en general en el bienestar de la población.

EL GASTO DE GOBIERNO Y LA INVERSIÓN EN EL CAMPO EXPLICAN EL 87% DE LOS CAMBIOS EN EL PIB AGROPECUARIO.

Hay varias variables que explican el comportamiento del PIB agropecuario como son el gasto rural, las inversiones, las agroexportaciones, los precios de los alimentos, los costos de producción. Aquí estamos destacando el caso de las inversiones en el campo y el gasto público rural en su conjunto porque son las variables más significativas, no tanto las agroexportaciones, como se ha creído.

Estudios de una gran calidad para la economía nacional, muestran que“Se analizó el impacto que las variables incluidas en el modelo tienen sobre el producto interno bruto (…) el gasto de gobierno y la inversión resultaron ser significativas. Por otro lado, el consumo y las exportaciones netas no resultaron ser significativas (…) las variables incluidas en la ecuación, es decir, el consumo, el gasto de gobierno, la inversión y las exportaciones netas, explican el 87 por ciento de los cambios en el PIB.”, siendo las variables más relevantes, la inversión y el gasto público rural.

LOS MONTOS DE INVERSIÓN PARA EL CAMPO MEXICANO 2018-2023:

1.-Programa de infraestructura contiene inversión en Comunicaciones y Transportes, caminos rurales, Mantenimiento de Caminos Rurales, inversiones en Medio Ambiente y Recursos Naturales, recursos para el IMTA (en tecnología del agua). Contiene también, Infraestructura Hidroagrícola. Así como Programas Hidráulicos, además de los programas contenidos en el rubro de Aportaciones Federales para Entidades Federativas y Municipios.

2.-Hay que observar que de las inversiones que el gobierno destaca en infraestructura, estos son de lo más relevante sobre todo lo que tiene que ver con infraestructura hidroagrícola, ya que ahí radica un punto nodal para el incremento de la producción de alimentos

3.-De acuerdo a la vertiente de infraestructura del Programa Especial Concurrente, lo cual es un buen indicador para medir la inversión en el campo, para el año 2018 (último año de Enrique Peña Nieto) presentó la suma de 63,873.6 millones de pesos

4.-Ya para el año 2019, primer año de AMLO, ese monto fue de 65,505.6. Es decir, del 2018 al 2019 aumentó en 1, 632 millones de pesos.

5.-La inversión en infraestructura aumentó en 2.6% entre el 2018 y el 2019.

6.-Para el año 2023 la vertiente del PEC en infraestructura presenta un monto de 89,619.9 millones de pesos.

7.-La inversión para el campo, mostrada en el PEC en la vertiente de infraestructura, indicador muy robusto de la inversión, se incrementó del primer año del gobierno de la 4T al año 2023, en 36.7%.

De tal suerte que esta vertiente, la de inversión en infraestructura, presenta un incremento muy destacado, en lo que va del actual sexenio, observándose que, por lo demás, la inversión es superior al periodo anterior sexenal. Por lo tanto, es una de las variables donde se tiene que continuar trabajando y mejorando en los dos próximos años. Adicionalmente, hay la necesidad de incrementar el total de activos de los estratos en la economía campesina y romper las brechas abismales regionales y con los estratos altamente capitalizados.

LA IMPORTACIÓN DE GRANOS, EL GRAN POTENCIAL  

Parte del problema tanto para el campo, como para le economía mexicana es que cada año, importamos 17 millones de toneladas aproximadamente de maíz amarillo y en total (maíz blanco y amarillo) producimos 27 millones de toneladas.  En la medida en que estos granos incrementen sus precios internacionalmente, ello se traduce en efectos negativos internos, que parten del valor de las importaciones, ya que los precios de los granos se han incrementado debido a varios factores internacionales, regularmente no imputables al gobierno de la 4T.

Un espejismo que beneficia a unos cuantos

Por lo que el gobierno federal sí tiene que poner en marcha programas más agresivos en cuanto a la producción física de granos se refiere, con crecimiento en las inversiones (por ejemplo, en el sur-sureste, que en el caso de infraestructura para el incremento en la producción de granos, como en el caso de maíz, tiene un potencial superior a una producción anual total de 60 millones de toneladas, más del doble de la producción actual), más y mejor manejo del gasto en programas productivos( por ejemplo, en precios de garantía y erradicación de la corrupción en Segalmex) sobre todo de aquellos productos que se importan o a través de proyectos sustitutivos y con la participación de la economía campesina.

EL FACTOR POLÍTICO Y SOCIAL:

Este último factor es muy decisivo; en términos de organización campesina, podemos decir, que se requiere tener una nueva estructura en cuanto a la relación Estado-organizaciones campesinas.

(*) Doctor en Economía por la Universidad de Chapingo y experto en temas agrarios.

 

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