Negocio redondo la exportación de granos a México
Les preocupa que ya no se les compre su maíz, y en respuesta al decreto emitido por el gobierno mexicano de diciembre pasado, los empresarios rurales de Norteamérica, enviaron un comunicado a Thomas Vilsack, Secretario del Departamento de Agricultura donde, esencialmente, muestran desacuerdo con su contenido; la propuesta busca que nuestro país alcance su soberanía y autosuficiencia alimentaria, lo que afectaría sus exportaciones
La Carta Robada
Por Emilio López Gámez (*)
Especial para Cananea TV
El 31 de diciembre de 2020 México publicó el decreto por el cual se sustituirá gradualmente el uso del glifosato (herbicida que se emplea en la producción de maíz, cítricos, tomate, café, chile y frijol, entre otros) por alternativas sostenibles y culturalmente adecuadas, que permitan mantener la producción y resulten seguras para la salud humana y la diversidad biocultural y el ambiente.
El decreto se une a otra serie de acciones del gobierno de la 4T que abren el camino para un nuevo modelo de desarrollo rural, ya que en el decreto se sostiene además que el incremento de la productividad y la competitividad no tienen sentido como objetivos en sí mismos sino como medios para lograr un objetivo superior: el bienestar general de la población, así como poner el poder político al servicio del interés público, no a los intereses privados.
En relación a ese decreto los empresarios rurales de los EE.UU. enviaron un comunicado a Thomas Vilsack, Secretario del Departamento de Agricultura de los EE.UU. donde esencialmente muestran desacuerdo con su contenido. En ese comunicado tratan varios temas, el primero es el relativo al glifosato. Sin embargo, se puede observar en ese punto, que su argumentación va más al tema de la comercialización del maíz.
LES PREOCUPA QUE MÉXICO DEJE DE COMPRARLES SU MAÍZ
Les preocupa que México deje de comprarles maíz, y desde otra perspectiva, ese comunicado revela que es el hilo de la madeja de un nuevo paradigma en la producción de alimentos y de un potencial quiebre de grandes empresas que han mantenido el dominio en ese renglón. Lo que muestra (ya que no es un proceso inerte sino en movimiento) es que está en juego toda la estructura de la agricultura industrial.
La acción del sector rural empresarial de los EE.UU. tiene más de fondo ya que va de la mano con otras acciones de los grandes capitales, no solo agrícolas, que ven afectadas sus inversiones en México en varios negocios. El comunicado, en relación a ese decreto, por parte de las asociaciones rurales de los EE.UU., se dio a conocer el día 22 de marzo de este año.
Argumentan que para los EE. UU. “Como nación productora neta de productos alimenticios y agrícolas, los mercados extranjeros son fundamentales para la vitalidad económica del sector alimentario y agrícola. México es uno de los socios comerciales agrícolas y alimentarios más importantes de Estados Unidos…” y que con el T-MEC aunque se pueden obtener logros, la relación comercial de alimentos y agricultura con México ha disminuido notablemente.
EL DECRETO PLANTEA LA SOBERANÍA ALIMENTARIA
En el decreto, el caso de la producción y comercialización de maíz, viene en el Artículo Sexto, en donde se señala que: “Con el propósito de contribuir a la seguridad y a la soberanía alimentarias y como medida especial de protección al maíz nativo, la milpa, la riqueza biocultural, las comunidades campesinas …” las autoridades revocarán y se abstendrán de otorgar permisos de liberación al ambiente de semillas de maíz genéticamente modificado.
Así también se señala que “…con base en criterios de suficiencia en el abasto de grano de maíz sin glifosato, revocarán y se abstendrán de otorgar autorizaciones para el uso de grano de maíz genéticamente modificado en la alimentación de las mexicanas y los mexicanos, hasta sustituirlo totalmente en una fecha que no podrá ser posterior al 31 de enero de 2024, en congruencia con las políticas de autosuficiencia alimentaria del país…”
El decreto incluye lo que seguramente preocupa a los empresarios de EE. UU. Se señala que, con el objetivo de alcanzar la autosuficiencia y la soberanía alimentaria, nuestro país debe orientarse a establecer una producción agrícola sostenible y culturalmente adecuada “… mediante el uso de prácticas e insumos agroecológicos que resulten seguros para la salud humana, la diversidad biocultural del país y el ambiente, así como congruentes con las tradiciones agrícolas de México”.
Ese es uno de los puntos medulares del comunicado de las asociaciones norteamericanas, ya que México está poniendo en primer plano, para la política agropecuaria, la soberanía alimentaria, entre otros aspectos, haciendo referencia a la producción con prácticas agroecológicas y que sean congruentes con las tradiciones agrícolas.
¿Por qué en el fondo ese es el contenido que inquieta a los empresarios? Porque anuncia una nueva forma de vivir la agricultura, que puede ir acabando con la estructura de la producción de alimentos, tanto de los grandes empresarios norteamericanos, como las de sus socios mexicanos. El proyecto mexicano sería algo así como poner de pie lo que por lo menos ha estado de cabeza en el último medio siglo.
NUEVO MODELO AGRÍCOLA SIN TRANSGÉNICOS
No por nada en el comunicado que envían a Vilsack los empresarios norteamericanos observan que: “El Decreto representa un cambio dramático en las relaciones comerciales entre EE. UU. y México y tiene el potencial de impactar negativamente una parte significativa de las exportaciones agrícolas de EE. UU.”
En ese sentido el pronunciamiento del Movimiento Campesino Indígena y Afrodescendiente Plan de Ayala siglo XXI (MCIAPASXXI) con sus organizaciones campesinas, sociales, académicas y de investigación, donde alertan sobre las presiones de las asociaciones agrícolas de Estados Unidos, que afectan nuestra soberanía y donde exhortan al gobierno federal a mantener su compromiso con el campesinado y los indígenas, aparece en un momento muy oportuno y definitivo para impulsar un cambio fundamental en la política agropecuaria, en tanto que este, desde nuestra perspectiva, es uno de los ejes del modelo de la 4T.
El MCIAPASXXI, rebrotan el papel de las organizaciones de la sociedad civil; reiteran el apoyo a la política implementada de prohibición a la siembra de maíz transgénico y el glifosato de manera gradual para 2024, así como para la NOM-051 que permite la implementación de un etiquetado frontal de advertencia en alimentos y bebidas envasados. El MCIAPASXXI Considera que estas medidas son un paso necesario y fundamental para la transición a un modelo agroalimentario saludable y sustentable.
(*) Doctor en Economía por la Universidad de Chapingo y expertos en temas agrarios.
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