Campesinos deben ser escuchados por precandidatos al 2024
Así como se abren caminos a propuestas de los sindicatos, en el mismo sentido debe escucharse la voz de campesinos e indígenas para aportarse diagnósticos y alternativas rumbo a las elecciones del 2024, para analizar el proyecto de la 4T, que ha dado regulares resultados y, en algunos casos, deplorables, por lo que este sector exige verdaderos cambios, ante las prácticas neoliberales que aún subsisten
La Carta Robada
Por Emilio López Gámez (*)
Especial para Cananea TV
En el marco de la celebración y marcha del 1 de mayo se llevaron a cabo una serie de entrevistas a líderes sindicales que fueron publicadas en Cananea TV (“Lideres de la UNT, piden conocer propuestas laborales de precandidatos a la presidencia”). Días después (6 de mayo 2023) también Cananea TV, publicó ( “Marcelo Ebrard propone a CTM y UNT un foro permanente a los trabajadores”) e informó que “La Dirección Colegiada de la UNT, así como representantes de las organizaciones corporativas como la CTM, la CTC y la CROC, se reunieron con el canciller y aspirante presidencial, Marcelo Ebrard, para exponerle sus problemas y solicitarle sus propuestas a la clase trabajadora”
Una de las características que es interesante destacar es que se informó que en ese encuentro: “…en una inédita simbiosis gremial, se vieron reunidos alrededor de la figura de una de las llamadas “corcholatas” de Morena, lo mismo a dirigentes de sindicatos independientes que a integrantes de organizaciones corporativas”.
Aquí llama la atención destacar que, en ese encuentro, primero, se logró una simbiosis gremial de dirigentes de sindicatos independientes y de otros integrantes de organizaciones corporativas; segundo, que los sindicatos plantearon que los aspirantes propusieran su agenda y tercero que, también los sindicatos estaban exponiendo su problemática. Durante la celebración del 1 de mayo en una encuesta de Cananea TV también los sindicatos habían mostrado “…su disposición a reunirse con los aspirantes para conocer sus propuestas y buscar respuestas a diversos problemas pendientes…”.
La propuesta de Ebrard fue llevar a cabo un Foro Permanente como primer paso para ir determinando “…lo que debemos hacer”. El proceso actual en el cual han avanzado, los aspirantes a la presidencia, ha tenido ingredientes de otros procesos similares del antiguo régimen, donde los agrupamientos en algunos casos, por ejemplo, se han “sumado” a los aspirantes. Pero ese esquema, (después de lo declarado por el Presidente de la República) de poner el énfasis “en primero súmate” y luego discutimos proyectos, programas, agendas y al final, discutimos, el rumbo del país, entró en crisis.
SUCESIÓN SIN “DEDAZO” NI “CARGADA”
Todo indica que esa característica de “la cargada”, se está transformando. La eliminación del “dedazo” que se procesa hoy, exigiría de parte de los que tienen la tarea de aglutinar fuerzas alrededor de los aspirantes, que encabezan la integración de diagnósticos y propuestas, tener una visión precisamente de que la transformación también incluye erradicar la soberbia de seguir con la “cargada”.
En el mismo sentido anterior, dada la reciente experiencia sindical anotada al principio, pero desde la perspectiva del campo y en el caso de las organizaciones y el movimiento campesino, en la últimas Cartas Robadas hemos insistido que en el actual momento del proceso que lleva la 4T, es imprescindible que el movimiento campesino e indígena promueva una reflexión colectiva, crítica y autocrítica, que aporte diagnósticos para analizar y proponer alternativas rumbo a las elecciones del 2024 y de la próxima administración federal, insistiendo en que es imprescindible analizar el proyecto de la 4T para el campo, dado los regulares resultados y en algunos casos deplorables y la forma poco satisfactoria de operar los programas en donde los campesinos exigen verdaderos cambios.
El caminar en nuevas formas de integrar diagnósticos y propuestas de parte de los precandidatos a la presidencia y de las clases involucradas como los sindicatos de trabajadores y de organizaciones y del movimiento campesino, por ejemplo, es una forma superior de organización de la política y de lo político y es una de las vertientes que pueden nutrir la estrategia del rescate del Estado, y de la separación del poder económico del poder político y sin duda del mejoramiento de la operación de la burocracia en la administración pública. Por lo que parece ser un muy buen camino el avanzar en ese dialogo por parte de los aspirantes presidenciales con los sindicatos y esperemos trascienda con las organizaciones, el movimiento campesino indígena y afromexicano.
ASPIRANTES DEBEN REUNIRSE CON CAMPESINOS E INDÍGENAS
Enhorabuena que los aspirantes a la presidencia convoquen, dado el llamado de los sindicatos y el reclamo de los campesinos e indígenas a analizar la problemática de las clases, agentes y actores para afinar el proyecto de la 4T al cual, igual, se le va dando forma con la participación de aquellos a los cuales se busca beneficiar. Son ellos los que mejor saben lo que pasa en sus diferentes campos del trabajo. Por ejemplo, los sindicatos plantearon a Ebrard que debe haber una serie de reuniones porque desean conocer “su proyecto laboral” “ya que las autoridades de la 4T” no cumplieron con las expectativas de la clase trabajadora.
Y en el caso de la clase campesina ideal sería hacer otro tanto, ya que la 4T es un proyecto no resuelto, por lo que se requieren llevar a cabo cambios profundos sobre todo porque el neoliberalismo se ha mantenido con fuerza en el campo y aun reconociendo algunos logros y avances, la estructura de los mercados y el poder económico de los grupos de presión y defensores de viejas prácticas (incluyendo la corrupción) son predominantes.
La propuesta de Ebrard de llevar a cabo un Foro Permanente como primer paso para ir determinando “…lo que debemos hacer” en el caso de los sindicatos, puede ser una clave para el caso de otros sectores y abriría la posibilidad de que otros aspirantes a la presidencia pudieran también poner en marcha ésta mecánica o quizá otras alternativas con la clase campesina, las organizaciones y el movimiento campesino para abrir un diálogo que implique un reconocimiento, en este caso del campesinado, que como organizaciones y movimiento han sido excluidos en la definición de las políticas públicas rurales y en la operación de los programas para el campo.
(*) Doctor en Economía por la Universidad de Chapingo y experto en temas agrarios.
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