El magnate le tomó la medida a los dirigentes
Cobra fuerza el riesgo de entregar la jubilación y materia de trabajo de miles de telefonistas a cambio de migajas en el paquete de negociación anunciado para el 25 de abril, ante la tibieza de la dirigencia para enfrentar a la parte patronal, que se siente segura de no tener un verdadero contrapeso sindical, al grado de ignorar a la propia Secretaría del Trabajo; los jubilados han iniciado por su cuenta la defensa de su Contrato Colectivo
Por Rafael Trujano (*)
Especial para Cananea TV
El pasado 11 de enero de 2022, la Asamblea Nacional de Representantes (ANR), del Sindicato de Telefonistas de la República Mexicana (STRM), se vio forzada a determinar una nueva prórroga, la No. 33, para el emplazamiento de huelga contra Teléfonos de México (Telmex), que por violaciones al Contrato Colectivo de Trabajo (CCT), se interpuso un 24 de febrero de 2017, es decir, hace nada menos que casi 5 años y que vencía el pasado 14 de enero.
La misma Asamblea, también debió prorrogar por décima ocasión, el otro emplazamiento de huelga establecido por incumplimiento en el cubrimiento de vacantes e interpuesto un 04 de junio de 2021.
Ambos emplazamientos, se aplazan para el próximo 25 de abril de 2022 haciendo coincidir los mismos, con la fecha en que debería cerrarse la normada negociación de Revisión de Contrato Colectivo 2022 – 2024.
El mismo 11 de enero, la ANR y el Comité Ejecutivo Nacional del Sindicato de Telefonistas (CEN), daban cuenta a través de una circular, de las razones para determinar las prórrogas admitiendo que Telmex “… se ha negado a presentar un nueva propuesta durante los últimos 2 meses del año”
Y, no es para menos, las amenazas no cumplidas de estallamiento de huelga y las reiteradas suspensiones de acciones sindicales para recuperar la materia de trabajo y que Francisco Hernández Juárez ha impulsado ante aparentes disposiciones a la negociación, ha endurecido la postura de Telmex que, confiada de no tener respuesta sindical a sus agresiones, busca vulnerar en definitiva los derechos de jubilación para los futuros telefonistas y la pensión jubilatoria de la actual plantilla activa y jubilada.
Ensoberbecida de poder, la patronal menosprecia sin recato alguno, la reiterada y pública disposición del Secretario General Nacional Telefonista, Francisco Hernández Juárez (FHJ) de ceder como es su característica, a las pretensiones patronales.
Carga para FHJ los emplazamientos de huelga
El año 2021, terminó en un fracaso para los planes de FHJ quien, cansado ya de sus propias prórrogas, deseaba cerrar la negociación de la jubilación, al mismo tiempo que calculaba, podría también salvar el requisito de tener que Legitimar el CCT telefonista.
FHJ había calculado que al involucrar en las negociaciones a las autoridades de la Secretaría del Trabajo y Prevención Social (STPS), éstas le facilitarían como en los gobiernos anteriores, una salida que, a través de una propuesta supuestamente mediadora, pudiese llamar a los telefonistas a votar a favor de un paquete de solución que, por supuesto, implicaría entregar los derechos jubilatorios a cambio de algunas dádivas y que, le salvara de quedar como el único responsable de un nuevo descalabro del CCT.
Como premio a la firma de una nueva agresión a la jubilación telefonista, FHJ busca amarrar para el STRM y para él, la posibilidad de sindicalizar y cobrar las cuotas sindicales respectivas, del conjunto de trabajadores outsourcing que hoy día, realizan la materia de trabajo telefonista a través de terceras compañías que trabajan para telmex y que explotan groseramente a miles de trabajadores no formales.
La reforma de ley del outsourcing tan presumida como liquidadora del trabajo tercerizado, simplemente no protege a esos telefonistas informales pues para Telmex y la representación sindical, dicha ley por ahora, no es aplicable en este caso.
Sin embargo, FHJ no contó con la idea que tienen los actuales funcionarios de la STPS de su papel constitucional respecto de velar preferentemente por la protección de los derechos humanos laborales del sector más vulnerable en las relaciones laborales y que son, los trabajadores. Su intervención mediadora en este caso y sin recato alguno, se ha cargado en favor de la patronal pues, de acuerdo con sus propios dichos, deben ser guardianes de que las empresas no quiebren por culpa de pretensiones excesivas de ciertos trabajadores.
Consecuentes con ello, a finales del mes de octubre y en estires y aflojas, la autoridad presentó a la representación sindical propuestas “mediadoras” que transitaron por diferentes esquemas de complementariedad; así se denomina la propuesta de Telmex de otorgar mini pensiones como complemento a la pensión que por Afore, pudiera recibir el futuro telefonista jubilado dentro de… unos treinta y cinco años y que para nada, igualarían al 100 % del último salario tabulado que estaría recibiendo el trabajador en cuestión, al momento de retirarse.
La curiosa mediación de la autoridad, incluía tener que aceptar recortes a cláusulas económicas como la No. 121 del CCT, que norma el número de días a pagar por finiquito y que actualmente es de 20 días por año para bajarlas a tan solo 10.
Igual, su magnificencia incluía recortar el número de días de aguinaldo de 62 a sólo 50 y de plano, eliminar de los ingresos que como jubilados se tienen pactados, prestaciones como la del ahorro y la de gastos educacionales que es equivalente actualmente a 36 días de salario.
La propia ANR del 011121 y ante las expresiones de protesta que parte de la oposición telefonista extendía por el país, debió rechazar la misma, so pena de provocar una amplia respuesta de desaprobación por parte de la base trabajadora; sin embargo, para la tercer semana de noviembre y ante lo que ellos evaluaban como aceptables esfuerzos reflejados en una nueva propuesta de la STPS, sugerían recargarse en la misma y tomarla como punto de partida para tratar de mejorarla mediante el diálogo.
El argumento de FHJ para insistir mostrarse conciliador, era que tal propuesta de la autoridad, ya contemplaba la sugerencia de un porcentaje de jubilación fijo del 50 % del último salario recibido por el trabajador al momento de jubilarse pero Telmex, desdeñó con el silencio la susodicha mediación y nuevamente, hizo vacío no sólo a FHJ sino, a la propia STPS lo cual, en estos tiempos, tampoco se antoja, novedad.
Con esto, se echaron por tierra las ilusiones de FHJ de por fin, se diera por cerrada esta entrampada negociación en que se metió y de la que ya no encuentra la forma de quitársela de encima sin salir seriamente raspado pues la huelga, no es un escenario posible en su imaginario y Telmex no le deja más salida que firmar la entrega de la jubilación
Proceso de legitimación de Contrato en semana navideña
El único objetivo inmediato de los dos que se había propuesto FHJ alcanzar antes de finalizar 2021, es el de la legitimación del CCT pero, a más de un mes de concluido el proceso, no recibe el certificado de aprobación de parte de la STPS.
En concordancia con sus planes originales, FHJ había anunciado efusivamente que tal proceso habría de desarrollarse el 6 y 7 de diciembre pasado pero, la fecha se acercaba y en las páginas oficiales, no aparecía agendado el ejercicio debiendo posponerse supuestamente, por no contar la STPS con el personal necesario para atender tal ejercicio de legitimación. Curiosamente, la argumentada falta de personal, se vio superada tan solo dos semanas después y en pleno período vacacional de los servidores públicos y de muchos telefonistas para finalmente, desarrollar la consulta durante los días 20, 21, 22, y 23 de la semana navideña.
Así, los días 20 y 21 de diciembre, el personal telefonista en activo, acudió a ejercer su voto libre y secreto que según la autoridad del trabajo, es un efectivo y audaz ejercicio para garantizar organizaciones sindicales efectivamente democráticas y calificar de paso, a quien ostenta la titularidad de los CCT es decir, las representaciones sindicales pero, dejando en manos de los mismos funcionarios sindicales examinados, el control de dicha votación, al menos, así ocurrió en el caso telefonista.
En efecto, esos dos días hubo presencia de verificadores oficiales en algunos casos y en otros, Notarios Públicos pero, pagados estos últimos por los mismos representantes sindicales que según la STPS, se pretendía calificar.
Los días 22 y 23 del mismo mes, tocó a los telefonistas jubilados sindicalizados ejercer su voto, pero ya no hubo presencia ni de verificadores oficiales ni de Notarios y el recuento de votos y actas de resultados finales, se realizaron por los funcionarios sindicales quienes de esta forma, fueron juez y parte del proceso.
Por supuesto, la dirección sindical de inmediato emitió un parte triunfalista de los resultados alcanzados pues de un padrón de 24,878 trabajadores activos, hubo un total de 20,691 votos y de los estos, 20,115 votaron SI al CCT y sólo 535 votaron NO.
En el caso del sector de jubilados, de un padrón de 31,687, hubo un total de votos de 13,738 y de estos, 13,327 votaron por el SI al CCT y sólo 340 por el NO.
En la interpretación de la dirigencia sindical, esto representa un aval para su gestión de 97 % pues es el porcentaje en promedio que se desprende de la relación de votos por el SI entre total de votantes tanto en activos como en jubilados pero, intencionalmente, dicho porcentaje distrae de observar que en el caso de activos, sólo votó el 82.9 % del padrón y en el caso de jubilados, sólo votó el 43.4 % del padrón.
Otro dato significativo fue que a pesar del desdén mostrado en este proceso por la dirigencia sindical hacia los jubilados, estos acudieron de manera copiosa sobre todo en el caso de la Ciudad de México, dejando para la historia imágenes de largas filas que se extendían en la acera pública por quienes suelen tener complicaciones físicas y de salud propias de la edad pero que disciplinada y ordenadamente, esperaron su turno a pesar de las inconveniencias de logística que mostraron quienes debían administrar la emisión del voto de ese sector.
Por supuesto, FHJ y la representación sindical no esperaban tal respuesta del sector jubilado pero, si se considera que ha sido este sector el puntal de las luchas en Defensa del CCT y de la Jubilación a lo largo de ya más de tres años, entonces, no debe sorprender tan entusiasta respuesta a los llamados que buena parte de la oposición, hizo para ratificar el CCT aclarando que ello, no significaba avalar las gestiones entreguistas de FHJ y los diferentes Comités Ejecutivos Nacionales que han ido dilapidando poco a poco tanto la jubilación como la materia de trabajo telefonista.
Ante la inacción de la dirigencia, la unidad de activos y jubilados en Defensa del CCT
Ahora y ante una práctica nula de acciones sindicales en defensa de la materia de trabajo telefonista, sin asambleas presenciales e ineficaces protestas de vía pública en las que, con el pretexto de la pandemia, la dirigencia sindical sólo convoca de participar a quienes conforman el círculo más cercano e incondicional de FHJ, difícilmente se superará que Telmex, no recurra nuevamente a presiones como negar prestamos económicos, negar anticipos de salario y negar tiempo extra a pesar del enorme número de quejas por fallas en el servicio.
A Telmex le han resultado muy eficientes esas medidas de presión para arrodillar a la dirigencia sindical que por ahora, se limita a seguir enviando mensajes de disposición a negociar los términos de jubilación y que una y otra vez reitera, estar listo para acordar los términos de venta de una parte de la pensión jubilatoria por acciones bursátiles de Telmex y para mayor desgracia, tampoco puede contar con el acompañamiento o cobijo por ahora, de la autoridad laboral pues ésta, ha declarado que si no hay voluntad de negociación de ambas partes, se retira y abandona la mediación lo que, irónicamente, forma parte de sus obligaciones y también, la de velar por el respeto al derecho de los trabajadores.
En tales condiciones, es predecible que al menos de parte de la dirigencia del Sindicato, se calcule buscar conformar un paquete de negociación para el 25 de abril que, entregando casi en su totalidad los términos de jubilación, busque sea votado a favor a cambio de migajas de corte económico.
Los sindicalizados telefonistas se verían enfrentados entonces, a la disyuntiva de rechazar tal paquete y por tanto estallar una huelga sin preparación ni condiciones o bien, aceptar el paquete y dejar que los nuevos telefonistas se las arreglen como puedan.
Este último escenario, haría más difícil la actual resistencia a vender parte de la pensión jubilatoria por acciones bursátiles pero, la moneda está en el aire y aún falta ver la respuesta en todo este lapso de tiempo, del conjunto de trabajadores telefonistas jubilados que en unidad con los telefonistas activos, pueden seguir deteniendo como hasta ahora, los intentos de la dirección de Telmex de dinamitar el CCT y eventualmente, revertir los golpes que la patronal ha logrado asestar en complicidad con la dirigencia sindical encabezada por FHJ.
(*) Jubilado telefonista en Hermosillo