Pervive la cultura de la sumisión política
La represión para inhibir a los docentes que buscaban participar en jornadas electorales, dejó secuelas en el imaginario de los mentores, pues no terminan de superar los recuerdos de tiempos de persecución contra aquellos que se atrevieron a postularse por partidos diferentes al PRI
Por Luis Zamora Calzada (*)
Especial de Cananea TV
La libertad partidista es una novedad en el profesorado estatal, desgraciadamente, aun no lo entienden los maestros, la genética heredada de los tiempos de dominio de un partido único, tiene paralizada la probabilidad de una participación numerosa, sin miedos.
La represión para inhibir a los docentes que buscaban participar en jornadas electorales, dejo secuelas en el imaginario del profesorado, no terminan de superarse los recuerdos de tiempos de persecución contra aquellos que se atrevieron a postular por partidos diferentes al PRI, muchos lo saben.
No se olvidan los embates sufridos para espantarlos, coartando sus pretensiones a un puesto de elección popular por un partido diferente a la del grupo dominante, las constantes fueron las amenazas, con todo tipo de acciones y abusos administrativos como el despido injustificado, suspensión del salario, cambios de adscripción a manera de escarmiento, negación de permisos temporales, entre otros.
El llamado sistema, se encargaba de generar trabas y obstáculos que impedían una libre participación, tal y como ocurre hoy contra la libertad sindical.
La estructura educativa a través de sus figuras históricas de represión, eran las encargadas de iniciar la persecución, generalmente los supervisores escolares o los representantes del sindicalismo oficial, operaban la línea que se dictaba desde las oficinas centrales, las actuaciones reprobables se pregonaban, llegando al extremo de amenazar a las familias o inventando delitos a los probables participantes.
Las estructuras magisteriales estatales del PRI dominaban en los municipios, todos acataban las indicaciones de la dirigencia estatal y eran las encargadas del proselitismo a favor de sus candidatos, era casi imposible que un candidato docente de otro partido lograra algún tipo de éxito electoral.
El mandato constitucional de poder ser votado en condiciones de paridad para todos los cargos de elección popular, atendiendo las condiciones que establece la ley. El derecho de solicitar el registro de candidatos y candidatas ante la autoridad electoral era letra muerta, generalmente nunca se lograba cumplir con los requisitos, condiciones y términos que determinaban la legislación.
Nadie hubiera imaginado que hoy los partidos políticos voltearan al magisterio para la postulación de sus candidaturas, mucho menos que vieran en muchas maestras la posibilidad de postularlas para cumplir con el principio de paridad de género, tal y como lo ordena el artículo 41 constitucional.
Hoy los partidos políticos tienen la obligación de promover la participación del pueblo en la vida democrática, fomentar el principio de paridad de género, contribuir a la integración de los órganos de representación política, y como organizaciones ciudadanas, hacer posible su acceso al ejercicio del poder público, de acuerdo con los programas, principios e ideas que postulan.
Afortunadamente los tiempos han cambiado, muchas estructuras oficiales se han desmoronando, ojalá la participación magisterial no tarde mucho en su tiempo de espera.
La ganancia del magisterio
No se puede creer, que en la actualidad existan sindicatos que protejan a seudomaestros que acosan sexualmente a las alumnas, al parecer esto ocurre en educación superior.
El Sindicato Unificado de Maestros y Académicos del Estado de México (SUMAEM), está en contra de este tipo de actuaciones al contravenir la ley y devaluar la imagen de las organizaciones gremiales.
(*) Secretario General del SUMAEM
