Un fenómeno social con diversos enfoques
En México hay municipios que reciben más ingresos por remesas que los otorgados por la federación; en estados como Zacatecas son la fuente para puesta en marcha de proyectos agrícolas, industriales, comerciales, de desarrollo e infraestructura. Pese a ello, a los migrantes se les relaciona con la actividad de grupos de la delincuencia organizada
La Carta Robada
Por Emilio López Gámez (*)
Especial para Cananea TV
Para Immanuel Wallerstein, creador del Moderno Sistema Mundial, el siglo XX estuvo asociado al trabajo y el siglo XXI será el siglo de la migración. Para algunos economistas en los países en desarrollo, si hay un factor productivo en abundancia ese es la fuerza de trabajo, de ahí que la migración (hacia otras actividades mejor pagadas, hacia regiones altamente capitalizadas dentro de los mismos países o hacia otros países) es la salida que tienen las familias que no tienen la forma de reproducirse por las condiciones adversas como la falta de empleo y los bajos salarios.
En esas condiciones los países pobres se ven obligados a estimular la migración. Entre otras razones, ésta se explica por las grandes diferencias de condiciones de vida, entre regiones al interior de los países, diferencias salariales entre diferentes sectores económicos, por ejemplo entre la agricultura y la industria; diferencias salariales y condiciones de vida entre países.
En tanto que para algunos dirigentes de los países pobres los migrantes son verdaderos héroes, la migración misma se ve como un proceso que no puede ser una alternativa permanente del desarrollo de sus economías (en tanto no existan proyectos históricos, horizontes de época) que cambien las condiciones que lo permiten, ya que implican salidas forzadas para las familias en tanto que muestran grandes desigualdades que obligan a las familias a moverse.
REMESAS SUPLEN RECURSOS FEDERALES
En México hay municipios que reciben más ingresos por remesas que los que les otorga la federación más sus propios ingresos y hay estados de la federación en los cuales hay regiones al interior (como en Zacatecas) que se reproducen por las remesas, pues estas son la fuente para puesta en marcha de proyectos agrícolas, industriales, comerciales, de desarrollo e infraestructura.
Los datos del pib per cápita de varios países de Mesoamérica, aunque no reflejan sino solo parte de la realidad, ayudan a comprender parte de la problemática compleja de la migración; así, en el caso de El Salvador su per cápita para el año pasado fue de 4,187 dólares; para Guatemala fue de 4,620 dólares; para Honduras fue de 2,574 dólares; para México fue de 9,863 dólares, Nicaragua, fue de 1,912 dólares; Estados Unidos fue de 65,180 dólares y Costa Rica de 12,218 dólares.
Aparte de que esos datos no abarcan la complejidad del fenómeno migratorio, son contundentes al momento de generar opiniones con respecto a la migración y por lo menos exigen un análisis serio, bien fundamentado, del carácter social, cultural y político de la situación de la migración, a diferencia de algunas opiniones superficiales, que recientemente han ganado terreno en México, sobre todo en los medios y el algunos funcionarios de gobiernos, con respecto a los flujos migratorios.
Se han expresado argumentaciones u opiniones racistas; otras resaltan el descontento ante la presencia de migrantes porque- acusan- compiten por empleos locales. Desde la óptica de algunos funcionarios federales y locales, se ven en esos flujos operaciones de trata de personas; la presencia del crimen organizado y señalan que algunas organizaciones no gubernamentales, ocultan intereses económicos y políticos y otros hasta observan en la migración, acciones ocultas asociadas a intereses políticos que se están dando en los Estados Unidos.
En la mirada de algunos medios de comunicación, no se ve que el desarrollo del capital ha cambiado de manera significativa las formas en las que permite participar a los individuos en los procesos de producción y de reproducción del capital. El capital agropecuario, agroindustrial imperialista fragmenta, por otro lado, la visión de la clase trabajadora. En el caso de los procesos migratorios mesoamericanos y su relación con Estados Unidos, algunas autoridades solo ven un grupo de bandoleros, de “barbaros”. Por ningún lado observan los grandes intereses del capital por atraer fuerza de trabajo para su explotación, de las cuales, en ese marco, el migrante es víctima y no delincuente.
EL MIGRANTE CRIMINALIZADO Y SUBCONTRATADO
Esos grandes intereses( concordando con algunos estudios de Olga Pérez, profesora de la Universidad A. de Barcelona y Arelyz Esquenazi de la Universidad de la Habana) han fragmentado y fracturado a la fuerza de trabajo; así como sus formas de inserción en el “contrato social”; desdoblándola en manifestaciones como: el subcontratado, el autónomo, el trabajador a tiempo parcial, el emprendedor, el tercerizado, el “freelancer”, la clase media, el marginal, el “excluido”, los desplazados los refugiados y migrantes.
La migración aparece entonces como un proceso que hace del migrante un héroe, pero solamente una vez que ya está en otra región y puede enviar a su país ingresos de su nuevo empleo. Mientras, en tanto no sea así, aparece vinculado a una red de intereses oscuros y criminales. Se resaltan las estructuras criminales que rodean y penetran la migración, pero no se ve la situación del migrante en su condición profunda, de vida, que lo obliga al éxodo por razones políticas, por ejemplo, además de las económicas. El migrante aparece como un instrumento de los criminales, como un objeto, pero nunca como un sujeto portador de la transformación social.
(*) Economista y Doctor por la Universidad de Chapingo, especialista en temas agrícolas