El SUTPJCDMX, que encabeza Diego Valdez Medina, demandó no aplicar descuentos en sus sueldos a las mujeres trabajadoras que intervengan en el movimiento social
Por BLAS A. BUENDÍA
Especial para Cananea TV
Al expresar “su máximo respeto a todas las mujeres” que se sumen a la convocatoria de las diversas expresiones con motivo del movimiento sociopolítico mundial “El Nueve Ninguna se Mueve”, el Tribunal Superior de Justicia de la Ciudad de México expresó su beneplácito por este hecho que hará historia a partir del lunes 9 de marzo próximo, cuyo común denominador es el de frenar el fenómeno de los Feminicidios que se registra tanto en México como en el resto del planeta, en el marco conmemorativo del Día Internacional de la Mujer.
“¡El Nueve Ninguna se Mueve!”, #UNDÍASINNOSOTRAS, promueve un PARO NACIONAL, con las leyendas: “¡Ni una Mujer en las Calles!”, “¡Ni una Mujer en los Trabajos!”, “¡Ni una Niña en las Escuelas!”, “¡Ni una joven en las universidades!” y “¡Ni una Mujer Comprando!”, acompañadas con cuatro manos que simbolizan el feminismo.
En este sentido, a través de un aviso del Consejo de la Judicatura de la Ciudad de México, que se inserta en el aparato del Poder Judicial de la capital de la República, firmado por la maestra Zaira Liliana Jiménez Seade, Secretaria General del Consejo de la Judicatura local, resaltó que dicho evento “es considerado importante a nivel internacional”.
En la Casa de Justicia de la capital de la República –contextualiza- las servidoras públicas de este Órgano Autónomo, quienes así lo deseen, podrán sumarse al movimiento de mérito, sin perjuicio, menoscabo y/o afectación en su esfera laboral.
Derivado de lo anterior –precisa el documento de una cuartilla-, se incluye a las y los titulares de los Órganos Jurisdiccionales, áreas administrativas y de apoyo judicial del Poder Judicial de la Ciudad de México, a efecto de que tomen las acciones a las que haya lugar, a fin de que no se vean afectadas las actividades y los servicios que se prestan (del TSJCDMX), y con ello, no se vea interrumpida la debida administración de justicia.
El documento que lleva la leyenda en su parte centro-superior “Año de Leona Vicario, Benemérita Madre de la Patria”, sustenta al acuerdo V-09/2020, emitido por el Pleno del Consejo de la Judicatura de la Ciudad de México, el 21 de febrero del año 2020, de conformidad con lo establecido en el artículo 217, párrafo segundo, de la Ley Orgánica del Poder Judicial local.
RESPETO AL SUELDO ÍNTEGRO DE TRABAJADORAS
El Sindicato Único de Trabajadores del Tribunal Superior de Justicia de la Ciudad de México, que encabeza el Dr. H. C. Diego Valdez Medina, en Oficio DJ-16/20, dirigido al Doctor Rafael Guerra Álvarez, presidente del TSJCDMX y del CJCDMX, solicitó que se otorguen facilidades a las mujeres trabajadores del nueve de marzo próximo para participar en esta movilización sociopolítica que paralelamente celebrarán todos los países del orbe con motivo del Día Internacional de la Mujer.
De hecho, en el TSJCDMX se permitirá visualizar la ausencia de las mujeres y hacer conciencia sobre su seguridad frente a la violencia social, legal, política, moral y verbal que sufren a diario, sustenta el oficio sindical.
La propuesta de “¡EL NUEVE NINGUNA SE MUEVE!” –afirma- se deriva de la falta de sensibilidad respecto del grado de vulnerabilidad de las mujeres en la dinámica mundial cotidiana, la cual en esta ocasión se conjuntará con el Día Internacional de la Mujer, que se celebra un día antes, habiéndose previsto que “el nueve de marzo próximo no haya mujeres en las calles, ni en los trabajos, así como tampoco niñas en las escuelas, ni jóvenes en las universidades”.
En esa virtud –suscribe el oficio sindical firmado por su líder Diego Valdez Medina- adicionalmente pedimos que se tomen las providencias necesarias para que el TSJCDMX y el CJCDMX, se sumen a dicho movimiento que avala el SUTPJCDMX, “habida cuenta que la eliminación de la violencia redundará en beneficio para la sociedad”.
El sindicato mayoritario del TSJCDMX, igualmente demandó al presidente de este Órgano Autónomo, “gire sus apreciables instrucciones a quienes corresponda, con el objetivo de que no se descuente el sueldo de las mujeres trabajadoras que intervengan en el movimiento social de mérito”.
EL ORIGEN
Existe cierta confusión respecto al surgimiento de la conmemoración del Día Internacional de la Mujer. Todos los años en torno a esta fecha se puede leer una historia que se ha popularizado a lo largo del tiempo, pero que, sin embargo, no se corresponde con la realidad. Haciendo gala de algunos tintes poéticos, muchos medios han narrado cómo el jefe de una fábrica textil en Nueva York, cansado de las protestas de sus trabajadoras, decidió prenderle fuego con ellas dentro, el 8 de marzo de 1908. Pero las cosas no sucedieron exactamente así.
Entre los meses de septiembre de 1909 y febrero de 1910, tuvo lugar en Estados Unidos una huelga de trabajo en la industria textil, un sector con mayoría de trabajadoras.
El paro se inició en la empresa Triangle Shirtwaist Company of Nueva York, y en los días sucesivos varias organizaciones de mujeres en diferentes ciudades se sumaron a la iniciativa. Las trabajadoras reclamaban una mejora en sus condiciones de trabajo, dominadas por largas jornadas, salarios miserables, abusos y precariedad.
“¡HECHOS, NO PALABRAS!”
En febrero de 1910 se puso fin a la huelga, tras un arbitraje entre la empresa y el sindicato que, sin embargo, no fue aceptado por la mayoría de las trabajadoras, al no ser atendidas sus demandas.
De hecho, algunas cuestiones que figuraban entre las demandas, como la instalación de salidas de emergencia en la fábrica o la prohibición de mantener las puertas cerradas durante la jornada laboral, ni siquiera llegaron a discutirse en las negociaciones.
Un año después de su regreso al trabajo, en marzo de 1911, un incendio destruyó gran parte de las instalaciones de la fábrica Triangle y acabó con la vida de 146 personas, 123 de ellas eran mujeres migrantes europeas y la víctima más joven tenía 14 años.
Testimonios de la prensa estadounidense atribuyó el incendio a un trabajador que fumaba y el accidente constituyó el punto de partida de la campaña de la Liga Nacional de Mujeres Sindicalistas en favor de una legislación contra los incendios y de un aumento en la protección de las trabajadoras y los trabajadores.
No hay duda del protagonismo de las trabajadoras textiles en las reivindicaciones feministas durante los primeros años del siglo XX, aunque el origen del Día de la Mujer se encuentra más ligado al movimiento sufragista y a los partidos socialistas de Estados Unidos y Europa, especialmente al Partido Socialista Norteamericano, que instauró la celebración del Woman’s Day para reivindicar el derecho al voto de las mujeres y protestar contra la esclavitud sexual.
COLOR MORADO
El afán poético de la popular historia mencionada al inicio alcanza, sin duda, su momento culmen (punto más alto en la trayectoria de una cosa o máximo grado de su evolución), al hablar del origen de la asociación del color morado con el movimiento feminista.
Quienes narran que fue el jefe el que prendió fuego a su propia fábrica con las trabajadoras en su interior como represalia por las protestas, aducen también que el humo producido por el incendio tiñó el cielo de morado, en una estampa apreciable a kilómetros de distancia, debido a que ese era el color de las prendas que allí se fabricaban. Con ese fuego fatuo, la realidad es que el color morado fue uno de los elegidos para representar el movimiento sufragista, que se inició en Gran Bretaña a finales del siglo XIX, y desde entonces se asocia con la lucha feminista.
LA LEALTAD
A mediados del siglo XIX, las mujeres de clase media comenzaron a adquirir conciencia de su situación de dependencia respecto al hombre en todos los ámbitos de la vida, una realidad recogida en las legislaciones y avalada por las sociedades en su conjunto.
Las sufragistas eran la rama militante de aquellas activistas que reclamaban el voto femenino, conocidas por las acciones violentas que solían acompañar sus actos de protesta.
En 1908 más de medio millón de activistas se reunieron en Hyde Park para exigir el Sufragio Universal, pero, ante la indiferencia del gobierno, comenzaron a intensificar sus acciones a partir de 1909. En un primer momento, el Daily Mail bautizó despectivamente el movimiento como suffragette, un término que las sufragistas terminaron por apropiarse para alegar que lograrían el voto sufriera quien sufriera.
SÍMBOLO DEL TRIÁNGULO
Otro de los símbolos más característicos del movimiento feminista, es el triángulo que suele representarse con las manos. Hay quienes consideran que se trata de una resignificación del triángulo invertido de color negro que usaba el régimen nazi para marcar a aquellas mujeres que no se ajustaban al prototipo reproductor de la raza aria, es decir, mujeres no normativas, lesbianas, feministas, prostitutas… Sin embargo, este distintivo a menudo se identifica también con la vagina, motivo por el cual su uso ha sido criticado por colectivos y asociaciones trans.
Se cree que pudo haber surgido espontáneamente en un congreso realizado en París en 1971, en el que una activista italiana quiso contraponer el gesto al puño en alto mostrado por los hombres como una forma de distanciarse de su manera de concebir lo político. El 2019, con motivo del 8 de marzo, el colectivo Artemisa -diosa en la mitología griega y romana, hija de Zeus y Leto, y hermana gemela de Apolo-, recomendaba evitar su uso, abogando por desgenitalizar la identidad de género.
Más allá de su origen, que no está de más conocer, los gestos y raíces del feminismo han traído hasta donde hoy la humanidad se encuentra, han convertido al movimiento, con sus debates y complejidades, en una revolución integradora, potente y tremendamente necesaria, cuya movilización se ha mundializado desde entonces.