El poderoso ex Subsecretario del gobierno de Miguel Ángel Mancera, que manipuló al SUTGCDMX para operar en las elecciones del 2018 a favor de los candidatos del PAN y del PRD, busca conseguir el registro de un nuevo partido que mantenga con vida al grupo político de Miguel Ángel Mancera
El Diván de la Utopía
Por I. León Montesinos
Especial para Cananea TV
La reaparición de Miguel Ángel Vázquez Reyes, el pasado sábado 7, en un evento para arrancar la búsqueda del registro como partido político de la asociación denominada “Somos Sociedad en Movimiento”, viene a insertar un elemento más que hará ruido en el cercano proceso de elección del Sindicato Único de Trabajadores del Gobierno de la Ciudad de México (SUTGCDMX), organismo al que el Subsecretario de Administración y Capital Humano, manejó como su feudo personal durante las administraciones capitalinas de Andrés Manuel López Obrador y Miguel Ángel Mancera.
El evento realizado en el deportivo Lázaro Cárdenas, ubicado en Congreso de la Unión, patrimonio de la Sección Uno del Único, es la punta de lanza de un proyecto político que busca mantener con vida al disminuido grupo político del ex Jefe de Gobierno, algunos de cuyos ex funcionarios están en la mira del gobierno de Claudia Sheinbaum, por la insultante corrupción en que se vieron inmersos y otros ya señalados como presuntos culpables.
Tales son los casos del ex Director de Licitaciones de Obras Públicas de la CDMX, Enrique Takahashi y la Subsecretaria de Planeación Financiera de la CDMX, Berenice Guerrero, señalada como responsable de desaparecer 190 millones de pesos y ligada directamente con Vázquez Reyes.
Llama la atención que de acuerdo a asistentes al acto, Vázquez Reyes se mostró confiado y soberbio al grado que no dudó en despotricar en contra de varios ex presidentes y ex Jefes de Gobierno como Marcelo Ebrard y el hoy presidente, Andrés Manuel López Obrador, en cuya administración fungió como cancerbero del entonces Secretario de Gobierno, René Bejarano, para apoderarse del Sindicato Único en una de las más evidentes violaciones a la autonomía sindical.
Camaleónico, el político jarocho, se atrevió a comentar que fue en el periodo de AMLO en la Jefatura de Gobierno, cuando los trabajadores perdieron infinidad de prestaciones, pero se abstuvo de decir que fue precisamente él quien se encargó de cercenar tales conquistas desde su cargo como Director de Personal y Relaciones Laborales.
El ahora acomodaticio aspirante a dirigente partidista se jactó de decir que fue en el gobierno de Miguel Ángel Mancera donde los sindicalizados del gobierno capitalino obtuvieron mayores logros. El caso es que los trabajadores de base seguramente le preguntarán al personaje de marras: ¿Cuáles? ¿Dónde están?
Muchos líderes del Único saben a la perfección cómo se las gasta Vázquez Reyes pues no fueron pocas las ocasiones en el gobierno de Mancera que soltó con la mayor de las prepotencias una intimidante advertencia a los líderes que se atrevieron a cuestionar sus autoritarias decisiones, en una actitud de Rey Sol: “El Sindicato soy yo”.
Y en efecto, el sindicato era él porque el ahora derrumbado Juan Ayala Rivero hizo durante su gestión sindical las veces de mera figura decorativa, que en una de sus tantas abyecciones aceptó hacerle el trabajo sucio al PRD y al PAN en las elecciones del 2018 en la Ciudad de México, y obligó a sus dirigentes seccionales a cometer toda serie de delitos electorales bajo el espejismo de que con el triunfo de Ricardo Anaya para presidente y Alejandra Barrales para Jefa de Gobierno, sus liderazgos serían eternos.
Con el inicio a la búsqueda de las asambleas necesarias para obtener el registro al partido de los manceristas con Vázquez Reyes a la cabeza, el ex “líder tapete”, Juan Ayala y su grupo que pelean el derecho a encabezar la nueva presidencia del Único en enero próximo, buscarán ir en pos de un lejano y poco probable renacimiento, sobre todo por el caudal de negocios ilícitos que los tienen en la mira del actual gobierno capitalino. Dinero, aunque mal habido, por supuesto que les sobra, pero les falta, sin duda, probidad y ética políticas.
Por cierto que los promotores y patrocinadores del partido en ciernes no pudieron escoger como slogan un pensamiento más contradictorio a sus carentes principios ideológicos y aviesos fines: “Si vivir es sólo soñar, hagamos el bien soñando” (Amado Nervo).
¡Vaya falta de respeto al poeta nayarita¡”.
Nuestro correo electrónico: garrasleon@gmail.com
