La trasnacional obtiene ganancias por más de 30 mil millones de pesos al año, pero paga bajos salarios, no otorga reparto de utilidades e impone jornadas de trabajo de más de 12 horas diarias con la complicidad de sindicatos charros; urge que la Secretaría del Trabajo revise la inhumana condición laboral de casi 200 mil empleados en el país
Por Griselda Lozada Tavera
Investigación Especial de Cananea TV
Uno de los grandes retos de la Reforma Laboral que entró en vigor el pasado primero de mayo, es lograr que empresas transnacionales como Walmart, que se han enriquecido en nuestro país en buena medida a la explotación laboral, respeten la libertad sindical y los derechos de los trabajadores.
Recientemente, a través de las redes sociales y de algunos medios de comunicación conocimos el caso de Karen Pérez, una ex trabajadora de la transnacional que, según denunció, llegó a laborar hasta 27 horas seguidas, luego de que su contrato de trabajo establecía que debía laborar 10 horas fijas al día, aunque a veces eran más de doce. Karen resumió así, el verdadero talante laboral de la firma estadounidense: “son muy explotadores”.
Walmart, es una corporación multinacional de tiendas de origen norteamericano, que opera grandes cadenas de almacenes de descuento en Canadá, México, Centroamérica, el Reino Unido y Asia, con ingresos anuales superiores a los 485 mil millones de dólares.
La familia Walton, propietaria de la cadena, posee una fortuna de 174 mil millones de dólares y pronto podría convertirse en una de las primeras a nivel global en poseer más de 200 mil millones de dólares en la historia, dejando atrás al hombre más rico del mundo, Jeff Bezos, Presidente Ejecutivo de Amazon.
LA CADENA ANULA EL TRABAJO DECENTE
A lo largo del mundo, los Walton se han dedicado a violar los contratos colectivos de trabajo e incluso el Convenio 90 de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) que establece “el trabajo digno o decente debe brindar a los trabajadores una remuneración justa, seguridad laboral y protección para las familias”.
Además: “Mejorar sus perspectivas para el desarrollo personal y la integración social, libertad para que los individuos manifiesten sus preocupaciones, se organicen y participen en la toma de decisiones que afectan sus vidas; así como la igualdad de oportunidades y de trato para mujeres y hombres”.
El pasado 20 de marzo, unos 60 mil trabajadores de Walmart de México y Centroamérica emplazaron a huelga, debido a la violación al contrato colectivo de trabajo y maltrato laboral; además de demandar un aumento del 20 por ciento de incremento en el salario y un bono del 4 por ciento sobre las ventas.
Hecho que puso al descubierto a la transnacional, la cual, en el primer trimestre de este año vio incrementar su valor en la Bolsa Mexicana de Valores (BMV), al pasar de 846 mil 703 millones a 898 mil 738 millones de pesos.
Cifras millonarias por ganancias crecientes que no llegan al bolsillo de los trabajadores, quienes solo han sido un instrumento para que la empresa estadunidense siga aumentando su poder económico en nuestro país.
De acuerdo a su último reporte de ventas y estados financieros, la firma de enero a agosto de este año, obtuvo en México 334 mil 090 millones de pesos; es decir, 6.1 por ciento más respecto al año anterior.
SIN REPARTO DE UTILIDADES
En nuestro país, la Ley Federal de Trabajo marca que el 10 por ciento de las ganancias debe repartirse entre los empleados como participación en las utilidades (PTU) en este caso entre sus casi 200 mil asociados. De esta cifra, 191 mil 710 son permanentes y 3 mil 861 son eventuales.
De acuerdo a los reportes de evaluadoras financieras y la propia Bolsa de Mexicana de Valores, la trasnacional ha obtenido ganancias anuales promedio superiores a los 30 mil millones de pesos; es decir, el monto correspondiente a repartir por ese 10 por ciento sería de alrededor de 3 mil millones de pesos. Esto es que a cada trabajador deberían tocarle en promedio 14 mil pesos o más por concepto de PTU, según el puesto y tiempo que llevan laborando en ella.
Sin embargo, en la cadena de tiendas de ventas al menudeo más grande del mundo, según la página Indeed.com.mx, los salarios de Walmart, oficialmente Wal-Mart Inc, van desde los 4 mil 496 pesos mensuales (en el caso de los cajeros) hasta los 15 mil pesos (para el caso de los puestos gerenciales). En promedio un trabajador percibe a la semana entre 600 pesos y mil 800, según el puesto.
Nada que ver con las multimillonarias ganancias netas de la multinacional. De igual manera, se califica a la firma con tres estrellas y media, lo cual significa, que a pesar de sus esfuerzos y estrategias de marketing por vendernos la idea de que es una empresa que ofrece la oportunidad de desarrollo personal y profesional sin límites, no es el mejor lugar para laborar.
De hecho en este mismo sitio que ofrece a los buscadores de empleo la posibilidad de comentar sobre la empresa, la mayoría coincide que no se respetan los horarios de salida en los niveles gerenciales, ni tampoco se hace nada por retener al trabajador, ya que existe una constante rotación de personal y discriminación hacia las mujeres embarazadas.
“En Walmart a nadie le importa las necesidades de los asociados, solo el beneficio de la empresa”, advierte uno de los comentarios que ahí se encuentran.
De abril a junio del 2019, Walmart México asegura haber pagado 2 mil 255 millones de pesos en impuestos, aunque en su página corporativa no se detalla cuánto destina en el pago de salarios en México.
SINDICATOS “TAPETE”
Walmart detalla que hasta junio de este año, la empresa poseía mil 661 contratos colectivos de trabajo con 40 sindicatos de siete centrales obreras, entre ellas, la CTM, la CROC y la COR, cuya representación deja mucho que desear. De hecho, a nivel mundial, varias centrales sindicales han puesto al descubierto el abuso laboral que viven los empleados al interior de esta transnacional, que aunque les llama asociados, éstos deben laborar más de 48 horas a la semana sin un pago adicional ni la posibilidad de solicitar un permiso para ir al médico o que las trabajadoras vayan a la escuela de sus hijos a una junta.
Situación que saca a la luz pública, el abuso con el que opera en nuestro país, ya que ningún empleado recibe un salario de asociado, siendo objeto de discriminación, como el caso de las empleadas embarazadas.
Ahora con una Reforma Laboral que busca revertir las precarias condiciones de trabajo y los bajos salarios que privan en el país, el gobierno de la llamada Cuarta Transformación, a través de la Secretaría del Trabajo tiene un gran reto por delante para doblegar a estas empresas estadunidenses y hacer que respeten la Ley Federal del Trabajo, a fin de que exista un auténtica justicia laboral.
Hasta la fecha, la trasnacional ha encontrado una complicidad con los sindicatos de las grandes centrales que han permitido explotaciones y extenuantes jornadas como las denunciadas por Karen Pérez, a medios como El Universal. Por ello, es importante que los inspectores de la Secretaría del Trabajo analicen a detalle los contratos firmados y escuchen de viva voz el sentir de los trabajadores para informarles de su derecho a conformar un sindicato que de verdad los represente.
Son más de 200 mil los empleados que en sus 2 mil 100 tiendas en todo el país, seguramente estarán dispuestos a acogerse a los beneficios de la Reforma Laboral para sacudirle la brutal explotación de la trasnacional y, de paso, a los sindicatos charros que no los representan y menos defienden.