Sindicalizados exigen al deschavetado Cotero, respeto a democracia interna
Como ya es su costumbre, el descodado líder, trató nuevamente de desconocer al comité encabezado por José Edgar Vidales, tratando de sorprender a las autoridades de esa entidad, con la presentación de un comité espurio, no electo por las bases e integrado por ex funcionarios del gobierno de Silvano Aureoles; para su desgracia, el titular del ramo, Lázaro Cortés, le dejó en claro que la única interlocución será con el comité electo democráticamente y con toma de nota del TFCA
Por Staff de Cananea TV
En franca picada y dando tumbos por todo el país, el dirigente del Sindicato Mexicano de Salud (SIMESA), Ricardo Cruz Cotero, acaba de llevarse otro duro revés en Michoacán: el titular de Salud en esa entidad, Lázaro Cortés Rangel se negó el pasado 15 de julio, a reconocer a un comité espurio que intentó imponer a las autoridades.
Cortés Rangel fue categórico al expresarle que la interlocución de su dependencia sería únicamente con la dirigencia con toma de nota expedida por el Tribunal Federal de Conciliación y Arbitraje (TFCA), que encabeza el químico José Edgar Vidales Becerril.
Como ha sucedido en Chiapas, Coahuila, Sinaloa y la CDMX, entre otras entidades, los liderazgos elegidos por medio del voto libre, directo y secreto de los trabajadores, han denunciado las ilegales destituciones que de manera autoritaria y personal, violando los propios estatutos de SIMESA, intenta realizar Cruz Cotero.
El ahora calificado como seudo líder, ha terminado desfondado por intentar manejar a la naciente organización como un negocio netamente personal, sujeto a sus caprichos personales; el enfrentamiento con el comité local de Michoacán, inició cuando su líder Vidales Becerril, solicitó a nombre de sus afiliados la rendición de cuentas de Cotero por las cuotas entregadas a su comité nacional.
El dirigente tomó como una afrenta personal lo que la Reforma Laboral marca como incuestionable transparencia. Y desde diciembre del pasado año, desconoció a título personal al comité de Michoacán, por no plegarse a sus personales imposiciones.
Violando el estatuto de SIMESA, Cotero ha tratado de desplazar de la dirigencia al líder michoacano que para su desgracia y como ha ocurrido en Chiapas y otros Estados, no ha conseguido pues sus líderes estatales han contado con el respaldo de sus comités y de la totalidad de sus agremiados.
Trascendió que hace unas semanas, Cotero solicitó una audiencia con el doctor Lázaro Cortés Rangel, titular de la Secretaría de Salud en el gobierno de Alfredo Ramírez Bedolla, la cual le fue concedida en su carácter de dirigente nacional de SIMESA, pero al ser recibido por el funcionario intentó sorprenderlo presentándole un nuevo comité encabezado nada menos que por diversos ex funcionarios de ese sector en la administración del cuestionado Silvano Aureoles Conejo, y ligados a la ex titular, Diana Carpio.
El dirigente se llevó un chasco mayúsculo porque además de ser desechado su disparate, Lázaro Cortés fue tajante al señalarle que para las autoridades del sector salud en Michoacán, el líder local de SIMESA, reconocido con su toma de nota era solo José Edgar Vidales.
Cotero no solo salió con el rabo entre las piernas junto con el comité espurio encabezado por Víctor Manuel Ortega, integrado en buena parte por ex funcionarios de la pasada administración de la Secretaría de Salud estatal; además, debió aceptar que los medios le colgaran el sambenito de ser el comité de Silvano y Carpio, electo sin más apoyo que el de Cotero, corroborando que sus nuevos aliados suelen ser personajes relacionados con temas de invariable corrupción.
Como sucedió en otros estados, el químico Vidales Becerril, no solo recibió el apoyo y reconocimiento del gobierno michoacano y de su comité, sino además de sus bases que se dijeron dispuestas a defender a una dirigencia electa de manera democrática por su libre voluntad,
El pasado viernes 19, el líder local y su comité ofrecieron una conferencia de prensa lanzando un reto al trastornado Cotero: respetar el estatuto y, de ser necesario, convocar a una elección democrática, para que sean los sindicalizados quienes decidan con su voto a quiénes desea que los representen.
Legalmente, Cotero no puede destituir a sus líderes menores a su antojo pues la única autoridad que puede desconocer por faltas graves a un comité con toma de nota, es precisamente el TFCA. Por ello, lo ocurrido en tierras purépechas por Cotero es uno más de los sonados chascos que está llevándose el dirigente, que conforme pasa el tiempo, se va quedando no solo sin líderes y agremiados; también, sin un gramo de credibilidad.