El fabricado origen indígena con tintes neoliberales de la aspirante presidencial
En la narrativa que están creando los medios tradicionales que han controlado el pensamiento único, el objetivo de posicionar en las preferencias del electorado a una de las aspirantes de la derecha, paradójicamente la presentan como una indígena que logró escapar de su origen al que la doctrina neoliberal ubica como un núcleo social de perdedores; Gálvez representa al “éxito” individual que justifica la marginación y pobreza de millones, a nivel global
La Carta Robada
Por Emilio López Gámez (*)
Especial para Cananea TV
En su libro La tiranía del Mérito, Qué ha sido del bien común, Michael J. Sandel, narra cómo en un mundo abierto, los globalizadores, decían, refiriéndose al mérito que: “…el éxito depende de la educación, de prepararse para competir y vencer en una economía global”. “Eso significa que los gobiernos nacionales deben procurar que todos tengan las mismas oportunidades de recibir la formación en la que se fundamenta el éxito, pero también supone que quienes acaban en la cúspide de la pirámide social terminan creyéndose que se merecen el éxito que han tenido”. Se invita a los “ganadores” a considerar que su éxito es obra suya, induce a los “perdedores” a pensar que quienes están “arriba” los miran con desdén.
El mercado coloca a cada quien en el lugar que le corresponde. De acuerdo a lo que narra Sandel, el pensamiento único global quiere decir que, si las oportunidades son en verdad las mismas para todos y todas, quienes quedan rezagados se merecen también la suerte que les ha tocado.
Comentar lo que dice Sandel sobre la tiranía del mérito en las actuales condiciones de la contienda electoral en México nos lleva al análisis de la narrativa que está de fondo, cuando el mayor número de medios de comunicación tradicionales y contemporáneos, durante décadas han trasmitido un discurso del pensamiento único.
El pensamiento único representa el pensamiento neoliberal caracterizado, entre otras cosas, por su agresividad y desprecio hacia grupos sociales que se consideran de menor escala, a los del color “de cartón mojado” como el campesinado, los hombres y las mujeres del campo, indígenas, afromexicanos y migrantes. En un mundo donde predomina el mercado, argumentan, la desigualdad es soportable.
Esa narrativa tiene, entre otros, el objetivo de posicionar y poner en la cúspide de las preferencias del electorado, a una de sus aspirantes, en este caso a Xóchitl Gálvez, paradójicamente la presentan ahora, como una indígena, que logró el gran escape (que refiere Deaton).
LA PANISTA Y SU “ESCAPE INDIVIDUAL” A MILLONES DE PERDEDORES
El punto relevante no es que tenga supuestamente un origen indígena, el cual tiene que ser negado en ese proceso del gran escape individual, porque lo destacable para esa narrativa es que ella debe ser preferida, no por su pasado, sino porque contradictoriamente viniendo de un grupo de “perdedores”, vendiendo gelatinas, llegó al éxito, se abrió camino en el mercado (neoliberal).
En ese gran escape sólo unos cuantos, una élite, llegan a la cúspide, al éxito “personal” e individual; ellos serán los ganadores, pero millones serán los perdedores. Así el discurso ilumina con todos sus reflectores al que está en la cúspide (no cómo llegó, por ejemplo, Xóchitl) y eso es lo destacable en esa narrativa.
Ahí es donde se pone el ojo (en el mercado y el individuo) de ninguna manera en los que están abajo. Hayek, el padre del neoliberalismo, sostiene que, llegar a la cúspide puede implicar: “… la libertad del individuo de hacer el mal. Estar obligados a hacer el bien no conlleva ningún mérito”
Esa narrativa oculta lo que Friedrich Hayek muestra abiertamente en su discurso (Germán Gutiérrez, Ética y Economía en Adam Smith y Freidrich Hayek, Universidad Iberoamericana). ¿Qué nos dice Hayek sobre los de abajo? Hayek señala que “La desigualdad se soporta, sin duda, mejor y afecta mucho menos la dignidad de la persona si está determinada por fuerzas impersonales…” por ejemplo, el mercado.
SUPERMILLONARIOS NEOLIBERALES ALIENTAN LA DESIGUALDAD
“En una sociedad en régimen de competencia no hay menosprecio para una persona ni ofensa para su dignidad por …” ser “perdedora”, sostiene.”. La tiranía del mérito implica pues también hacer el mal. Y si uno se pregunta ¿Y cómo se llega a la cúspide? ¿cómo se es o se llega a ser exitoso? La respuesta está en ver los resultados del neoliberalismo que construyó a una élite supermillonaria y que ha dejado a millones en la pobreza y la desigualdad.
Angus Deaton en su obra El Gran Escape: salud, riqueza y los orígenes de la desigualdad, su mensaje central es que “… así la humanidad esté mejor que hace 250 años, y muchos habitantes del planeta hayan escapado del hambre, la enfermedad y la pobreza, muchos otros han quedado atrás”. Los hechos y datos que presenta sugieren que la humanidad va mejorando pero que está en constante amenaza (…) los países con mejor desempeño van en los primeros lugares y los países que se encuentran peor, en la cola.
“El argumento central se refiere a la ausencia de orden y coherencia en ese desfile. Unos salieron más temprano y otros más tarde; algunos no han arrancado, y otros, regados por el camino, van en dirección contraria, es decir, empeoran.” Estos últimos son los miles de millones de “perdedores”.
Una de las preguntas de fondo de Angus Deaton se refiere a la situación de quienes no hacen parte del avance de este proceso. “Y subraya que el crecimiento, los beneficios de la globalización y el avance tecnológico no son universales. Que la pobreza, el hambre y la mala nutrición son realidades de las que muchos no han podido escapar.” Corredor, F. “El gran escape: salud, riqueza y los orígenes de la desigualdad”, Revista de Economía Institucional 18, 34, 2016, pp. 353-360. DOI: http://dx.doi.org/10.18601/01245996.v18n34.21.
Concluyo con este comentario de Hayek, citado por German Gutiérrez: Para Hayek hay un orden extenso, hay un mercado. “Para que, en virtud de tal proceso, los individuos puedan contar con las mayores oportunidades de éxito, a lo más que cabrá recurrir es a excluir a aquellos elementos que se muestran incapaces de adaptarse a las normas requeridas” Lo cruel es que aquellos que se muestran “incapaces de adaptarse” son millones, de indígenas, de campesinos, de jornaleros, de migrantes.
(*) Doctor en Economía por la Universidad de Chapingo y experto en temas agrarios.
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