Propuestas del Movimiento “Plan de Ayala” al Proyecto de Nación 2024-2030 de Morena

El acuerdo de Zacatecas debe renovarse con nuevas propuestas

El movimiento campesino, propone que el papel del Estado como promotor del desarrollo agropecuario y forestal debe refundarse sobre nuevas bases de política pública, para que el tema agropecuario no se subordine al mercado internacional, puesto que éste se ha convertido en el causante de la exclusión económica y social; además, se debe impulsar un programa estratégico de producción y distribución de alimentos en condiciones de sanidad y precio accesible para la población. Los campesinos de estratos medios pueden satisfacer el mercado nacional y competir con la agricultura comercial, pero debe modificarse la economía rural a través de la regulación interna del mercado

La Carta Robada

Por Emilio López Gámez (*)
Especial para Cananea TV

(Primera Parte)

Las organizaciones participantes en el Movimiento Campesino Indígena y Afromexicano Plan de Ayala Siglo XXI, mantenemos la PROCLAMA que se presentó en JERÉZ, ZACATECAS, 10 DE ABRIL 2018, a lo cual adicionamos las PROPUESTAS DEL NUEVO RUMBO PARA EL 2024-2030, para la puesta en marcha de un nuevo modelo de desarrollo rural que tenga como ejes: la Soberanía Alimentaria; la política de Estado; la reorientación del gasto público hacia las pequeñas unidades de producción; comercio con una agenda de desarrollo; la Agroecología; la defensa del Territorio, el Ejido, las Comunidades; las Aguas y la Biodiversidad; así como el Derecho a la Alimentación Nutricional y a la vida libre de violencia.”

La justicia social en el agro requiere un nuevo modelo de desarrollo rural

Reconocemos y apoyamos gran parte de las acciones realizadas y también reconocemos que hay áreas donde hace falta emprender cambios de fondo, para lograr que las actividades económicas en el conjunto del campo mexicano, considerando agricultura, ganadería, silvicultura y pesca, se orienten desde una alianza público-social para consolidar la soberanía alimentaria desde una perspectiva agroecológica. Saludamos el esfuerzo que representa la construcción participativa de un Proyecto de Nación y observamos la urgente necesidad de superar las tendencias personalistas que pueden llevar a que los servidores públicos de distintos niveles tomen las decisiones de lo que se llega a ejecutar en forma unilateral, sin procurar el acuerdo necesario con los pueblos afectados y sus formas organizativas.

Como breve balance de los primeros cuatro años del sexenio actual y como propuestas para el próximo Gobierno, varios de los programas que inciden directamente en la sociedad rural de nuestro país, son acertados y están impactando positivamente; sin embargo, debemos señalar que se suspendió el CRÉDITO GANADERO A LA PALABRA Y EL FOMENTO GANADERO, tampoco se avanzó con que los impuestos de minería serían para comunidades y restauración del medio ambiente, y el internet en todo el país. En los fertilizantes está pendiente la exploración y explotación de yacimientos de roca fosfórica que complementarán la fertilidad para los suelos mexicanos. El programa de desarrollo regional sustentable con el impulso de la producción de biofertilizantes y el control de plagas y enfermedades por métodos biológicos también sigue pendiente.

Morena debe dar certeza económica a los hombres del campo

Respecto al Presupuesto Especial Concurrente (PEC) en el actual sexenio se observan cambios en la asignación de recursos en los programas, lo que ha significado una reorientación en los montos y en las vertientes en favor del campesinado, sin embargo, no han dado los resultados esperados ya que se enfrentan poderosos obstáculos internos-externos: crisis alimentarias, procesos inflacionarios, riesgos en la importación de alimentos, procesos de desvalorización de los productos del campo, padrones de beneficiarios construidos con sesgos políticos) y además de los señalados, enfrentamos el poder agroalimentario que el neoliberalismo ejerce hoy en día en las diferentes estructuras parciales, como es el caso del control de los mercados, la comercialización, el financiamiento y el poder político nacional y global de alimentos (por ejemplo la polémica transgénicos-glifosato).

PROPUESTAS EN MATERIA AGROPECUARIA Y AGRARIA PARA SEGUIR LA TRANSICION DEMOCRATICA
  1. El papel del Estado como promotor del desarrollo agropecuario y forestal debe refundarse sobre nuevas bases de política pública. Es correcta la transferencia directa de una parte del presupuesto hacia los productores campesinos más pobres del país, incluyendo sectores medios. Con los productores medios hay que establecer un sistema de alianzas con las fuerzas sociales productivas de los alimentos básicos; que el Gobierno atienda sus exigencias de lucha; esto es el desarrollo de infraestructura productiva, el control del recurso agua, los mecanismos de transferencia tecnológica y asistencia técnica, las necesidades de crédito barato y oportuno, la adquisición de insumos a través de compras consolidadas y el desarrollo de una comercialización justa, es decir depositar en manos de los productores pequeños y medianos el proceso de producción de alimentos con el acompañamiento y la inversión del Estado.

  2. La política agropecuaria no debe estar subordinada al mercado internacional puesto que éste se ha convertido en el causante de la exclusión económica y social.

  3. Impulsar un programa estratégico de producción sustentable y distribución de alimentos en condiciones de sanidad e inocuidad y de precio accesible para la población. Donde la oferta alimenticia se logre al mismo tiempo que se preserva el medio ambiente, el suelo, el agua, los bosques y selvas y los equilibrios sociales; es decir, una Política de Estado consiste en salvaguardar el modo de vida campesino, revirtiendo el abandono de parcelas de cultivo, la pérdida de cosechas que no se levantan por los bajos precios del producto, se reducirán pérdidas y mermas por causas biológicas y de manejo, el cierre de miles de unidades de producción avícola y porcícola y se dará viabilidad al hato campesino de ganado mayor y menor.

  4. Los campesinos de estratos medios con rentabilidad y calidad pueden satisfacer el mercado nacional y competir con la agricultura comercial, para lo cual, se deben realizar modificaciones a la economía rural a través de la regulación interna del mercado, que permita el incremento de precios a los productores sin que ello implique el incremento de precios al consumidor, reduciendo sustancialmente los niveles de intermediación y el incremento injustificado de precios, es decir controlando la especulación. Nos referimos a granos básicos, maíz blanco, frijol, trigo panificable y arroz, asimismo, debe ampliarse a oleaginosas como el cártamo, el girasol, ajonjolí, así como, productos para la industrialización como el cacao, el café, el hule, la palma de coco, avena forrajera y caña de azúcar.

(*) Doctor en Economía por la Universidad de Chapingo y experto en temas agrarios.

 

 

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